Las inc¨®gnitas rodean a¨²n el asesinato de Khashoggi un a?o despu¨¦s
?D¨®nde est¨¢ su cad¨¢ver? ?Qui¨¦n ha sido procesado por el crimen? ?Hasta d¨®nde est¨¢ involucrado el pr¨ªncipe Mohamed Bin Salm¨¢n? Son algunas de las preguntas que todav¨ªa no tienen respuesta
Este mi¨¦rcoles se cumple un a?o desde que el periodista Jamal Khashoggi entrase al Consulado de Arabia Saud¨ª en Estambul para hacer una gesti¨®n burocr¨¢tica que le permitiese contraer matrimonio con su prometida. No sali¨® con vida. Su asesinato contin¨²a rodeado de interrogantes, sobre todo por la negativa de las autoridades saud¨ªes a cooperar en la investigaci¨®n.
?D¨®nde est¨¢ el cad¨¢ver?
Un equipo de 15 personas enviado desde Arabia Saud¨ª ¡ªincluidos miembros de los servicios de inteligencia¡ª lo esperaban en el interior de la delegaci¨®n diplom¨¢tica. El espionaje turco grab¨® las conversaciones que mantuvieron y, seg¨²n la transcripci¨®n de este audio ¡ªparcialmente publicado por el diario Sabah¡ª, Khashoggi fue drogado y posteriormente asfixiado cubri¨¦ndole la cabeza con una bolsa de pl¨¢stico. Su cuerpo fue luego descuartizado por el forense Muhamed al Tubaigy. Pero el cad¨¢ver o sus restos jam¨¢s han sido hallados.
A la polic¨ªa cient¨ªfica turca se le permiti¨® acceder al edificio y a la cercana residencia del c¨®nsul aunque solo dos semanas despu¨¦s del asesinato. Descubri¨® que los escenarios del crimen hab¨ªan sido cuidadosamente limpiados y las paredes repintadas. Aun as¨ª, al retirar una capa de pintura hall¨® muestras de sangre del columnista de The Washington Post.
Los agentes turcos creen que el cad¨¢ver fue trasladado a la residencia del c¨®nsul en varias bolsas de pl¨¢stico. De hecho, antes de la llegada de Khashoggi al consulado, Mahir Abdulaziz Mutreb, el jefe del escuadr¨®n, pregunta a Al Tubaigy: ¡°?Cabr¨¢ el cuerpo en una bolsa?¡±. A lo que ¨¦ste responde: ¡°No. Es muy pesado, y tambi¨¦n es alto. Siempre trabajo con cad¨¢veres, s¨¦ muy bien c¨®mo cortarlos. Nunca he trabajado en un cuerpo caliente, pero lo har¨¦ f¨¢cilmente¡±.
La investigaci¨®n turca ha manejado dos teor¨ªas: una, que los trozos del cad¨¢ver fuesen disueltos en ¨¢cido; la otra, m¨¢s reciente y basada en nuevos indicios, que fueron quemados en un horno del jard¨ªn de la residencia consular. El horno, que puede alcanzar los 1.000 grados de temperatura, fue utilizado durante los tres d¨ªas posteriores para asar 32 porciones de carne cruda encargados a un cercano restaurante, lo que, seg¨²n la polic¨ªa, habr¨ªa sido un intento de enmascarar las huellas de la quema del cad¨¢ver. Las nuevas peticiones de la polic¨ªa cient¨ªfica para examinar el horno han sido denegadas por las autoridades consulares.
?Por qu¨¦ es importante el caso Khashoggi?
Porque supone un salto cualitativo en la pol¨ªtica de represi¨®n saud¨ª: si bien algunos pr¨ªncipes exiliados ya hab¨ªan sido secuestrados y repatriados en el pasado, el asesinato de Khashoggi se enmarca en una campa?a de operaciones especiales contra la disidencia m¨¢s all¨¢ de las fronteras saud¨ªes.
Khashoggi, en realidad, no se consideraba un disidente: su familia tiene importantes lazos con el palacio (su abuelo fue m¨¦dico personal del rey fundador del Estado saud¨ª y su t¨ªo, un importante empresario y traficante de armas) y ¨¦l no cuestionaba la monarqu¨ªa absolutista que gobierna el pa¨ªs. S¨ª se hab¨ªa convertido en un cr¨ªtico cada vez m¨¢s feroz del pr¨ªncipe heredero, Mohamed Bin Salm¨¢n (MBS), a medida que ¨¦ste afianzaba su poder. Y eso le hab¨ªa llevado a exiliarse y ser objeto de campa?as de acoso online. Eran las llamadas ¡°moscas¡±, trolls y cuentas automatizadas que se dedican a amedrentar a los cr¨ªticos de MBS en una campa?a dirigida personalmente por su mano derecha, Saud al Qahtani. Khashoggi apoyaba un proyecto, llamado ¡°las abejas¡±, destinado a neutralizar estos ataques. En una conversaci¨®n de MBS captada por el espionaje estadounidense un a?o antes del asesinato, el pr¨ªncipe heredero instaba a un colaborador a traer de vuelta a Khashoggi y, si no se prestaba a ello, utilizar "una bala".
