Grazyna Kulczyk: ¡°La gente est¨¢ hambrienta de arte, especialmente presencial¡±
La coleccionista ha abierto un museo en una peque?a localidad de los Alpes suizos para mostrar su pasi¨®n por la creaci¨®n contempor¨¢nea
Transform¨® un hermoso y tranquilo valle de los Alpes en destino obligatorio para cualquiera interesado en el arte. Grazyna Kulczyk, mecenas de ¨¦lite que rara vez dialoga con la prensa, estuvo casada con el exitoso empresario Jan Kulczyk, fallecido en 2015. Ha destacado en las finanzas y el coleccionismo por m¨¦ritos propios. Comenz¨® hace ya muchos a?os, cuando era una estudiante de Derecho en su Polonia natal. Como el alma del ...
Transform¨® un hermoso y tranquilo valle de los Alpes en destino obligatorio para cualquiera interesado en el arte. Grazyna Kulczyk, mecenas de ¨¦lite que rara vez dialoga con la prensa, estuvo casada con el exitoso empresario Jan Kulczyk, fallecido en 2015. Ha destacado en las finanzas y el coleccionismo por m¨¦ritos propios. Comenz¨® hace ya muchos a?os, cuando era una estudiante de Derecho en su Polonia natal. Como el alma del Museo Susch, que alberga su colecci¨®n privada en un pueblito suizo encantador y at¨ªpico para estos fines, ubicado en el cant¨®n de Graub¨¹nden, Kulczyk ha cultivado con ojo singular este conjunto de piezas que tiene su sello y que, sin embargo, resulta universal. Y su sello es el del arte contempor¨¢neo, conceptual y perform¨¢tico y, naturalmente, el de la creaci¨®n femenina. La igualdad ha sido uno de sus desvelos.
Esa sensibilidad surge cuando se refiere al modo en que la pandemia la ha marcado. ¡°Este tiempo tan particular de reclusi¨®n debido a la covid ha afectado mi vida, mis sentimientos y mis h¨¢bitos, pero tambi¨¦n me ha permitido enfocarme en detalles que de otra manera hubieran pasado desapercibidos durante mi rutina. Libros, pel¨ªculas y m¨²sica han sido un redescubrimiento com¨²n para mucha gente, y yo tengo el gran privilegio de poder disfrutar del arte en mi casa y en profundidad. Los coleccionistas que pueden mostrar p¨²blicamente arte en sus instituciones tratan las obras que tienen en sus hogares de un modo muy personal. Y ahora soy capaz de descubrir cientos de detalles y de significados escondidos¡±.
Una en un mill¨®n
¡°Para m¨ª era natural intentar construir en Polonia el museo que est¨¢ en Suiza. Aquella es mi patria y donde he desarrollado la mayor¨ªa de mis negocios, pero no debemos olvidar que estamos en un pa¨ªs postsocialista, en el que durante muchas d¨¦cadas no se permiti¨® el contacto con el tipo de arte contempor¨¢neo en el que me he especializado. Lamentablemente, ninguna de mis iniciativas, ni en Poznan ni en Varsovia, tuvo ¨¦xito. De manera que este museo termin¨® instal¨¢ndose en Suiza, aunque originalmente iba a albergar mi colecci¨®n, iba a ser dise?ado por un nombre de peso del mundo arquitect¨®nico e iba a ser donado al Estado polaco. Las autoridades no se mostraron demasiado interesadas, y creo que nunca entendieron el verdadero papel que el arte puede jugar en una sociedad¡±, afirma con una sinceridad infrecuente.
Consultada por sus inicios ¡ªmucho antes de que se aventurara en sectores tan distintos como el de los autom¨®viles, el de la energ¨ªa y el de las telecomunicaciones¡ª, relata: ¡°Empec¨¦ verdaderamente a coleccionar siendo estudiante de Derecho. Ya entonces la mayor¨ªa de mi tiempo estaba destinado a pasarlo con personas que se dedicaban a actividades creativas. As¨ª que cada vez que pod¨ªa viajaba por Europa para ampliar mis intereses, pero inicialmente lo que coleccion¨¦ fue exclusivamente arte polaco, y esa iniciativa se profundiz¨® luego de la ca¨ªda del comunismo en mi pa¨ªs, cuando comenc¨¦, a ra¨ªz de la apertura, a trabajar con m¨¢s naturalidad con otros artistas¡±.
