Novelas para leer con orgullo
Garth Greenwell, John Boyne o Julieta Valero firman novedades literarias que se suman a rescates de Pasolini o Mendicutti que abordan la tem¨¢tica homosexual
En la primera escena de la novela Pureza (Literatura Random House) de Garth Greenwell, el protagonista, un profesor estadounidense de literatura anglosajona en Bulgaria, se toma un caf¨¦ con un alumno que le confiesa el sufrimiento que le produce su amor no correspondido por su mejor amigo. Sin embargo, el narrador se sorprende al descubrir que lo que desea su estudiante no es encontrar una forma natural de vivir su homosexualidad, sino recrearse en ese sentimiento de extra?amiento que se ha convertido en el n¨²cleo de su identidad. ¡°?Qu¨¦ vida podr¨ªa yo querer si no esa?¡±, le espeta el joven al docente perplejo, ¡°?qu¨¦ otra vida iba a poder soportar?¡±. El nuevo libro de Greenwell, que ha figurado en varias listas de las mejores novelas anglosajonas de 2020, es una buena muestra del modo en que lo que anta?o se denominaba simplemente ¡°tem¨¢tica LGTBIQ¡± ¡ªen ocasiones, con una secci¨®n propia en las librer¨ªas¡ª se ha integrado con fluidez en las mesas de novedades, m¨¢s que nunca en junio, mes del Orgullo, que culmina con la gran celebraci¨®n del pr¨®ximo s¨¢bado.
Greenwell ha convertido ¡°el sexo, el deseo, la verg¨¹enza, la enfermedad, la identidad, la extra?eza y el amor¡± (la enumeraci¨®n es suya) en un polo de su escritura. Tambi¨¦n en un reconocimiento de su deuda con los autores que le precedieron en esta b¨²squeda, tal y como explica por correo. ¡°Encontrar La habitaci¨®n de Giovanni de James Baldwin a los 14 a?os en una librer¨ªa de Louisville, Kentucky, marc¨® un punto de inflexi¨®n en mi vida, porque fue el primer libro que le¨ª que suger¨ªa que mi vida como hombre gay pod¨ªa tener dignidad¡±, explica. ¡°En aquella ¨¦poca no era escritor, y a¨²n faltaba mucho para que lo fuera, pero aquel fue el inicio de una conversaci¨®n vital con una tradici¨®n de literatura queer¡±, a?ade. El escritor menciona nombres como Proust, Henry James, Virginia Woolf, Reinaldo Arenas, Jeanette Winterson o Rafael Chirbes. ¡°Por eso escribo, para intentar dar una respuesta a estos libros que han significado tanto para m¨ª¡±.
En esa conversaci¨®n se puede ubicar La aldea de Rom¨¤ns (Altamarea), una novela que Pier Paolo Pasolini concluy¨® hacia 1950 y que ahora se edita por primera vez en espa?ol. La vivencia culpable de la homosexualidad es el epicentro invisible del se¨ªsmo emocional que sacude al sacerdote rural Paolo, que seg¨²n Nico Naldini, editor y exhumador del texto, es un alter ego del propio autor. En este relato que Pasolini concibi¨® como un veh¨ªculo de denuncia social y de indagaci¨®n espiritual ¡ªuna suerte de San Manuel Bueno, m¨¢rtir a la friulana¡ª, la sexualidad no aparece expl¨ªcitamente nombrada, pero ¡°lo que s¨ª se difunde de manera palpable es la ansiedad, la neurosis de la angustia que atormenta la apacible alma del padre Paolo¡±, escribe Naldini.
La vivencia de la homosexualidad desde el conflicto interior articula asimismo Las furias invisibles del coraz¨®n (Salamandra), la novela m¨¢s reciente de John Boyne, conocido por el superventas El ni?o del pijama de rayas. Esta novela de formaci¨®n narra siete d¨¦cadas de historia de Irlanda desde la mirada de un anciano nacido en 1945 que lucha por superar el sentimiento de culpa asociado a su homosexualidad. No es una cuesti¨®n menor. Toda una tradici¨®n literaria, de Proust a Cocteau, Peyrefitte, Garc¨ªa Lorca o el primer Juan Goytisolo, se afirm¨® a s¨ª misma construyendo sofisticadas arquitecturas verbales en torno a la censura y la elipsis de una sexualidad disidente.
