El estudio gen¨¦tico de Col¨®n obliga a exhumar una veintena de cuerpos
Los expertos analizar¨¢n, entre otros, el ADN de miembros de la dinast¨ªa espa?ola Trast¨¢mara, de la casa de Av¨ªs de Portugal, de un obispo gallego y de portadores del ant¨ªgeno HLA-B27
Se trata de una gran paradoja. Los ocho historiadores que participan en el proyecto de investigaci¨®n Colon ADN. Su verdadera identidad parten de las mismas pruebas materiales y de los mismos personajes; sin embargo, sus resultados son diametralmente opuestos. As¨ª que la ¨²nica soluci¨®n ser¨¢ someterlos al microscopio de la ciencia. Para evitar errores, los cient¨ªficos han tenido que esperar casi 18 a?os con el fin de que la tecnolog¨ªa requer...
Se trata de una gran paradoja. Los ocho historiadores que participan en el proyecto de investigaci¨®n Colon ADN. Su verdadera identidad parten de las mismas pruebas materiales y de los mismos personajes; sin embargo, sus resultados son diametralmente opuestos. As¨ª que la ¨²nica soluci¨®n ser¨¢ someterlos al microscopio de la ciencia. Para evitar errores, los cient¨ªficos han tenido que esperar casi 18 a?os con el fin de que la tecnolog¨ªa requerida est¨¦ disponible, ya que comenzaron en 2003 cuando no estaba tan desarrollada. Fue el historiador Marcial Castro quien prendi¨® la mecha al preguntar en 2002 a Jos¨¦ Antonio Lorente, catedr¨¢tico de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Granada y uno de los m¨¢s reputados expertos del mundo en ADN, si ¡°podr¨ªa la gen¨¦tica determinar d¨®nde naci¨® Col¨®n¡±. Este le respondi¨®: ¡°Ahora, no, pero dentro de unos a?os¡¡±. Y estos han transcurrido. Por el an¨¢lisis gen¨¦tico del equipo de Lorente pasar¨¢n, entre otros, el infante don Pedro, un ni?o de seis a?os muerto en 1366; la princesa portuguesa Leonor de Av¨ªs, miembros de la dinast¨ªa Trast¨¢mara; Aldonza de Mendoza, duquesa de Arjona; descendientes de la familia portuguesa Atayde; Juan Fern¨¢ndez de Sotomayor, obispo de Tuy, fallecido en 1423; posibles parientes navarros que portar¨ªan un ant¨ªgeno espec¨ªfico¡ As¨ª hasta sumar m¨¢s de una veintena de personas que podr¨ªan estar relacionadas con el navegante. La cifra podr¨ªa ascender porque est¨¢n pendientes algunos permisos de exhumaci¨®n.
Para comprender esta historia, con tintes surrealistas en sus comienzos, hay que remontarse a 1950, cuando se abre la cripta del sevillano convento de La Cartuja ¨Den aquellos a?os ya convertido en la f¨¢brica de cer¨¢mica Pickman¨D y se hallan los restos de Diego Col¨®n, hermano del almirante. Nadie sabe qu¨¦ hacer con ellos, as¨ª que los introducen en una urna de zinc y esta comienza a dar vueltas por las dependencias de la industria. Terminan sirviendo de escal¨®n ¨D¡±en cuyo interior hab¨ªa algo que sonaba¡±, recuerdan los trabajadores¨D a una empleada para acceder a los estantes m¨¢s altos. Al final, alguien revela la verdad, la mujer sufre una crisis de ansiedad y los operarios deciden enterrar los huesos en el jard¨ªn.
Espa?a y la Rep¨²blica Dominicana siempre se han disputado la propiedad de los huesos de Col¨®n. Para los dominicanos sus restos descansan en Santo Domingo y para los espa?oles en Sevilla. El propietario de la f¨¢brica de La Cartuja, Carlos Pickam, siempre sostuvo que las dos partes ten¨ªan raz¨®n, porque el cuerpo hab¨ªa sido dividido. As¨ª que en 1959, la Universidad de Yale (EE UU) pidi¨® permiso al dictador caribe?o Rafael Le¨®nidas Trujillo para examinar la urna dominicana. Este se lo concedi¨®, pero al abrirla se encontr¨® que estaba sellada con un cristal. Como no ten¨ªan autorizaci¨®n para romperla, radiografiaron los elementos ¨®seos que pudieron moviendo la caja.
