V¨ªctor Manuel: ¡°La mayor limitaci¨®n art¨ªstica es la autocensura¡±

Con 15 a?os agarr¨® unes perres (un dinero en bable) ahorrado y sali¨® de Mieres rumbo a Madrid. Su idea era ganar algo de dinero y volver a su pueblo a montar una cafeter¨ªa, pero se le torcieron los planes y acab¨® convirti¨¦ndose en uno de los cantautores m¨¢s emblem¨¢ticos de las ¨²ltimas d¨¦cadas. V¨ªctor Manuel asegura no sentir el canto de la retirada y se ve con fuerzas para seguir, aunque admite que desde que estall¨® la emergencia sanitaria del coronavirus no ha agarrado una guitarra. El artista protagoniza una de las entregas de la Colecci¨®n Cantautores de EL PA?S que comienza el pr¨®ximo domingo.

Pregunta. Ser¨ªa raro empezar una entrevista en estos tiempos que corren sin preguntarle c¨®mo lleva la pandemia.

Respuesta. No puedo quejarme. Salgo a la calle todos los d¨ªas, sin excepci¨®n. Intento caminar dos horas y aplicar rutinas. Lo que m¨¢s he echado de menos es la libertad de movimientos: a m¨ª me encanta coger el coche para ir a ninguna parte, ponerme a conducir y regresar.

P. ?Y la m¨²sica?

R. Llevo meses sin coger una guitarra. Con esta situaci¨®n no me he visto con ganas de escribir ni tocar. Tengo la cabeza un poco revuelta.

P. El suyo es un sector al que la covid ha hecho especial da?o.

R. Ha hecho un tajo al mundo de la m¨²sica. A los que empiezan, que se han quedado sin oportunidades, y a los que estamos terminando, que nos ha quitado la ilusi¨®n de las ¨²ltimas giras.

P. ?C¨®mo se convierte en m¨²sico un chaval de la cuenca minera asturiana de mitad del siglo pasado?

R. Yo crec¨ª sin ning¨²n contacto con la cultura. Mi padre era trabajador de Renfe en Mieres y, junto a mi madre, ten¨ªan un negocio de venta de pollos y huevos. As¨ª que me convert¨ª en un ni?o so?ador. Encajonado entre las monta?as que rodean Mieres, so?aba mucho a trav¨¦s de la radio y a trav¨¦s de lo que iba llegando a la ciudad: si llegaba el circo, me pasaba el d¨ªa curioseando alrededor y so?ando que me dedicaba a eso. Si ven¨ªa el teatro, lo mismo. Un partido de f¨²tbol, un recital¡­ Crec¨ª so?ando, hasta que con 15 a?os decid¨ª irme a Madrid.

P. ?Se lanz¨® a Madrid con un sue?o?

R. En realidad, a Madrid me fui con la idea de ganar unes perres, volver a Mieres y montar una cafeter¨ªa. Pero las cosas fueron saliendo¡­

P. Hay un momento, en el que une su talento musical y sus or¨ªgenes asturianos, que da un salto y empieza a ser conocido.

R. Yo escrib¨ª 30 o 40 canciones que eran una mierda, sin personalidad. Hasta que decid¨ª transformar mi v¨ªnculo y mi amor por mi tierra en canciones. Una de las primeras que escrib¨ª fue El abuelo V¨ªctor. Se la toqu¨¦ a un amigo a la guitarra y se puso a llorar emocionado. A m¨ª me sorprendi¨®. Le pregunt¨¦ ¡°?por qu¨¦ lloras?¡±. Y me dijo: ¡°Home, yo tambi¨¦n tengo g¨¹elu [abuelo]¡±. Y ah¨ª me di cuenta, me dije: ¡°Co?o, ?qu¨¦ pasa aqu¨ª? Esto funciona¡±. Al final lo local es lo m¨¢s global. Juan Cueto lo llamaba lo glocal.

P. Encontr¨® la f¨®rmula¡­

R. Avanc¨¦ por ese camino. Escrib¨ª varios temas as¨ª, pero al acabar el primer disco sent¨ª que ten¨ªa que moverme a otro sitio. Y ah¨ª naci¨® Soy un coraz¨®n tendido al sol.

P. En esa ¨¦poca tuvo problemas serios con la censura.

R. Es curioso, porque yo tuve problemas con la censura cuando todav¨ªa ten¨ªa muy poca inquietud ni intenci¨®n pol¨ªtica. Planta 14 fue censurada, pero yo no ten¨ªa un mensaje pol¨ªtico todav¨ªa. Fue cuando empec¨¦ a girar por Am¨¦rica cuando me di cuenta realmente de la situaci¨®n que hab¨ªa en Espa?a y endurec¨ª mi discurso.

P. ?Cree que la censura pervive en Espa?a de alg¨²n modo?

R. Creo que hoy en d¨ªa las mayores limitaciones art¨ªsticas son las que uno mismo se impone. Chavales que ven que otro artista se ha metido en un l¨ªo y dicen: ¡°Voy a evitar ese charco¡±. La autocensura en Espa?a es grande. Y despu¨¦s creo que hay que revisar algunas cosas: que alguien vaya a la c¨¢rcel por escribir una canci¨®n es una aberraci¨®n.

P. Estamos hablando de m¨²sica, pero bien podr¨ªamos estar hablando de f¨²tbol¡­

R. De chaval yo jugaba en el Caudal Juvenil. Me hicieron una prueba y me cogieron. Siempre me ha encantado jugar al f¨²tbol. A la vez que jugaba, empezaba con la m¨²sica. Un d¨ªa que hac¨ªa mucho fr¨ªo me coincidi¨® que ten¨ªa que dar un concierto justo despu¨¦s de un partido. Pens¨¦ que pod¨ªa acatarrarme as¨ª que no fui al partido y me echaron del club. Ah¨ª acab¨® mi carrera futbol¨ªstica [r¨ªe].

P. Como la futbol¨ªstica, ?la carrera musical tiene un final? ?Atisba una retirada?

R. No he tenido nunca la sensaci¨®n de retirada. Hay veces que en una gira te notas cansado de hoteles y carretera y quieres parar, pero retirarme no.

P. Dicen que vivimos m¨¢s tensi¨®n pol¨ªtica que nunca. ?Est¨¢ de acuerdo?

R. Hay demasiada tensi¨®n para la clase pol¨ªtica cada vez m¨¢s p¨¢lida que tenemos. Vivimos una ¨¦poca en la que se hace pol¨ªtica a golpe de tuit, pol¨ªtica de efectos especiales. Se echa de menos m¨¢s altura pol¨ªtica.

P. ?Cu¨¢nto pesan en eso las redes sociales?

R. Hay una sobreinformaci¨®n. Es como si rebosara el vaso. Yo hay veces que apago todo y me pongo a escuchar media hora Pek¨ªn FM, la emisora en chino. Y me quedo como nuevo.

P. ?Y viendo los partidos del Sporting de Gij¨®n?

R. El Sporting tambi¨¦n, pero ver f¨²tbol de Segunda es duro. Los notas tan presionados, tan tensos, que no juegan a nada, no dan tres pases. Y se hace dif¨ªcil de ver.