La batalla de Hiba Abouk y Mina El Hammani contra el clich¨¦ racial

Naci¨® en Madrid hace 34 a?os. Estudi¨® en el Liceo franc¨¦s ¡ªtoda una instituci¨®n en el mundo educativo de la ciudad¡ª. Despu¨¦s estudi¨® dos cursos de Filolog¨ªa ¨¢rabe, y se lanz¨® a la interpretaci¨®n en la Resad, la escuela de arte dram¨¢tico, donde se licenci¨®. ¡°Mi sue?o, mi intenci¨®n, era entrar en la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico¡±, cuenta por tel¨¦fono, en una charla en la que se aprecia su dicci¨®n cristalina: ni un ¨¢pice del castizo ¡°ejque¡±. Y la aspirante a actriz comenz¨® el habitual paseo por pruebas de casting, donde choc¨® con el racismo y desconocimiento que provoca su nombre: Hiba Abouk. ¡°Hubo hasta quien me recomend¨® cambiarme el nombre. Jam¨¢s, porque esa es mi identidad. Bastante he hecho con acortar mi apellido [Aboukhris]¡±, recuerda ahora. ¡°Que si era espa?ola, que si hablaba espa?ol sin acento, que si era ¡®mora¡¯ y c¨®mo iban a darme un papel... A la gente le cuesta a¨²n creer que en Espa?a haya actores y actrices de origen ¨¢rabe¡±. Abouk fue encadenando peque?os papeles de 2010 a 2014, cuando encarn¨® a F¨¢tima en El pr¨ªncipe, serie que en televisi¨®n supuso el mismo fen¨®meno que en cine El Ni?o (2014), de Daniel Monz¨®n: la entrada, por fin, de un grupo de actores espa?oles de origen magreb¨ª que no encontraban su oportunidad por culpa de unos nombres ¡°que a algunos no les parecen de espa?oles¡±, cuenta el sevillano Said Chatiby, que particip¨® en ambos trabajos.

Abouk est¨¢ en Madrid (reside con su marido y su hijo de 10 meses en Mil¨¢n) en la preparaci¨®n del rodaje, desde ma?ana, de la tercera temporada de la serie de Amazon Prime Video Madres, donde dar¨¢ vida a un nuevo personaje, Raquel: ¡°No est¨¢ racializado, no se habla de ning¨²n ascendiente, como tiene que ser. Por mi f¨ªsico yo puedo hacer de italiana, andaluza... A veces pienso en actrices con rasgos m¨¢s mediterr¨¢neos incluso que yo, como Inma Cuesta. Hoy, es m¨¢s f¨¢cil porque soy conocida¡±. Y recuerda que como le atra¨ªa tanto el teatro ¡ªhasta que su carrera dio el giro televisivo¡ª sus referentes proced¨ªan m¨¢s de actrices cl¨¢sicas, ¡°como Romy Schneider, que incluso con su acento austriaco triunf¨® en Francia, o Anna Magnani¡±. Con el ¨¦xito de El pr¨ªncipe, decidi¨® irse a Par¨ªs, ¡°a explorar nuevos terrenos y lenguajes¡±, tambi¨¦n porque all¨ª hay otra industria: ¡°All¨ª van muy por delante, hay otros personajes, la inmigraci¨®n se muestra de formas muy distintas¡±. Pero, aclara, por ahora no repetir¨¢ personajes como el de esa serie: ¡°Ya cumpl¨ª mi sue?o de interpretar a una mujer sumergida en el choque entre dos culturas. Ahora rechazo esos guiones. Quiero optar a papeles m¨¢s all¨¢ de los ¨¢rabes, porque yo soy m¨¢s que ¨¢rabe. En Espa?a he sentido el racismo de la parte m¨¢s rancia, de esos que dicen que mis padres vinieron a quitarle el trabajo a ellos. Para esa Espa?a yo sobro. ?Sabes cu¨¢ndo lo sent¨ª? Cuando ten¨ªa que alquilar pisos. Y eso que si iba en persona tengo apariencia menos racial¡±.

