La fuerza de un documental para cambiar las cosas
Tres pel¨ªculas certifican el vigor del g¨¦nero como arma de denuncia: ¡®El disidente¡¯, sobre el asesinato del periodista saud¨ª Jamal Kashoggi; ¡®Collective¡¯, acerca de la corrupci¨®n galopante de Rumania, y la chilena ¡®El agente topo¡¯, que transcurre en una residencia de ancianos
?Puede el cine cambiar el mundo? Desde su casa en Bucarest, en una entrevista telem¨¢tica el jueves, el cineasta rumano Alexander Nanau, desde el pasado lunes doble candidato al Oscar como mejor documental y mejor pel¨ªcula internacional por Collective, sonr¨ªe con melancol¨ªa: ¡°Nunca hice mi filme con esa intenci¨®n, sino con la de aprender el funcionamiento de la gente. Pero como espectado...
?Puede el cine cambiar el mundo? Desde su casa en Bucarest, en una entrevista telem¨¢tica el jueves, el cineasta rumano Alexander Nanau, desde el pasado lunes doble candidato al Oscar como mejor documental y mejor pel¨ªcula internacional por Collective, sonr¨ªe con melancol¨ªa: ¡°Nunca hice mi filme con esa intenci¨®n, sino con la de aprender el funcionamiento de la gente. Pero como espectador quiero que las pel¨ªculas que veo me provoquen algo en mi interior. Y eso es a lo m¨¢s que aspiro. No he visto El disidente, aunque sospecho que tendr¨¢n intenciones similares. Es necesario hacer documentales sociales y pol¨ªticos¡±. Los Oscar y los avatares de la distribuci¨®n en tiempos de pandemia han hecho coincidir esta semana ambos documentales con un tercero, El agente topo, de la chilena Maite Alberdi (candidata a una estatuilla en la categor¨ªa de mejor documental gracias a esta denuncia del sistema de las residencias de ancianos). Los tres demuestran el vigor del g¨¦nero para enfrentar las injusticias del mundo.
El disidente empieza cuando el periodista saud¨ª Jamal Khashoggi entra, la ma?ana del 2 de octubre de 2018, en el consulado de Arabia Saud¨ª en Estambul para realizar un tr¨¢mite administrativo con el fin de casarse con su novia turca, Hatice Cengiz, que lo esperaba en la puerta. Nunca volvi¨® a verlo. Fue asesinado y descuartizado por un comando de 15 personas que, seg¨²n investigaciones de la ONU, de la polic¨ªa turca y de la CIA, hab¨ªa enviado el pr¨ªncipe heredero saud¨ª y hombre fuerte del pa¨ªs, Mohamed Bin Salm¨¢n. El caso Khashoggi es investigado a fondo en el nuevo documental del estadounidense Bryan Fogel, que estrena este viernes la plataforma Filmin.
Reconstruye minuciosamente el crimen, pero no se queda ah¨ª, porque tambi¨¦n relata el viaje de Khashoggi hacia la disidencia, la historia de un periodista cercano al r¨¦gimen que acab¨® refugiado en Washington, cuando empez¨® a temer por su libertad y por su vida, transformado finalmente en un opositor. MBS, como Bin Salm¨¢n, es conocido en Oriente Pr¨®ximo, quer¨ªa callar su voz como fuese. El filme no realiza revelaciones espectaculares ni proporciona informaciones que no hayan aparecido antes en la prensa o en los informes oficiales. Pese a ello, Fogel, premiado con el Oscar al mejor documental por ?caro, una investigaci¨®n sobre el dopaje deportivo en Rusia, ha tenido muchos problemas para encontrar una plataforma dispuesta a distribuirlo internacionalmente, ni siquiera Amazon Prime Now, propietaria de The Washington Post, diario para el que trabajaba Khashoggi cuando fue asesinado.
Mientras ?caro fue estrenada en Netflix, y la plataforma gan¨® su primer Oscar con esta pel¨ªcula, El disidente tard¨® ocho meses en encontrar un distribuidor. Se estren¨® finalmente en cines y a trav¨¦s de alquiler en plataformas en algunos pa¨ªses como Estados Unidos o Reino Unido. En una entrevista por videoconferencia desde Arizona, Fogel prefiere no pronunciarse sobre esos problemas: ¡°Lo importante es que puede verse ahora en pa¨ªses como Espa?a¡±, sostiene. El artista chino Ai Weiwei, que ha tenido tambi¨¦n enormes problemas para estrenar dos documentales en las plataformas globales, afirm¨® sobre su experiencia: ¡°Todo se ha convertido en entretenimiento¡±. Preguntado sobre esta frase, Fogel replica: ¡°Nos encontramos en un entorno en el que decir la verdad al poder es cada vez m¨¢s dif¨ªcil. Las grandes compa?¨ªas globales y los Gobiernos tienen una responsabilidad en eso. Estamos viendo que el dinero y el poder van de la mano¡±.
