Filmin: de c¨®mo la pandemia multiplic¨® el ¨¦xito de la casa del cine exquisito
La plataforma espa?ola ha dado el gran salto con el confinamiento por la covid. Visitamos su sede en Barcelona para conocer las claves del proyecto, que triunfa definitivamente tras haber sobrevivido a a?os raqu¨ªticos y enganchar al p¨²blico mezclando lo mejor de lo cl¨¢sico y lo independiente
Sobre la pared decorada con un cartel de la pel¨ªcula Jules y Jim, de Fran?ois Truffaut, se ve una pegatina con un gracioso dibujo que formu?la la siguiente pregunta: ¡°?Qu¨¦ tienen en com¨²n Mad Men, Reservoir Dogs y Chaplin?¡±. La ilustraci¨®n muestra a Charlot, vestido con uno de los trajes del personaje de Peggy Olson de Mad Men, fumando un cigarro y sujetando una pistola frente a una oreja cercenada. La respuesta se lee justo abajo: Filmin. Es f¨¢cil que la pegatina pase inadvertida entre el colorido mobiliario, donde cuelgan carteles de pel¨ªculas como Fellini 8? y Fin de siglo y aparecen en rincones y pasillos estanter¨ªas repletas de libros sobre la obra de Anthony Mann o Alfred Hitchcock, guiones de Calle Mayor o Pl¨¢cido, anuarios de los cines Renoir y colecciones de Costa-Gavras en DVD. Con todo, la pegatina, un reclamo publicitario de 2012, parece guardar un valor simb¨®lico, anticipando de una forma gr¨¢fica el sentido de lo que es hoy la gran plataforma espa?ola de cine online: un fabuloso h¨ªbrido de pel¨ªculas cl¨¢sicas, filmes independientes y series de prestigio con el que competir contra los gigantes del sector como Netflix, HBO y Amazon Prime.
Frente a la pegatina, alrededor de una mesa redonda, se encuentran los tres fundadores y directivos de Filmin: Juan Carlos Tous, director ejecutivo, Jaume Ripoll, responsable editorial y de contenidos, y Jos¨¦ Antonio de Luna, encargado de las relaciones institucionales y desarrollo de negocio. Son la c¨²pula de una compa?¨ªa que ha cerrado el mejor a?o de su historia desde que se cre¨® en 2007, gracias a una facturaci¨®n en 2020 que ronda los 15 millones de euros, un poco m¨¢s del doble que en el ejercicio anterior, y unos beneficios que superan los m¨¢s de 800.000 euros de 2019. Y no solo eso. Filmin se ha asociado a los fondos de capital riesgo Nazca Capital y Seaya Ventures, accionista de Cabify y Glovo, para afianzarse en el mercado e impulsar su internacionalizaci¨®n. ¡°Este acuerdo da robustez a nuestro proyecto, mejorando nuestra tecnolog¨ªa, consolid¨¢ndonos en Espa?a y Portugal, y yendo a otros territorios europeos y latinos que consideramos v¨¢lidos porque hay espectadores que demandan nuestros contenidos¡±, explica Tous. La primera consecuencia de estas buenas noticias es otra buena noticia: Filmin har¨¢ en 2021 una serie de producci¨®n propia.
A las oficinas de Filmin, ubicadas en Barcelona frente al Hospital Plat¨®, se entra atravesando un vest¨ªbulo donde descansa una moto Vespa que recuerda a la de Vacaciones en Roma. Hay decenas de carteles dedicados a Cameo, una distribuidora que desde sus comienzos editaba los DVD de El Deseo, Golem y Wanda Films, entre otras productoras. Carteles de La gran belleza, Volver y Blancanieves con firmas de sus directores o protagonistas cuelgan en la primera planta y, a simple vista, se percibe que el nombre de esta empresa pionera en la distribuci¨®n de cine independiente y de autor es clave para entender el origen de Filmin.