?Cu¨¢l es la implicaci¨®n de MBS?
La relatora de la ONU para las ejecuciones extrajudiciales, Agnes Callamard, concluy¨® en su informe sobre el caso que existen evidencias que implican al heredero saud¨ª y otros altos cargos del reino en el asesinato, por lo que exige un procesamiento internacional. Seg¨²n un informe de la CIA, durante las horas anteriores y posteriores al asesinato, el pr¨ªncipe Mohamed intercambi¨® 11 mensajes con Al Qahtani, que supervisaba al escuadr¨®n enviado a Estambul v¨ªa Skype. Tras el asesinato, Mutreb telefone¨® a un colaborador de MBS y le dijo: ¡°Dile a tu jefe que est¨¢ hecho¡±.
¡°Asumo toda la responsabilidad porque el crimen ocurri¨® bajo mi supervisi¨®n¡±, ha declarado el pr¨ªncipe a la cadena estadounidense PBS durante el rodaje de un documental. Si bien se excus¨® en que ¨¦l no dio la orden de asesinar a Khashoggi ni estaba al corriente de las actividades del grupo de ejecutores. Callamard ha calificado esa defensa de ¡°problem¨¢tica¡±. La relatora se pregunta, en una entrevista con la agencia France Presse, qu¨¦ significa la explicaci¨®n de que ¡°tiene responsabilidad corporativa, pero no responsabilidad personal¡±.
La CIA tambi¨¦n ha concluido ¡°con un grado de seguridad entre medio y alto¡± que MBS estuvo al tanto de la operaci¨®n y probablemente orden¨® la muerte del periodista.
?D¨®nde est¨¢ Al Qahtani?
El supervisor de la operaci¨®n y director del ¨¢rea de medios de comunicaci¨®n de la corte saud¨ª fue relevado de su puesto poco despu¨¦s de que Riad reconociese el asesinato de Khashoggi. Desde entonces no se le ha vuelto a ver y, aunque ha sido investigado, no est¨¢ imputado en los tribunales. Hay quienes sospechan que ha sido asesinado; otros, que sigue asesorando al pr¨ªncipe heredero entre bambalinas. Una fuente cercana al Gobierno saud¨ª admiti¨® recientemente a este diario que muy probablemente Al Qahtani segu¨ªa trabajando ¡°desde alguna habitaci¨®n oscura¡±.
La versi¨®n oficial, reiterada por MBS durante sus ¨²ltimas entrevistas, es que ese antiguo asesor de la Corte ¡°est¨¢ siendo investigado¡±.
?Han sido juzgados los culpables?
Arabia Saud¨ª anunci¨® la detenci¨®n de 18 personas en conexi¨®n con el asesinato, de las cuales 11 han sido imputadas. Del resto se desconoce si siguen detenidos, en arresto domiciliario o han recuperado completamente la libertad. En la primera sesi¨®n del juicio, la ¨²nica de la que se tiene noticia, se pidi¨® la pena de muerte para cinco de los encausados, cuyas identidades no han trascendido.
Tampoco ha habido ning¨²n testigo independiente de esa vista, ya que en Arabia Saud¨ª los procesos judiciales no son p¨²blicos y ni siquiera se anunci¨® su celebraci¨®n. Solo en ocasiones se autoriza a las familias a estar presentes, ya que tampoco se asegura la defensa letrada.
Turqu¨ªa se ha apoyado en esa opacidad y la ausencia de separaci¨®n de poderes (el rey es el ¨²ltimo ¨¢rbitro judicial) para exigir que los sospechosos le sean entregados. Pero aunque la Fiscal¨ªa de Estambul ha instruido un sumario, el juicio en los tribunales turcos a¨²n no ha comenzado. Uno de los amigos de Khashoggi, el periodista turco Turan Kislak?i, anunci¨® la semana pasada que, coincidiendo con el aniversario del asesinato, se solicitar¨¢ a la Corte Penal Internacional de La Haya el inicio de un proceso judicial sobre el caso.
?Por qu¨¦ Turqu¨ªa no hace p¨²blicas sus grabaciones?
Turqu¨ªa ha compartido el sonido grabado extrajudicialmente en el consulado saud¨ª con otros Ggobiernos, mayormente a trav¨¦s de transcripciones del audio. A Callamard, la relatora de la ONU, se le permiti¨® escucharlo en la sede de los servicios secretos turcos. Tambi¨¦n se ha filtrado parte de su contenido a algunos medios de comunicaci¨®n. Quienes lo han escuchado coinciden en que se trata de un audio demasiado macabro para emitirlo, aunque tambi¨¦n hay consideraciones pol¨ªticas: su mera existencia oficializa que Turqu¨ªa esp¨ªa a las legaciones consulares en su territorio.
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