Julio C¨¦sar, a 70 kil¨®metros de Madrid
Localizados en Segovia dos campamentos legionarios romanos levantados para poner cerco a una ciudad vetona
Julio C¨¦sar pis¨® dos veces el suelo de Hispania. La primera en el 69 antes de Cristo, como cuestor, una especie de gran administrador de la Hispania Ulterior, y la segunda poco despu¨¦s, en el 61 a. C. y ya como propretor, el magistrado que dirig¨ªa la provincia bajo el mando del c¨®nsul de Roma. Pero a C¨¦sar no le sal¨ªan las cuentas en su mete¨®rica carrera pol¨ªtica y opt¨® entonces por buscar la guerra para llenar sus vac¨ªas arcas. Los belicosos lusitanos, que ocupaban el oeste de ...
Julio C¨¦sar pis¨® dos veces el suelo de Hispania. La primera en el 69 antes de Cristo, como cuestor, una especie de gran administrador de la Hispania Ulterior, y la segunda poco despu¨¦s, en el 61 a. C. y ya como propretor, el magistrado que dirig¨ªa la provincia bajo el mando del c¨®nsul de Roma. Pero a C¨¦sar no le sal¨ªan las cuentas en su mete¨®rica carrera pol¨ªtica y opt¨® entonces por buscar la guerra para llenar sus vac¨ªas arcas. Los belicosos lusitanos, que ocupaban el oeste de la Pen¨ªnsula, se convertir¨ªan en su objetivo y, junto a ellos, los vetones, otro pueblo de cultura c¨¦ltica que se extend¨ªa aproximadamente por parte de las actuales provincias de ?vila, Segovia, C¨¢ceres y Toledo. As¨ª pues, sus oppida ¨Dciudades fortificadas¨D, deber¨ªan ser sometidas por completo antes de enfrentarse a los lusitanos. No pod¨ªan quedar enemigos en la retaguardia. Una de estos asentamientos fue encontrado por el arque¨®logo Iv¨¢n Aguilera en 2016 en El Espinar (Segovia). Denomin¨® el yacimiento Canto-Los Hierros, por ser el nombre del afloramiento rocoso sobre el que se alzaba el poblado. Ahora, este investigador, con el apoyo de la asociaci¨®n cultural Colectivo Az¨¢lvaro, ha hecho p¨²blica la identificaci¨®n de, al menos, dos de los campamentos que podr¨ªan relacionarse con los que el genio militar romano levant¨®, a unos 70 kil¨®metros de Madrid, para abrirse camino hacia Lusitania y acabar con los vetones.
El estudio ¡°Ciudadela fin¨ªcola: el asentamiento de Canto-Los Hierros (El Espinar-Segovia)¡±, firmado por Aguilera, detalla que este poblado asediado fue construido junto a una v¨ªa de comunicaci¨®n estrat¨¦gica que luego servir¨ªa para dividir las provincias romanas de Hispania Ulterior y Citerior. Seg¨²n argumenta en el informe, ¡°la ciudadela de Canto-Los Hierros fue erigida seguramente durante la Edad del Hierro, al socaire de una ruta natural entre los principales vados del Duero y del Tajo y por una ¨¦lite de intermediarios en el flujo comercial, como eran los vetones¡±. Adem¨¢s, la ciudad fortificada segoviana ten¨ªa contacto visual con otro poblado prerromano, el de Ulaca (Villaviciosa, ?vila), uno de los m¨¢s importantes emplazamientos vetones conocidos y excavados y que contaba con una muralla de tres kil¨®metros.
El asentamiento protohist¨®rico de Canto-Los Hierros, afirma Aguilera, ¡°es por s¨ª mismo excepcional¡±, porque se sit¨²a en pleno Sistema Central, a m¨¢s de 1.700 metros sobre el nivel del mar, y porque abarca una superficie m¨ªnima de 135 hect¨¢reas, que incluye los campamentos romanos de su entorno que la asediaron. ¡°Esto supone una nueva oportunidad para revisar la expansi¨®n de la civilizaci¨®n cl¨¢sica desde el Lacio hasta Hispania¡±, mantiene.
Para Aguilera, promotor del programa arqueol¨®gico, se trata de ¡°un colosal yacimiento sin paralelo en la Pen¨ªnsula¡±. Pero el experto se queja de falta de ayudas p¨²blicas y de dificultades para acceder a los terrenos del yacimiento, puesto que son de propiedad privada.
Por el momento, en la ciudadela vetona se han detectado cuatro l¨ªneas de muralla, que abarcan una superficie en la que cabr¨ªa ¨ªntegramente el actual casco urbano de El Espinar, municipio de unos 9.000 habitantes. Asociada a este asentamiento c¨¦ltico, sostiene el especialista, ¡°se ha corroborado la existencia de dos campamentos romanos, en los que se han encontrado materiales fechados a mediados del siglo I antes de nuestra Era y estructuras enmarcadas en los modelos castrenses de la Roma tardorrepublicana¡±.
Por todo ello, y ¡°por ser los ¨²nicos castra [campamentos fortificados romanos] documentados hasta el momento en el mediod¨ªa del valle del Duero¡±, las fortificaciones de campa?a localizadas, sostiene Aguilera, tienen una gran transcendencia arqueol¨®gica. Estas ser¨ªan un claro antecedente de las tan conocidas como guerras asturc¨¢ntabras acaecidas escasas d¨¦cadas despu¨¦s, las emprendidas entre el 29 a.C. y el 19 a.C. por el emperador Augusto y asociadas igualmente a una red de campamentos ¨Dhasta 40¨D para ocupar todo el norte peninsular.
Cuando Roma venc¨ªa a un pueblo de Hispania, sol¨ªa desmontar sus asentamientos fortificados para evitar la reocupaci¨®n. Creaba otros en los valles que segu¨ªan la arquitectura y el urbanismo latino. En el caso de la ciudad vetona de El Espinar, tuvo que hacer descender a la poblaci¨®n desde los 1.700 metros de altura hasta los verdes valles segovianos.