Un cuento infantil para abolir las generaciones

Tras el ¨¦xito internacional de Retrato de una mujer en llamas, filme de ¨¦poca l¨¦sbico que le abri¨® las puertas del mundo anglosaj¨®n, C¨¦line Sciamma cambia de registro y de escala. La cineasta francesa present¨® este mi¨¦rcoles en la secci¨®n competitiva de la Berlinale su nueva pel¨ªcula, Petite maman, un proyecto m¨¢s modesto en apariencia, con aspecto de cuento infantil y solo 72 minutos de duraci¨®...

Tras el ¨¦xito internacional de Retrato de una mujer en llamas, filme de ¨¦poca l¨¦sbico que le abri¨® las puertas del mundo anglosaj¨®n, C¨¦line Sciamma cambia de registro y de escala. La cineasta francesa present¨® este mi¨¦rcoles en la secci¨®n competitiva de la Berlinale su nueva pel¨ªcula, Petite maman, un proyecto m¨¢s modesto en apariencia, con aspecto de cuento infantil y solo 72 minutos de duraci¨®n. La protagoniza una ni?a que, tras perder a su abuela, conoce durante un paseo por el bosque a otra chica con la que guarda un incre¨ªble parecido. Podr¨ªa ser una gemela de quien fue separada al nacer, una amiga imaginaria que el luto por su abuela ha hecho aparecer en su imaginaci¨®n o una bisnieta que viene a contarle c¨®mo es el futuro. Sciamma va desechando esas pistas hasta dejar claro que esa misteriosa ni?a es, en realidad, la madre de la protagonista cuando ten¨ªa su edad.

¡°Se me ocurri¨® en plena enso?aci¨®n diurna: ?c¨®mo ser¨ªa conocer a nuestros progenitores cuando eran peque?os? Esa fue la matriz de la que surgi¨® esta ficci¨®n¡±, precis¨® este mi¨¦rcoles la directora durante una rueda de prensa virtual en Par¨ªs. Sciamma defini¨® su relato como ¡°un nuevo mito¡± apto para nuestra era y como ¡°una pel¨ªcula de viajes en el tiempo sin m¨¢quina para viajar en el tiempo¡±. Para ello, se inspir¨® en el maestro japon¨¦s de la animaci¨®n Hayao Miyazaki ¡ª¡±Cuando dudaba, pensaba en ¨¦l¡±, asegur¨®¡ª, pero tambi¨¦n en pel¨ªculas como Big o Regreso al futuro, solo que despojadas de las obsesiones propias del capitalismo ochentero, como el dinero y las t¨ªas buenas.

La pel¨ªcula es un acercamiento al g¨¦nero que nunca renuncia al registro naturalista. Sciamma firma un relato que tiende a la abstracci¨®n, lleno de misterios y elipsis, lo que permite que el espectador pueda rellenar los huecos. ¡°En todas mis pel¨ªculas trato de dejar espacio para la experiencia del p¨²blico. A ¨¦l le pertenece jugar con este cuento. El h¨¦roe no es el protagonista del relato, sino el espectador¡±, precis¨® la directora, que con su quinta pel¨ªcula vuelve a adentrarse en el mundo de la infancia 10 a?os despu¨¦s de Tomboy, retrato de un ni?o trans que present¨® en la secci¨®n paralela Panorama en 2011. Petite maman, que compite en Berl¨ªn y no en Cannes, donde triunfaron sus ¨²ltimas pel¨ªculas, parece tener premio asegurado, a juzgar por la entusiasta acogida que la cr¨ªtica internacional le dedic¨® este mi¨¦rcoles.

Sciamma se dirige en esta f¨¢bula sobre el luto a todos los p¨²blicos, aunque el infantil parece estar, ahora m¨¢s que nunca, en su punto de mira. ¡°Son seres listos, comprometidos y sensibles que se est¨¢n enfrentando a la misma crisis que el resto de nosotros, pese a que nadie se dirija a ellos y no tengan ning¨²n peso pol¨ªtico¡±, dijo la cineasta sobre quienes considera los grandes olvidados de esta pandemia. La directora ha rodado los exteriores de la pel¨ªcula en Cergy-Pontoise, el suburbio parisiense donde creci¨® (all¨ª ten¨ªa de vecina a la escritora Annie Ernaux) y en interiores construidos en un estudio, por primera vez en toda su carrera, e inspirados en los domicilios de sus difuntas abuelas. ¡°Es mi pel¨ªcula m¨¢s ¨ªntima, pese a que no haya ning¨²n v¨ªnculo autobiogr¨¢fico¡±, insisti¨®.

Una habitaci¨®n vac¨ªa

El contexto pand¨¦mico confiere un poso l¨®brego a esta pel¨ªcula en claroscuro, que Sciamma empez¨® a escribir justo antes del confinamiento de la primavera y que rod¨® en pocas semanas durante el oto?o franc¨¦s. Este filme de temporalidad imprecisa, en el que parece imposible poner fecha a su vestuario y decorados ¡ªSciamma quiso que condensaran las modas de las ¨²ltimas d¨¦cadas para despistar al espectador¡ª, se abre con una escena que ancla la historia en el presente: una residencia de ancianos donde una habitaci¨®n acaba de quedar vac¨ªa. ¡°Es una pel¨ªcula pensada para abolir el pasado y el presente, destruir las barreras entre edades y cambiar la verticalidad por la horizontalidad¡±, afirm¨® la directora. Petite maman aspira a reconciliar generaciones a trav¨¦s de un ejercicio l¨²dico y perturbador: entender mejor a nuestros padres imaginando c¨®mo eran de ni?os.