Cameo fue creada en 2003 por Tous, un distribuidor de pel¨ªculas en VHS en los noventa que se aficion¨® al cine cuando se saltaba las clases en el colegio para asistir a las sesiones dobles de la sala Pelayo de Barcelona y disfrutar especialmente con los w¨¦sterns. Reclut¨® en 2004 a Jaume Ripoll, cuyo padre fue programador de cines en Mallorca y abri¨® varios videoclubes en los ochenta. ¡°Con tan solo nueve a?os, me pasaba el d¨ªa recomendando pel¨ªculas que ve¨ªa en el videoclub¡±, recuerda Ripoll, que estudi¨® direcci¨®n cinematogr¨¢fica en la escuela de cine de Barcelona ESCAC. En 2005, tras abandonar Sogecable, se incorpor¨® Jos¨¦ Antonio de Luna, un gran aficionado al cine manga que se hizo amigo de Tous durante su etapa en Manga Films.
Los tres hicieron equipo en aquella oficina de ¡°ocho metros cuadrados¡± de Cameo en la calle de Calvet y se lanzaron a ¡°un reto¡±. ¡°Ten¨ªamos mucho conocimiento de cine en el ¨¢mbito dom¨¦stico y est¨¢bamos siempre hablando de que el futuro ser¨ªa digital¡±, explica Tous. El reto era montar ¡°algo que no exist¨ªa en Espa?a sin saber muy bien lo que era¡±, en palabras de De Luna, quien la noche antes de su boda hizo un plan de negocio para ese futuro. ¡°As¨ª de claro lo ten¨ªa¡±, dice entre risas. El plan iba en la misma direcci¨®n que la realidad en otros sectores culturales, como apunta Tous: ¡°Viendo lo que estaba pasando con Napster en el mundo de la m¨²sica, nos dijimos que no tardar¨ªa en pasar con el cine y que deb¨ªamos adelantarnos ofreciendo una distribuci¨®n online¡±. Pero hasta 2007 no naci¨® una nueva empresa que tomaba su nombre de una idea de Ripoll. ¡°Se me ocurri¨® porque une las palabras film, que en ingl¨¦s significa pel¨ªcula, e in, que puede significar dentro, pero tambi¨¦n independiente¡±. Una tarde, Ripoll le mand¨® por sms el nombre a Tous, que estaba viendo un partido de Brasil durante el Mundial de Alemania, y este le respondi¨®: ¡°Gol de Ronaldinho¡±. Lo ten¨ªan: su reto se llamar¨ªa Filmin.
Sin embargo, el gol fue en fuera de juego. Filmin, que cont¨® con la confianza de productores y distribuidores espa?oles para poner sus pel¨ªculas bajo demanda, se dio un batacazo. Entre 2007 y 2010, la plataforma chocaba contra la pirater¨ªa y consumi¨® todos sus recursos. ¡°No hab¨ªa ecosistema de tecnolog¨ªa streaming en Espa?a y los piratas lo hac¨ªan mejor que nosotros¡±, explica Tous. Necesitaban buenos proveedores de Estados Unidos, pero no ten¨ªan dinero. ¡°La frustraci¨®n era enorme¡±, recuerda Ripoll, quien lleg¨® a redactar una carta de dimisi¨®n que nunca fue a ning¨²n lado. Su salvaci¨®n fue la Uni¨®n Europea en 2012. ¡°Fuimos a Bruselas con el ipad bajo el brazo a explicar nuestro proyecto¡±, se?ala el director de contenidos. ¡°Y lo entendieron porque la UE sabe que la cultura es una fuente de riqueza. Nos dieron dinero y ambici¨®n¡±. Filmin pudo asentarse con un modelo que permit¨ªa tanto el alquiler de t¨ªtulos como la tarifa plana. Tambi¨¦n operaron como agregadora de contenidos para Movistar, Vodafone y Apple.
La ayuda de la UE fue su primera gran lanzadera de despegue, pero no la ¨²nica. Parad¨®jicamente, la otra fue la llegada de competidores. A pesar de que la plataforma estaba consolidada, los n¨²meros segu¨ªan siendo rojos. El paisaje solo cambi¨® con el desembarco de Netflix en Espa?a a finales de 2015, seguida de HBO. ¡°Ellos hicieron grande el pastel¡±, reflexiona el director ejecutivo. Desde entonces, acu?aron un lema: ¡°Somos el complemento perfecto¡±. En 2017, tras una d¨¦cada desde su nacimiento y con una cultura del streaming afianzada, este complemento especializado en cine antiguo y de autor dio por primera vez beneficios. Por fin, econ¨®micamente, la resistencia merec¨ªa la pena. ¡°Los beneficios llegaron con una identidad ya creada¡±, se?ala Ripoll.