En 2003, Castro y Lorente lograron los permisos para abrir la tumba de Col¨®n en Sevilla. Un cerrajero forz¨® el candado ¨Dninguna de las llaves de la catedral serv¨ªa¨D y hallaron un revuelto de peque?os trozos de huesos mezclados con tierra, porque el cad¨¢ver llevaba siglos dando vueltas. De Valladolid a Sevilla, de all¨ª a Santo Domingo hasta 1793, luego a Cuba hasta 1898 y un a?o m¨¢s tarde a la capital andaluza.
Al comparar en 2005 los huesos sevillanos con las radiograf¨ªas de Yale, los forenses espa?oles determinaron que cinco coincid¨ªan, por lo que se trataba de dos individuos diferentes: nadie puede tener dos sacros.
La tecnolog¨ªa de 2005 permiti¨®, eso s¨ª, concluir que los huesos de la tumba de Col¨®n, los de su hijo Hernando, enterrado tambi¨¦n en la catedral, y los de la caja de La Cartuja ¨Da los trabajadores, ya jubilados, les cost¨® recordar d¨®nde lo hab¨ªan enterrado¨D correspond¨ªan a tres personas relacionadas gen¨¦ticamente: Crist¨®bal, Diego y Hernando Col¨®n. Pero era imposible ir m¨¢s all¨¢. Adem¨¢s, cada investigaci¨®n supon¨ªa la destrucci¨®n de muchos gramos de hueso, algo que ya no es necesario, puesto que con 0,1 nanogramos se pueden obtener actualmente resultados muy ajustados. El programa quedaba congelado.
En 2021 se ha retomado el proyecto creando un grupo de trabajo cient¨ªfico y otro hist¨®rico. Se ha reclamado para este ¨²ltimo la ayuda de ocho historiadores. Los especialistas italianos ¨D¡±por obvio¡±¨D no han querido defender su extendida teor¨ªa de que era genov¨¦s. Sin embargo, otros historiadores se hacen esta pregunta. ¡°Si era genov¨¦s, ?por qu¨¦ nunca escribi¨® ni una palabra en su supuesta lengua materna?¡±. ¡°Solo los que no dan por bueno lo que aparece en los viejos libros hacen avanzar la ciencia¡±, remacha Lorente.
Los portugueses Jos¨¦ y Antonio Mattos, por ejemplo, sostienen que el marino era el hijo bastardo de Leonor de Av¨ªs, princesa de Portugal. Su hip¨®tesis, a grandes rasgos, es que la arist¨®crata ocult¨® su alumbramiento para poder casarse con el emperador Maximiliano, por lo que toda la vida arrastr¨® la pena. En todos los cuadros donde aparece, sus vestidos llevan una granada abierta, s¨ªmbolo de aquella desgracia.
El m¨¢s dr¨¢stico es Francesc Albadanar i Llorenses, de la Sociedad Catalana de Estudios Hist¨®ricos. ¡°Si los an¨¢lisis de ADN no demuestran que era jud¨ªo, mi teor¨ªa no vale nada¡±. Este historiador ¨Dpara quien ni Carlos V, ni Felipe II, ni Felipe III fueron reyes de Espa?a, ¡°sino que era un conglomerado de distintos reinos¡±¨D sostiene que Col¨®n era ¡°un extranjero en Castilla, porque era s¨²bdito de la corona catalano-aragonesa¡±. Afirma que en 2006 un programa inform¨¢tico demostr¨® que en la manera de expresarse del navegante ¡°subyace el catal¨¢n¡± y que ¡°utilizaba letra g¨®tica catalana¡±. Sin embargo, sus ¨²ltimos hallazgos le han llevado a pensar que era valenciano.