No hay elipsis, sin embargo, en Bollo (Dos Bigotes), publicada esta primavera por la experta en pedagog¨ªa y en estudios LGTBIQ Melani Penna Tosso. A trav¨¦s del humor, los juegos de palabras, el costumbrismo y una concepci¨®n de la literatura como herramienta de subversi¨®n pol¨ªtica, esta novela corta lucha contra los intentos de encasillar lo l¨¦sbico. Tampoco cabe confusi¨®n en Mansos (Alfaguara), el aplaudido estreno literario de quien entonces (en 2010, cuando se public¨® por primera vez) era Roberto Enr¨ªquez y hoy es Bob Pop. La biograf¨ªa de este periodista cultural, guionista y ex¨¦geta de la cultura popular es ahora el motor narrativo de Maric¨®n perdido (TNT), una serie televisiva que recoge parcialmente el argumento de esta novela cuya publicaci¨®n fue una apuesta personal de Constantino B¨¦rtolo, el editor hasta 2014 de Caballo de Troya. Con un lenguaje ¨¢gil y preciso hasta rozar el v¨¦rtigo, Enr¨ªquez narra el periplo nocturno de un joven acomodado, entre el vodevil y la epifan¨ªa, en una sauna gay de Madrid.
Tambi¨¦n el paso del tiempo permite apreciar con una perspectiva diversa Una mala noche la tiene cualquiera (Tusquets), la reedici¨®n de uno de los mayores ¨¦xitos de Eduardo Mendicutti, publicado por primera vez en 1988 y que narra las vivencias de una transformista, la Madel¨®n, durante la noche del intento de golpe de Estado del 23-F. ¡°Hasta entonces, lo poco y m¨¢s o menos notable que se hab¨ªa publicado con protagonistas LGTBIQ era casi siempre oscuro, amargo, doloroso, penitencial, ofensivo¡±, explica Mendicutti por correo electr¨®nico. ¡°Se toleraba, siempre que quedase claro que el gay o la lesbiana pagaba un precio social, penal o vital por el pecado o el delito de serlo. Una mala noche¡ era alegre, carec¨ªa de complejo de culpabilidad y ten¨ªa un ¨¢nimo pele¨®n casi inocente¡±. Para Mendicutti, la recuperaci¨®n este a?o de su texto le permite reencontrase con una novela ¡°muy divertida, muy desinhibida, muy combativa sin atosigar¡±, apunta. ¡°Por desgracia, a mi edad, no s¨¦ si sabr¨ªa escribirla ahora. Esta novela me rejuvenece, pero no hasta volverme lo bastante petarda. Me guste o no, que no me gusta, ya soy un escritor senior¡±.
Mendicutti aprecia una evoluci¨®n en la presencia de la tem¨¢tica LGTBIQ en la escena literaria. ¡°Los nuevos escritores gais ya no sienten la necesidad de escribir desde el laberinto del miedo y la soledad, ni desde una torre de marfil¡±, se?ala. ¡°En ese sentido, mi novela y yo tal vez fuimos pioneros. Pero est¨¢ volviendo, a lomos de ciertas ideolog¨ªas, la hostilidad y agresividad contra el colectivo. Y eso quiz¨¢s marque tambi¨¦n nuestra literatura LGTBIQ ahora y en un futuro inmediato¡±.
En esa tensi¨®n entre el pasado y el presente, entre la aceptaci¨®n y la violencia, se mueve asimismo una novela de signo muy distinto. En Ni?os aparte (Caballo de Troya), la escritora Julieta Valero aborda el tema de la maternidad desde lo queer. ¡°La realidad es tozuda y mucho m¨¢s rica y compleja que el modelo heteropatriarcal¡±, explica la autora, ¡°la literatura ten¨ªa que reflejar eso, inevitablemente¡±. Su novela, protagonizada por dos mujeres con hijos en edad escolar que deciden reconstituirse como familia, en palabras de Valero, ¡°no tematiza expl¨ªcitamente ni en un sentido te¨®rico la cuesti¨®n LGTBIQ, pero presenta a unas personas viviendo en su condici¨®n homosexual con la naturalidad, acaso el privilegio, de pertenecer a un contexto de clase media progresista que lo respeta e integra, pero a la vez tener unas familias de origen conservadoras y en uno de los casos muy intolerante¡±. Para Valero, esa Espa?a de dos velocidades refleja un pa¨ªs en el que ¡°se ha evolucionado muy r¨¢pido de unas estructuras posfranquistas a una democracia con muchas zonas oscuras en t¨¦rminos de respeto a la diversidad¡±.
?Sigue teniendo, pues, vigencia la etiqueta de literatura LGTBIQ o es hora de asumir que se diluya? ¡°La industria editorial detecta focos de inter¨¦s social y busca sus nichos de mercado, pero no representa el estado de una cuesti¨®n tan compleja¡±, apunta la autora. ¡°Como etiqueta supongo que era y a¨²n es necesaria para visibilizar una demanda social y de derechos muy importante. Si muchos creadores han necesitado hablar desde ah¨ª, es incuestionable esa realidad, y es muy leg¨ªtimo. Pero, en la medida que se vayan logrando esos derechos, lo l¨®gico ser¨ªa evolucionar hacia una integraci¨®n naturalizada de verdad¡±.
Babelia
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