El incidente que encendi¨® la mecha de Collective ¡ªdisponible en la plataforma HBO¡ªocurri¨® en oto?o de 2015, cuando en un incendio en la discoteca Colectiv murieron 27 personas. Hubo 180 heridos. El Gobierno rumano acab¨® dimitiendo, salpicado por la corrupci¨®n, que el club estaba abierto sin ning¨²n sistema de aspersores antiincendios, una ¨²nica y estrecha puerta de emergencia y un solo extintor. Hab¨ªa 500 espectadores en un concierto para un aforo m¨¢ximo de 80 personas. Y eso solo fue el inicio. En los hospitales murieron m¨¢s de una treintena de heridos, con lesiones de poca gravedad. ¡°Yo hab¨ªa empezado a rodar un mes despu¨¦s del incendio¡±, recuerda Nanau, ¡°porque era un perfecto ejemplo de la corrupci¨®n sist¨¦mica que asuela Ruman¨ªa, pero nadie augur¨® lo que ocurr¨ªa posteriormente¡±. El cineasta se empotr¨® en la redacci¨®n de Gazeta Sporturilor, en concreto tras la periodista Catalin Tolontan, que recibi¨® un chivatazo: el l¨ªquido desinfectante usado en los hospitales de Ruman¨ªa estaba tan diluido que no serv¨ªa para nada y los pacientes mor¨ªan v¨ªctimas de las bacterias, algunos comidos por gusanos.
¡°Somos una democracia a¨²n en maduraci¨®n, muy marcada por el comunismo y mecanismos fascistas¡±, asegura el director. ¡°Quer¨ªa mostrar que hay gente que lucha contra el nepotismo, especialmente las mujeres. Tanto las periodistas como las m¨¦dicas que aportan informaci¨®n a las investigaciones son mujeres, m¨¢s fuertes, osadas e inteligentes que los rumanos¡±.
Curiosamente, el consejero delegado de la farmac¨¦utica implicada se suicid¨® a los 10 d¨ªas de que apareciera su nombre en Gazeta Sporturilor, en un giro argumental muy similar al de El tercer hombre. ¡°Antes de su muerte, un diario alem¨¢n dijo que Harry Lime era un ladronzuelo comparado con ¨¦l. A nosotros nos hizo gracia, pero cuando se suicid¨® con su coche... La ficci¨®n y la realidad no est¨¢n tan alejados¡±.
Y esto es solo el inicio: ante la suma de esc¨¢ndalos, en mayo de 2016 Vlad Voiculescu, un defensor de los derechos de los pacientes y gestor en Viena de infraestructuras sanitarias, es nombrado ministro de Sanidad con 32 a?os. Y permite a Nanau asistir a todas sus reuniones. ¡°Apuesto por la figura del cineasta observador. No hago preguntas ni entrevistas, aunque claro que hice mis investigaciones. Pero al filmar a las dos partes no pod¨ªa intercambiar la informaci¨®n privilegiada de cada lado¡±, recuerda Nanau.
Collective es un viaje largo y desolador que acaba con el cese en enero de 2017 de Voiculescu. ¡°El final entristece, pero provoc¨® una reacci¨®n en Ruman¨ªa¡±, recuerda su director sobre su estreno en su pa¨ªs en febrero de 2020, tras su lanzamiento en los festivales de Venecia y Sundance. ¡°De la decena original de personal sanitario que hab¨ªan proporcionado informaci¨®n se pas¨® a m¨¢s de un centenar de soplones que han ayudado a la limpieza institucional¡±
Detalle atroz
El propio t¨ªtulo del documental El disidente se convierte en una declaraci¨®n de principios. Muchos expertos en Oriente Pr¨®ximo debatieron sobre si Khashoggi deb¨ªa ser considerado un periodista independiente, que criticaba al r¨¦gimen saud¨ª, o un disidente, alguien que activamente milita contra esta monarqu¨ªa absoluta. Omar Abdulaziz, un activista saud¨ª refugiado en Montreal (Canad¨¢), relata en el filme c¨®mo Khashoggi le ayud¨® a financiar una campa?a en redes sociales para contrarrestar la propaganda oficial saud¨ª y sus trols. En ese momento, Abdulaziz le dice: ¡°Esto te convertir¨¢ en un disidente¡±.
