¡®Mand¨ªbulas¡¯: regreso a los a?os noventa

Si mezclamos El gran Lebowski de los hermanos Coen con Dos tontos muy tontos de los Farrelly, nos aproximamos bastante a ese aire de comedia absurda noventera que tiene Mand¨ªbulas, pel¨ªcula francesa protagonizada por dos tarados muy tarados estancados en la inmadurez y embarcados en una road movie surreal con una mosca gigante en el maletero. S¨ª, una mosca gigante, dos bobos de manual que quieren adiestrarla para robar y una chica que solo puede comunicarse gritando y ...

Si mezclamos El gran Lebowski de los hermanos Coen con Dos tontos muy tontos de los Farrelly, nos aproximamos bastante a ese aire de comedia absurda noventera que tiene Mand¨ªbulas, pel¨ªcula francesa protagonizada por dos tarados muy tarados estancados en la inmadurez y embarcados en una road movie surreal con una mosca gigante en el maletero. S¨ª, una mosca gigante, dos bobos de manual que quieren adiestrarla para robar y una chica que solo puede comunicarse gritando y que entre chillidos est¨¢ dispuesta a reventar una aventura para la que solo vale un consejo al espectador: relajarse y disfrutar.

Interpretada por el d¨²o c¨®mico que forman Gr¨¦goire Ludwig y David Marsais, la nueva pel¨ªcula del inclasificable Quentin Dupieux es una buddy movie (o comedia de colegas) a la francesa con dos int¨¦rpretes brillantes jugando al ping-pong del chiste y el gesto. Solo el juego de Ludwig con su pelo dar¨ªa para una reflexi¨®n sobre una forma de slapstick concentrada en ojos, manos y flequillo. Pero la sorpresa no es tanto el d¨²o formado por Ludwig y Marsais, sino c¨®mo la actriz Ad¨¨le Exarchopoulos (La vida de Ad¨¨le) demuestra una insospechada capacidad para transitar tambi¨¦n por la comedia m¨¢s irracional.

Mand¨ªbulas entronca con la corriente m¨¢s herm¨¦tica del cine c¨®mico franc¨¦s aunque con un tamiz californiano que la hace m¨¢s accesible. Lo cierto es que, m¨¢s all¨¢ de la gracia o no que puedan hacer sus gags, el filme funciona de una forma tan extra?a como su rid¨ªcula trama, es decir con la misma ligereza que esa bicicleta de ni?os con forma de unicornio que en un momento del filme montan felices sus personajes principales. Dupieux logra rizar el rizo del absurdo con esa mosca gigante y bul¨ªmica que los dos personajes esconden, pero resulta hasta tierno gracias a esa pareja de cabezas huecas a lo Beavis y Butt-Head que nos recuerda todo lo bueno (y seguramente todo lo malo) de la ¨²ltima d¨¦cada despreocupada y feliz.