La actriz ha abierto el camino al resto: fue la primera alumna de ascendencia magreb¨ª ¡ªen su caso, tunecina¡ª de la Resad (¡°Y reconozco que all¨ª mi riqueza de la doble cultura supon¨ªa un puntito interesante¡±), y ahora es el referente de muchas chicas que quieran ser actrices: ¡°Soy muy consciente, me enorgullece, y me acuerdo por ejemplo, de hablar durante el rodaje de El pr¨ªncipe con Mina El Hammani, que ahora tiene una carrera fulgurante. Mina sufr¨ªa la dificultad que yo he vivido de conciliar dos culturas, de lograr superar trabas a veces rid¨ªculas... Lo que no tengo ninguna duda es que lo vamos a conseguir¡±.

Sociedad mestiza

Por alusiones, Mina El Hammani, madrile?a de 27 a?os (su padre lleg¨® como inmigrante ilegal, su madre era cocinera en la embajada de Espa?a en Rabat), tres temporadas en ?lite, nueva incorporaci¨®n a la pr¨®xima entrega de El internado. ¡±Coincido con Hiba en que el audiovisual espa?ol va por detr¨¢s de la sociedad espa?ola, mucho m¨¢s rica, m¨¢s mestiza, como la que me rodea en mi barrio de Usera. En la pantalla se va al clich¨¦¡±, reflexiona. ¡°Hasta hace un a?o a¨²n ten¨ªa que luchar porque me consideraran ¡®espa?ola¡¯. En mi papel de El internado [Elvira, profesora en el centro de estudios], y en proyectos futuros, la cosa cambiar¨¢. Llevo ocho a?os y hasta ahora todos mis personajes llevaban velo y eran musulmanes. Pues mira, por ser ¨¢rabe no tengo por qu¨¦ usar pa?uelo, Nadia, mi papel en ?lite, me ha proporcionado un gran impulso¡±. La actriz se pag¨® ella misma sus estudios de interpretaci¨®n, ¡°trabajando en el McDonald¡¯s o de promotora¡±. ¡°Soy la peque?a de cuatro hermanos, no hab¨ªa ascendientes art¨ªsticos en mi familia, marroqu¨ª. Entiendo sus miedos¡±.

El Hammani busca otros vuelos. Con una amiga ha montado una productora y esta semana ha dirigido el corto Treinta segundos, una visi¨®n del mito de don Juan a trav¨¦s de la conversaci¨®n de cuatro mujeres encarnadas por actrices como Daniela Santiago (Veneno). ¡°A quien contacta conmigo en redes les digo que la excusa para no hacer algo no puede ser el dinero. Me he lanzado, conozco a guionistas con talento. Quiero aprovechar eso y contar las historias que me rodean¡±.

Hay m¨¢s actores espa?oles o magreb¨ªes con carrera en Espa?a: Ayoub El Hilali, Ahmed Younoussi, Hamid Krim, Mekki Kadiri, la joven Hajar Brown (Skam) o el veterano ceut¨ª Abdelatif Hwidar. Se les vio en El Ni?o, El pr¨ªncipe o La Unidad, otra serie rompedora. Rosa Est¨¦vez, reputada directora de casting, realiz¨® esa labor en El pr¨ªncipe, y ha contado con algunos de estos actores en Madres o El Cid. ¡±El pr¨ªncipe cambi¨® la situaci¨®n. Aquella serie empuj¨® a muchos chavales de origen magreb¨ª a pensar que ellos tambi¨¦n pod¨ªan actuar. De all¨ª surgi¨® Adil Koukouh, que hoy est¨¢ en El Cid. Aun as¨ª, queda un largo camino¡±. Y en ello insiste Said Chatiby, de 27 a?os, de familia marroqu¨ª crecido en el barrio Pino Montano, que acaba de trabajar en Cu¨¦ntame: ¡±No soy optimista ante ese cambio, aunque s¨ª positivo. Casi siempre te toca ser un camello, el chico problem¨¢tico, el terrorista. ?Por qu¨¦?¡±.