La oficina de Filmin transmite su identidad. No solo por sus carteles de pel¨ªculas, sino por otro tipo de detalles, como el gui?o a una alfombra roja que se hace en su ascensor para subir a la segunda planta, donde hay muchos televisores y un proyector para una pantalla gigante a modo de sala, o por esa informaci¨®n visible en gr¨¢ficos sobre un cat¨¢logo de 15.000 t¨ªtulos, del cual el 65% es cine europeo. Y de este 65%, un 16% es cine espa?ol. El resto es cine independiente de todo el mundo, ¡°un cine no tan comercial y de palomitas¡±, en palabras de Ripoll, quien cuenta como hitos la adquisici¨®n de las pel¨ªculas de Metro Goldwyn Mayer, Universal y Sony. ¡°Nacimos como un lugar para derribar clich¨¦s del cine independiente¡±.
Una de las se?as m¨¢s caracter¨ªsticas de Filmin son sus colecciones, que agrupan pel¨ªculas en torno a una idea, como muchas playlists de Spotify. En total, son m¨¢s de 250 con el fin de ¡°hacer atractivo lo que a priori puede no serlo para un usuario¡±. En Filmin les gusta decir que ellos trabajan con ¡°algoritmos de pies y cabeza¡±, y eso significa que todo el cat¨¢logo depende de Ripoll y su equipo, que crean categor¨ªas seg¨²n la actualidad, las efem¨¦rides o incluso los estados de ¨¢nimo. Sobre la pared m¨¢s grande de la segunda planta, un gr¨¢fico muestra las 45 colecciones m¨¢s vistas. El ranking se mide con globos que se elevan seg¨²n el porcentaje de consumo del usuario. El globo m¨¢s elevado corresponde a la colecci¨®n Las 50 mejores pel¨ªculas del siglo XXI. Le siguen globos sujetos a Top descubrimientos 2018, Cult movies, Cuentos de verano y Las favoritas de Pedro Almod¨®var. En otro pasillo, una pizarra tiene un rosco dibujado con m¨¢s colecciones. Algunas de las m¨¢s variopintas y que han funcionado bien son Ecos y reflejos de Rosal¨ªa, Cine de tacitas, Lo que ve Joker y Suspiros de primavera. Cualquiera que bucee en su cat¨¢logo puede encontrar m¨¢s: desde Pel¨ªculas cortas hasta Escenas a la italiana. Al cierre de la edici¨®n de este reportaje, las ¨²ltimas en incorporarse fueron Los dandis, a prop¨®sito de Anatom¨ªa de un dandy, el documental sobre Francisco Umbral, y Homenaje a Jean-Claude Carri¨¨re, tras la muerte del guionista y actor franc¨¦s, estrecho colaborador de Bu?uel. ¡°Planteamos Filmin como un espacio acogedor, donde navegar sea enriquecedor. La idea es que pasear por el cat¨¢logo sea como pasear por una librer¨ªa c¨¢lida¡±, explica Ripoll. Esta librer¨ªa, adem¨¢s, tiene su propio peri¨®dico digital: The Filmin Times, una aplicaci¨®n web que vincula el s¨¦ptimo arte y la historia contempor¨¢nea con la idea de ampliar el alcance del cine europeo. Y tambi¨¦n tiene su propia feria: desde 2010, Filmin est¨¢ detr¨¢s del Atl¨¤ntida Film Fest, un festival de cine alternativo y de autor que se celebra en Mallorca y que el a?o pasado conmemor¨® su d¨¦cima edici¨®n con una versi¨®n en internet debido al coronavirus.