El asesinato de Khashoggi en una legaci¨®n diplom¨¢tica se convirti¨® r¨¢pidamente en un esc¨¢ndalo internacional. Los saud¨ªes no contaban con que los servicios secretos turcos espiaran lo que ocurr¨ªa dentro de los recintos diplom¨¢ticos y que, por lo tanto, ten¨ªan grabaciones del asesinato y del posterior desmembramiento de su cad¨¢ver. El filme muestra im¨¢genes proporcionadas por la polic¨ªa turca de un horno de asar que juega un papel especialmente atroz en el crimen: es posible que se quemase en ¨¦l el cuerpo del periodista. La residencia del c¨®nsul compr¨® aquel d¨ªa 32 kilos de carne en un conocido restaurante para disimular el olor. El realizador estadounidense no ha querido escuchar los audios del crimen, ni ponerlos en su filme. ¡°Decid¨ª no hacerlo. Estaba demasiado conectado emocionalmente con la historia. Adem¨¢s ?qu¨¦ aportar¨ªan narrativamente? Los hechos resultan innegables¡±.
Cuando qued¨® claro que se trataba de un crimen de Estado y que el pr¨ªncipe lo hab¨ªa ordenado ¡ªlos informes de la ONU y de la CIA no ofrecen ninguna pistola humeante, pero consideran que es imposible que una operaci¨®n de este calibre no contase con su aprobaci¨®n¡ª, la reputaci¨®n reformista de MBS qued¨® arruinada. ¡°Creo que MBS nunca pens¨® que le iban a pillar por este crimen¡±, explica Fogel. ¡°No es como Putin envenenando a alguien con polonio y dejando sus huellas por todas partes. Esto se planific¨® para que pareciese que este crimen nunca ocurri¨®. Dicho esto, creo que los reg¨ªmenes autoritarios siguen cometiendo estos asesinatos porque saben que se pueden salir con la suya¡±.
Eso mismo piensa Nanau: ¡°Soy candidato a dos Oscar. Est¨¢ bien, me gusta que haya sido un documental la presentaci¨®n del cine rumano en Hollywood. Pero aqu¨ª, en casa, nadie ha sido encausado por estos hechos. Nadie de esta mafia que est¨¢ devorando nuestra democracia ha pagado por ello. Y eso aleja a la gente de los pol¨ªticos. Esto pasa en todas las partes del mundo¡±.
"Hoy una cineasta latinoamericana ya puede so?ar con el Oscar"
El pasado lunes, Maite Alberdi (Santiago de Chile, 37 a?os) se convirti¨® en la primera chilena que puede ganar un Oscar, gracias a su nominaci¨®n al Oscar con El agente topo, que se estrena en Espa?a tras su paso por los festivales de Sundance y San Sebasti¨¢n. Su filme se mueve en un terreno h¨ªbrido, en el que el espectador no sabe si es cierta o no la historia de un viudo de 83 a?os que entra en una residencia de mayores para espiar su trato a los internos. "Empez¨® su recorrido antes de la pandemia, y ahora, con su estreno en Latinoam¨¦rica en Netflix y en salas en Espa?a, noto que ha cambiado la percepci¨®n del p¨²blico. Era una pel¨ªcula que era universal, se ha vuelto consistente. Hoy la hubiera rodado igual, porque mis ancianos ya viv¨ªan confinados. Ha variado la sensibilidad ante lo que vemos".
Alberdi habla del respeto a sus personajes, de su minucioso "trabajo con la realidad" y lograr la visibilizaci¨®n de los ancianos, "que ya mor¨ªan solos antes de la pandemia". El resultado: la nominaci¨®n: "El Oscar me da un futuro. Me llena de orgullo la nominaci¨®n, soy la ¨²nica pel¨ªcula latinoamericana en la gala, pero compito en una categor¨ªa conservadora en las formas y las tem¨¢ticas. Y en cambio yo hablo desde las relaciones humanas, desde gestos alejados de los gringos". Desde su ciudad natal, por tel¨¦fono, insiste: "Las formas mutan, las fronteras se diluyen, hay que tensar los l¨ªmites, buscando crear emociones y est¨¦ticas como la de los directores de ficci¨®n". Puede que a ella le beneficie la universalidad del votante de los Oscar. "El a?o pasado el documental macedonio Honeyland logr¨® una doble candidatura. Hoy una cineasta latinoamericana ya puede so?ar con el Oscar, y puedes hacerlo con igualdad de oportunidades".