Cine de autora en la Croisette
C¨¦line Sciamma y Rebecca Zlotowski, impulsoras de la batalla por la igualdad en los festivales de cine, regresan a Cannes con sus nuevas pel¨ªculas
La foto ocup¨® todas las portadas. Hace un a?o, un grupo de 82 directoras, productoras y otras personalidades del mundo del cine se plant¨® en la alfombra roja del Festival de Cannes, con el objetivo de recordar que solo 82 mujeres hab¨ªan sido seleccionadas en la secci¨®n competitiva del certamen en sus siete d¨¦cadas de historia, frente a casi 1.700 hombres. Detr¨¢s de la operaci¨®n se encontraban dos j¨®venes directoras francesas, C¨¦line Sciamma y Rebecca Zlotowski, cofundadoras del colectivo 5050 en 2020, que lidera la batalla por la igualdad en los festivales de cine y aboga por instaurar la paridad en sus instancias directivas. Ambas firmaron a cuatro manos el manifiesto que aquel d¨ªa leyeron Cate Blanchett y Agn¨¨s Varda. ¡°Las mujeres no son minoritarias en el mundo, pese a que nuestra industria diga lo contrario¡±, rezaba una de sus frases.
Doce meses despu¨¦s, Sciamma y Zlotowski han regresado al festival para presentar sus nuevas pel¨ªculas. La situaci¨®n no se ha resuelto por arte de magia, pero las dos coinciden en que ha cambiado considerablemente. ¡°La gran mayor¨ªa de festivales del mundo ha firmado nuestro estatuto y adoptado las herramientas que ideamos para lograr una mayor transparencia y repartici¨®n del poder¡±, se?ala Sciamma. Responsable de t¨ªtulos como Tomboy o Girlhood, es una de las cuatro mujeres que compiten por la Palma de Oro, con Portrait de la jeune fille en feu, sobre un total de 21 aspirantes. Es poco, aunque en 2012 no hab¨ªa ninguna. ¡°Las cifras siguen siendo alarmantes, pero por fin se ha tomado en serio el problema. Se ha entendido que es una cuesti¨®n pol¨ªtica y sist¨¦mica. A¨²n no hemos ganado la batalla cultural, pero yo he visto un punto de inflexi¨®n¡±, considera Sciamma.
Gracias al debate que abri¨® este colectivo, el Ministerio de Cultura franc¨¦s decidi¨® crear un nuevo sistema para conceder subvenciones adicionales a las pel¨ªculas paritarias. Adem¨¢s, el Centro Nacional del Cine public¨® informes sobre las diferencias salariales o la repartici¨®n sexista de los roles en un rodaje: casi todas las maquilladoras son mujeres, mientras que los cargos de poder suelen recaer en los hombres. Respecto a los festivales, la asociaci¨®n no exige la paridad matem¨¢tica de los t¨ªtulos presentados, al considerar que la calidad de una pel¨ªcula es lo que siempre debe primar por encima de cualquier consideraci¨®n. Pero s¨ª apuesta por aplicarla a los comit¨¦s de selecci¨®n, porque cree que tiene efectos inmediatos en el tipo de pel¨ªculas escogidas.
¡°Este a?o ya salta a la vista. En la secci¨®n oficial hay una pel¨ªcula sobre la banlieue y la primera mujer negra en competici¨®n en toda la historia del festival¡±, apunta Zlotowski a modo de ejemplo. ¡°Veo llegar a una nueva generaci¨®n que opta por tem¨¢ticas distintas y apuesta por otras representaciones. Si son mujeres, todav¨ªa mejor, pero a m¨ª me interesan m¨¢s los temas¡±, admite la directora, que dio un primer impulso al colectivo franc¨¦s al asistir, a finales de 2017, a las reuniones de Time¡¯s Up, el movimiento coet¨¢neo que fundaron las actrices de Hollywood.