La pandemia ha sido, precisamente, un momento decisivo en el crecimiento de Filmin. El confinamiento decretado en marzo de 2020 dispar¨® el consumo de cine y series por streaming. Fue un verdadero cambio de paradigma. ¡°Lleg¨® much¨ªsimo espectador nuevo y tuvimos que hacer mucha inversi¨®n y adaptar muy r¨¢pidamente nuestra arquitectura¡±, cuenta Tous. ¡°Pasamos de cero a cien¡±, a?ade De Luna. Desde 2017 ven¨ªan de ir sumando r¨¦cords hist¨®ricos de suscriptores cada mes, pero, tras el estallido del coronavirus, dieron ¡°un salto brutal¡±. Seg¨²n el responsable de negocio, el sector del v¨ªdeo bajo demanda se convirti¨® para el espectador ¡°en una ventana de escape muy importante en una situaci¨®n dram¨¢tica¡±, pero tambi¨¦n con los cines cerrados o a medio gas, ¡°en una v¨ªa esencial de distribuci¨®n para la industria audiovisual¡±. Tanto es as¨ª que en el ¨²ltimo a?o festivales espa?oles y europeos, como el Festival de Cine de Sevilla, Sitges o My French Film Festival, han estrenado sus pel¨ªculas en la plataforma.
Sin embargo, como en el resto de las compa?¨ªas de series y cine digitales, no se facilitan los datos de suscriptores. Ellos se defienden. ¡°Cuando no lo da el mayor actor del mercado y no es transparente, el resto no lo puede dar si no sabe su dimensi¨®n real¡±, explica el director ejecutivo de Filmin. El mayor actor es Netflix, que cuenta con 4,17 millones de suscriptores de pago, seg¨²n un informe de la consultora Digital TV Research. ¡°Adem¨¢s, competimos en un mercado donde Netflix y Amazon no son lo mismo. Como compa?¨ªas son distintas¡±. De Luna comenta que a los productores y distribuidores se les dan los datos de consumo de sus productos, pero que, a diferencia de los medios de comunicaci¨®n, que facilitan sus n¨²meros de lectores y suscriptores, este mercado visual en internet no est¨¢ sometido a las exigencias de la publicidad. ¡°Si tuvi¨¦semos publicidad, no habr¨ªa ninguna duda de que estar¨ªamos todas auditadas y sujetas a esa informaci¨®n porque de eso depender¨ªa el inter¨¦s de los anunciantes. Ser¨ªa un mercado m¨¢s deportivo¡±. Y los tres a?aden algo m¨¢s: Filmin, con sede en Barcelona, tributa en Espa?a y est¨¢ obligada a dar toda la informaci¨®n a la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), regulador del sector. Netflix, HBO, Amazon Prime, Sky y otros servicios de televisi¨®n de pago en la red no tienen que rendir cuentas al regulador sobre su actividad ni pagan ning¨²n impuesto. Una circunstancia que est¨¢ previsto que corrija la nueva Ley General de la Comunicaci¨®n Audiovisual, presentada por el Gobierno, y que iguala a las compa?¨ªas de v¨ªdeo en web con las televisiones privadas en la producci¨®n del audiovisual, teniendo que aportar el 5% de sus ingresos operativos para financiar el cine europeo y el 3% de sus ingresos brutos para RTVE. De hecho, Netflix ha empezado a tributar en Espa?a desde el 1 de enero de este a?o.
Filmin es un ser menor ante esos gigantes, aunque ya los mira ¡°sin miedo¡± y orgulloso de su identidad, ¡°esa combinaci¨®n de Frankenstein¡±, en palabras de Ripoll, ilustrada en la pegatina que conjuga a Chaplin, Mad Men y Reservoir Dogs. Cerca de esa pegatina, un panel muestra los perfiles de los principales usuarios tipo de Filmin. Son fichas informativas, con sus gustos y costumbres, y aderezadas con un toque de humor, en las que se destacan cuatro: cin¨¦filos j¨®venes, hipsters, modernos s¨¦niores y cl¨¢sicos. Unos p¨®sits indican que hay que sumar nuevos perfiles, por ejemplo, los estudiantes de cine. Todo apunta a que en 2021, con el fen¨®meno de Filmin creciendo, se van a tener que a?adir unos cuantos p¨®sits m¨¢s.
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