El asalto al Capitolio llega al Museo Smithsonian
Los objetos que portaban los seguidores de Trump se convertir¨¢n en piezas para contar en el futuro la historia de la revuelta
Las seis horas de asalto al Congreso por parte de simpatizantes de Donald Trump dejaron a su paso una estela de destrucci¨®n. Retratos y estatuas de m¨¢rmol rociadas con un gas corrosivo; el busto de Zachary Taylor, el 12? presidente de Estados Unidos, manchado por un l¨ªquido rojo, una fotograf¨ªa vandalizada del recientemente fallecido activista y congresista afroamericano John Lewis, ordenadores de legisladores desaparecidos y documentos del Departamento de Justicia desperdigados por los suelos. Entre los escombros que dej¨® la ira de los seguidores del presidente estadounidense por un inexistente fraude electoral se han hallado tambi¨¦n tesoros muse¨ªsticos del futuro.
Los comisarios del Instituto Smithsonian han hecho acopio de los objetos hallados tras la revuelta del mi¨¦rcoles 6 de enero. Frank Blazich, comisario del Museo de Historia Americana, ha sido uno de los especialistas que encontraron valor hist¨®rico entre los rastros dejados por la turba. Al d¨ªa siguiente al asalto, Blazich recorri¨® la National Mall, la enorme explanada al aire libre que desemboca en el Capitolio. Despu¨¦s de tres horas revisando cubos de basura y levantando objetos del suelo, reuni¨® m¨¢s de una treintena de carteles, banderas y pegatinas a favor de la insurrecci¨®n. Entre estos objetos hay una placa que dice ¡°Off with their heads- stop the steal¡± (Corten cabezas, alto al robo). Esta selecci¨®n se suma a otros comprados por la instituci¨®n, como ropa de la campa?a electoral de Trump con el lema Keep America Great y panfletos.
¡°Lo que unos llaman basura yo lo llamo historia¡±, escribi¨® Blazich, un veterano de la fuerza a¨¦rea que se especializ¨® en historia militar para uno de los centros del Smithsonian. La divisi¨®n para la que trabaja re¨²ne material sobre la historia pol¨ªtica en EE UU y las fuerzas armadas. La colecci¨®n incluye objetos de la Guerra de los Siete A?os (1756-1763) y otros artefactos y materiales que llegan hasta el d¨ªa de hoy. Su equipo est¨¢ interesado en los cambios democr¨¢ticos de Estados Unidos, los derechos pol¨ªticos, el choque ideol¨®gico y el rol de los partidos. En resumen, todo lo que ha sufrido una terapia de choque durante los cuatro a?os de Trump en el poder.
Estados Unidos a¨²n intenta digerir las im¨¢genes de los violentos de extrema derecha en el interior del Capitolio, que dej¨® cinco muertos. Los medios y analistas coinciden en que fue un hecho hist¨®rico que nubla el futuro inmediato y que ha hecho de Washington una ciudad sitiada por militares y polic¨ªas, cargada de tensi¨®n. En este escenario, ¨²nico en la memoria reciente de las investiduras, se mueven los historiadores, quienes documentan un presente cada vez m¨¢s ef¨ªmero por la sucesi¨®n de los numerosos acontecimientos.
¡°La etapa electoral nos ha dejado casos notables de dolor y la posibilidad de involucrarnos en el proceso de ajuste de cuentas con el pasado con tal de dar forma al futuro¡±, dijo Anthea Hartig, directora del Museo de Historia Americana, poco despu¨¦s del asalto al Congreso. Como muestra del valor que guardan en el presente los objetos del pasado, Hartig record¨® una de las piezas m¨¢s valiosas de la colecci¨®n: la bandera que festejaba el triunfo de Thomas Jefferson y el pac¨ªfico traspaso del poder tras las disputadas elecciones de 1800, donde el presidente John Adams perdi¨® despu¨¦s de un empate en los votos del colegio electoral.
El trabajo de los comisarios ayudar¨¢ a las futuras generaciones a recordar y poner en contexto el violento episodio. Durante esta Administraci¨®n, el equipo de especialistas de la Divisi¨®n de Historia Pol¨ªtica y Militar del Smithsonian tambi¨¦n han documentado y reunido objetos ef¨ªmeros de las protestas del movimiento Black Lives Matter ocurridas a pocos metros de la Casa Blanca, la marcha de las mujeres de 2017 y 2018 y las manifestaciones de los dreamers (j¨®venes inmigrantes) a las puertas de la Corte Suprema, en 2020.
Pero una colecci¨®n de la historia pol¨ªtica moderna de EE UU estar¨ªa incompleta sin reflejar la profunda huella que han dejado el conservadurismo y la extrema derecha en los ¨²ltimos a?os. Las colecciones del Smithsonian incluyen objetos de las numerosas manifestaciones en contra del aborto y de los m¨ªtines del Tea Party, el grupo de ultraconservadores que en 2010 recorri¨® varias ciudades para preparar el caldo de cultivo del trumpismo. Un cap¨ªtulo que empezar¨¢ a cerrarse el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, 20 de enero.
El Capit¨¢n Am¨¦rica contra los insurrectos
Las im¨¢genes del interior del Capitolio parec¨ªan pertenecer a una ficci¨®n de Marvel. Varios de los rebeldes, quienes cre¨ªan liberar a su pa¨ªs de un fraude electoral, llevaban los colores del superh¨¦roe Capit¨¢n Am¨¦rica. Incluso uno portaba un escudo como el del famoso personaje creado en 1941 por Jack Kirby y Joe Simon, dos jud¨ªos que lucharon en la Segunda Guerra Mundial.
Cuando Neal Kirby, el hijo de Jack, de 72 a?os, vio las im¨¢genes del asalto se le revolvi¨® el est¨®mago. "Estaba horrorizado", escribi¨® en un comunicado. "El Capit¨¢n Am¨¦rica es la ant¨ªtesis de Donald Trump... Si Trump tuviera las cualidades y el car¨¢cter del capit¨¢n, la Casa Blanca ser¨ªa un reluciente s¨ªmbolo de verdad e integridad y no una cloaca que supura mentiras e hipocres¨ªa", concluy¨® Kirby. Sin embargo, el h¨¦roe m¨¢s patriota del universo de los c¨®mics s¨ª tiene coincidencias con el presidente saliente, como la pol¨ªtica de "America first" (Primero Estados Unidos). En 2016, ya en la Administraci¨®n Trump, los guionistas de la serie de tebeos 'Secret Empire' convirtieron al c¨¦lebre personaje durante 15 meses en un agente fascista de Hydra, la organizaci¨®n nazi contra la que el Capit¨¢n Am¨¦rica luch¨® durante d¨¦cadas.
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