A su manera, las pel¨ªculas de Sciamma y Zlotowski reflejan el cambio de temperatura que provoc¨® el caso Weinstein. La primera ha levantado grandes aplausos con su pel¨ªcula, una de las pocas que podr¨ªa rivalizar con Dolor y gloria, de Pedro Almod¨®var, en lo m¨¢s alto del palmar¨¦s. Este filme de ¨¦poca narra la historia de una artista a la que encargan la misi¨®n de pintar el retrato matrimonial de una joven arist¨®crata en el siglo XVIII. Sciamma parte de una situaci¨®n convencional ¡ªla relaci¨®n entre una creadora y su modelo¡ª, pero la subvierte a trav¨¦s de la homosexualidad de sus protagonistas, que no tardar¨¢n en vivir una relaci¨®n sentimental.
¡°Quer¨ªa rodar una historia de amor igualitaria¡±, admite la directora, que presenta un mundo sin personajes masculinos, lo que le permite introducir un esquema relacional en el que la dominaci¨®n patriarcal brilla por su ausencia. Su personaje principal se distancia del mito de la musa como ser obligatoriamente pasivo. ¡°No es una mujer silenciosa y fetichizada que inspira a la artista, sino un cerebro m¨¢s en el proceso creativo, con el que esta establece un di¨¢logo que le permite fabricar una obra¡±, se?ala Sciamma, que reconoce que la pel¨ªcula admite una doble lectura. Est¨¢ la ficci¨®n hist¨®rica de su relato, pero tambi¨¦n lo que sucedi¨® en la vida real: la protagonista de la pel¨ªcula es la actriz Ad¨¨le Haenel, que fue su compa?era sentimental.
Entre Rohmer y Kardashian
Para Zlotowski tambi¨¦n hubo un antes y un despu¨¦s del caso Weinstein. ¡°Podemos seguir haciendo cine como antes, pero ser¨ªa equivocarse de pleno¡±, opina la directora. ¡°Lo que sucedi¨® el a?o pasado me hizo asumir conscientemente un discurso feminista. Antes hac¨ªa pel¨ªculas sobre otro tipo de temas¡±, admite Zlotowski, que ha cosechado buenas cr¨ªticas en la Quincena de los Realizadores con Une fille facile. La protagoniza Zahia Dehar, conocida en Francia por haber estado en el foco de un esc¨¢ndalo medi¨¢tico en 2010, cuando se descubri¨® que hab¨ªa mantenido relaciones con futbolistas de la selecci¨®n de f¨²tbol cuando todav¨ªa era menor. Zlotowski plantea una especie de remake lib¨¦rrimo de La coleccionista, de ?ric Rohmer, con esta Kardashian gala como centro de gravedad de la historia. ¡°Quise introducir a una mujer subversiva en el cl¨¢sico relato de iniciaci¨®n. Mi pel¨ªcula revaloriza el estatus de la starlette consider¨¢ndola una figura feminista. Ella representa a una mujer aventurera, liberada de la mirada del otro¡±, se?ala la directora.
Tras inscribir la lucha feminista en el orden del d¨ªa de la industria, ?cu¨¢l ser¨¢ el pr¨®ximo objetivo de su colectivo? ¡°La autodestrucci¨®n¡±, bromea Zlotowski, que sue?a con un futuro donde su militancia no sea necesaria. De momento, la asociaci¨®n ha aprovechado el festival para introducir otra cuesti¨®n espinosa en el debate p¨²blico: la representaci¨®n de las minor¨ªas, un asunto delicado en un pa¨ªs donde las estad¨ªsticas ¨¦tnicas est¨¢n prohibidas. ¡°El cine franc¨¦s sigue encerrado en una representaci¨®n blanca y cristiana. Hay que hacer entrar un poco de luz¡±, pide Zlotowski. Sciamma la secunda. ¡°La revoluci¨®n empieza tomando conciencia de los privilegios que uno tiene. Ese simple gesto ya es una manera de actuar¡±, agrega la directora, instando a mucha otra gente a sumarse a un proceso que aspira a cambiar el cine y, sobre todo, el mundo.
Babelia
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