Coleccionista de creadores tan brillantes como Donald Judd, Eva Hesse, Jenny Holzer o Carol Rama, Kulczyk explica el modo en que su museo ha cambiado el lugar en el que est¨¢. ¡°De casualidad, sin que uno lo sepa, surgen proyectos hermosos, porque yo no era especialista en Suiza. Beber de la comunidad de Susch me ofreci¨® la oportunidad de conocer el pa¨ªs desde una perspectiva poco habitual. Y hab¨ªa otro elemento atractivo: este es un lugar aislado, s¨ª, pero tambi¨¦n est¨¢ en el coraz¨®n de Europa. Cuando busco algo me aseguro de conseguirlo¡±, comenta entre risas, y pone como ejemplo el modo en que se convirti¨® en la mayor importadora de bicicletas en Polonia, el pa¨ªs en el que tambi¨¦n dedic¨® 400 metros cuadrados ¨ªntegramente a uno de sus proyectos art¨ªsticos, con el fin de divulgar obras de calidad para un p¨²blico no especializado. ¡°Pocas palabras me han acompa?ado m¨¢s que ¡®educaci¨®n¡±, dice.
Presente luminoso, destino incierto
?Qu¨¦ prop¨®sito tiene el Museo Susch m¨¢s all¨¢ del inter¨¦s inherente que esas piezas poseen? ¡°Aqu¨ª, aquel inter¨¦s por educar al p¨²blico est¨¢ un poco limitado, porque en este peque?o pueblo hay poqu¨ªsimos ni?os¡±, confiesa. ¡°Un pilar del museo han sido nuestras exposiciones temporales. Y otro, al que dedicamos un edificio entero y separado, es nuestro programa de residencias art¨ªsticas. Pero adem¨¢s tenemos un programa de colaboraci¨®n con el Institut Kunst de Basel (FHNW), y otro proyecto dedicado espec¨ªficamente al arte de la performance. Realmente estoy orgullosa de contar con el benepl¨¢cito de tantos museos y coleccionistas de ¨¦lite alrededor del mundo, m¨¢s si consideramos que la nuestra es una instituci¨®n joven, con menos de dos a?os de vida¡±.
Antes de terminar, Kulczyck tendr¨¢ tiempo para explicar por qu¨¦ centr¨® su atenci¨®n en una exposici¨®n que su museo ofreci¨®, y que fue verdaderamente contracultural, la de Evelyne Axell; se referir¨¢ al efecto de la pandemia en su vida ¡ª¡±con este tel¨¦fono he comprado muchas obras¡±¡ª y en la del universo art¨ªstico; y har¨¢ una advertencia: ¡±La cantidad de informaci¨®n art¨ªstica que recibo a diario en tiempos de covid hace que sea literalmente imposible navegar en estas condiciones, con lo cual mensajes de temas art¨ªsticos que normalmente nos interesar¨ªan pueden volverse irrelevantes¡±. Con todo, afirma: ¡°La gente est¨¢ hambrienta de arte, especialmente de arte presencial¡±.
¡°He pensado mucho sobre qu¨¦ destino tendr¨¢ mi colecci¨®n una vez que yo no est¨¦ aqu¨ª¡±, a?ade. ¡°Cada a?o lo pienso m¨¢s, especialmente porque mis hijos no est¨¢n interesados en el arte. Pero al mismo tiempo he visto c¨®mo colecciones de gran nivel han sido dispersadas por doquier, con subastas de obras importantes de por medio. As¨ª que, aunque de momento prefiero no decir qu¨¦ decisi¨®n tomar¨¦, es un tema que considero seriamente. Y agregar¨ªa esto: pese a que existen colecciones m¨¢s vastas, esta yo la siento esencial porque me refleja, porque est¨¢ muy enfocada en las artistas, porque ha sido curada de manera personal, porque re¨²ne cosas que me conmueven y porque, gracias a su estilo, es at¨ªpica¡±.