Enfermo de dislalia
El profesor asociado de la Facultad de Geograf¨ªa de la Universidad Complutense Alfonso C. Sanz N¨²?ez opina que Col¨®n ¡°no es que no fuera espa?ol, sino que sufr¨ªa dislalia, un trastorno en la pronunciaci¨®n que le hac¨ªa parecer extranjero¡±. Su hip¨®tesis es que se llamaba Crist¨®bal Col¨®n Terra-Rubea, un punto en el que coinciden varios expertos. Y ¡°rubea¡± en lat¨ªn es espina, es decir de la tierra de las espinas, que significar¨ªa que era natural de Espinosa de Henares (Guadalajara). Varios familiares del descubridor, seg¨²n el especialista, llevaron el apellido Espinosa. Adem¨¢s, como el navegante firmaba S/S.A.S/X.M.Y, su r¨²brica se puede interpretar como ¡°soy sucesor de Aldonza Mendoza. Crist¨®bal Mendoza yo¡±. El cuerpo de Mendoza se conserva en Cogolludo (Guadajara), junto con los de su hijo, en teor¨ªa Col¨®n.
Otra hip¨®tesis es la de Eduardo Esteban Muru¨¦ndano, presidente de la Asociaci¨®n Crist¨®bal Col¨®n Galego, que hace hincapi¨¦ en la toponimia, la lengua y las pruebas documentales existentes. La teor¨ªa gallegista, que arranca a principios del siglo XX, destaca la coincidencia de 45 top¨®nimos americanos con los de la r¨ªa de Pontevedra. Cree que el marino estaba emparentado con la familia gallega Fern¨¢ndez Sotomayor, de la que un obispo de Tuy fue miembro. El cuerpo del religioso ser¨¢ uno de los exhumados.
La tesis mallorquina, defendida por Gabriel Verd Martorell, presidente de la Asociaci¨®n Cultural Crist¨®bal Col¨®n, es que era hijo natural del pr¨ªncipe de Viana, hermano de Fernando el Cat¨®lico, y de la mallorquina Margalida Colom. Lleg¨® al mundo en Felanitx (Mallorca), en 1460. Una de las pruebas de su origen balear es que escrib¨ªa ¡°almirant¡± y no ¡°almirall¡±, como se hace en catal¨¢n.
Como Col¨®n dej¨® escrito ¡°yo no soy el primer almirante de mi familia¡±. Fernando Branco, profesor de la Universidad de Lisboa, lleg¨® a la conclusi¨®n de que era un corsario portugu¨¦s llamado Pedro Atayde. Y, seg¨²n ¨¦l, esta persona no es m¨¢s que un trasunto del propio Col¨®n. Que firmara con el apellido de Terra Rubra no hace m¨¢s que confirmar su origen en Coimbra (Portugal), donde se halla el Monte Rubeo.
El m¨¦dico Jos¨¦ Mar¨ªa Ercilla muestra la m¨¢s dispar hip¨®tesis, pero la m¨¢s f¨¢cil de comprobar. Col¨®n era agote ¨Duna minor¨ªa del norte de Navarra¨D y, por lo tanto, portar¨ªa el cromosoma HLA-B27. Ercilla muestra m¨¢s de 100 top¨®nimos vascos en Am¨¦rica y que las 10 personas m¨¢s cercanas al descubridor siempre eran vasco-navarros. Lo del apellido Terra-Rubra lo soluciona recordando que Ainza, el supuesto pueblo natal, est¨¢ dentro de la comarca de Baigorri, que en vascuence significa tierra roja.
El profesor Lorente insiste en que todos los ADN ser¨¢n comprobados ¨Dexcepto el de los padres del descubridor, por inexistentes¨D, adem¨¢s de intentar determinar su procedencia directamente a trav¨¦s de las mutaciones que pudo haber sufrido durante siglos el grupo humano al que pertenec¨ªa. Este sistema de an¨¢lisis se someter¨¢ a una doble comprobaci¨®n. Ya se han transportado los restos del descubridor, y pronto de sus hipot¨¦ticos familiares, a los laboratorios de la Universidad de Granada, Florencia y Texas. Los an¨¢lisis ser¨¢n confirmados en M¨¦xico y Roma.
Los resultados se har¨¢n p¨²blicos el pr¨®ximo 12 de octubre en un documental producido por RTVE y Story Producciones. La respuesta final ser¨¢ un aut¨¦ntico descubrimiento.