Los secretos del gale¨®n ¡®San Giacomo¡¯ salen a la luz contra viento y marea
Un equipo multinacional estudia, con un presupuesto exiguo y la colaboraci¨®n altruista de una treintena de voluntarios, el pecio de la nave de guerra del siglo XVI mejor conservada del mundo. En 1597 intent¨® desembarcar en Inglaterra, y se hundi¨® junto a la costa gallega
Los secretos del gale¨®n ¡®San Giacomo¡¯salen a la luz contra viento y marea
Ir al contenidoRibadeo est¨¢ anclado en la orilla occidental de una verde y frondosa r¨ªa. En 1989, el municipio lucense ampli¨® los muelles de su peque?o puerto, lo que modific¨® la l¨ªnea de costa y las corrientes marinas que se adentraban en este estuario que comparten Galicia y Asturias. La inesperada fuerza de las aguas durante las mareas comenz¨® a horadar el fondo arenoso y en 2011 afloraron unas desconcertantes piedras volc¨¢nicas nunca vistas y unos objetos cer¨¢micos que no se correspond¨ªan con los tradicionales de la zona. El Museo del Hombre de Par¨ªs determin¨® pronto que las rocas proced¨ªan del lejano Vesubio (N¨¢poles, Italia), lo que permiti¨® a los arque¨®logos darse cuenta de a lo que se enfrentaban: eran el lastre que se colocaba en las bodegas de los galeones para mantener su estabilidad. El San Giacomo di Galizia, la nave de guerra del siglo XVI mejor conservada del mundo, acababa de ser localizado a solo ocho metros de profundidad.
Diez a?os despu¨¦s, y tras cinco campa?as de excavaci¨®n y toma de datos, la ¨²ltima en junio, los secretos de la capitana de la escuadra que en 1597 intent¨® el asalto de Inglaterra empiezan a desvelarse ante la admiraci¨®n de los especialistas dirigidos por el arque¨®logo Miguel San Claudio. Provienen de las universidades de Texas (EE UU), Nova de Lisboa (Portugal), Trinity Saint David (Gales), Valencia, el Institute of Nautical Archaeology de Texas, el CSIC y el Maritime Archeology Trustde Southampton (Reino Unido). Y eso pese a que el presupuesto para devolver a la luz el gigante de los mares es exiguo: 15.000 euros este a?o, que ha puesto sobre la cubierta la Universidad de Texas para extraer los secretos de un gale¨®n que portaba 91.000 ducados de oro (120 millones de euros al cambio actual) para comprar voluntades en el campo enemigo. Solo la ayuda y apoyo de la Armada espa?ola ¨Dcada campa?a del equipo de submarinistas militares est¨¢ valorada en 18.000 euros, aunque lo hacen de manera altruista¨D, la Asociaci¨®n de Amigos del Gale¨®n de Ribadeo, la Xunta de Galicia, el Real Club N¨¢utico de Ribadeo, el Centro de Actividades Subacu¨¢ticas de la Costa de Lugo y el Ayuntamiento, que ofrecen apoyo material y humano, permite que los trabajos contin¨²en. Fernando Su¨¢rez, el alcalde, lo explica as¨ª: ¡°Todos son voluntarios. No hay fondos de las administraciones gallega y nacional. Poco m¨¢s que decir¡±.
El primer intento de invasi¨®n de Inglaterra, en 1588, fracas¨® por las condiciones meteorol¨®gicas. De los 137 barcos que Felipe II envi¨® para provocar la rebeli¨®n de los cat¨®licos en el reino anglicano, 35 no regresaron. El temporal afect¨® principalmente a las naves adaptadas a la navegaci¨®n en el Mediterr¨¢neo y que no estaban preparadas para el Mar del Norte. Por eso, el monarca se dio una segunda oportunidad ocho a?os despu¨¦s, en 1596: una flota mayor que la anterior (196 barcos) lo intentar¨ªa de nuevo.
El imperio no contaba esos a?os con una flota real, as¨ª que a Felipe II solo le quedaban dos opciones: requisar barcos o alquilarlos (¡°contrato de asiento¡±, se llamaba en la ¨¦poca). El croata Pedro de Ivella le ofreci¨® 12 naves de guerra, la escuadra de la Rep¨²blica de Ragusa (Dubrovnik), de la que ¨¦l ser¨ªa el almirante y que capitanear¨ªa el San Giacomo di Galizia. Inicialmente, el San Jer¨®nimo iba a ser la capitana, pero se hundi¨® en aguas de Corcubi¨®n, en plena costa de la Muerte en octubre de 1596.
Todos los que trabajan aqu¨ª son voluntarios, porque no hay fondos de las administraciones gallega y nacional. Poco m¨¢s que decirFernando Su¨¢rez, alcalde de Ribadeo
El San Giacomo ten¨ªa ¨D¡±tiene¡±, replica San Claudio, ¡°porque sigue ah¨ª¡±¨D 34 metros de eslora y 11 de manga, mov¨ªa 1.800 toneladas (la nao Santa Mar¨ªa de Col¨®n rozaba las 100) y transportaba una tripulaci¨®n de unos 500 hombres, de los que 138 eran marinos. Fue construido en los astilleros de Castellammare di Stabia (N¨¢poles) por el armador Giovanni di Polo ex profeso como buque de guerra. A diferencia de otros de su categor¨ªa, fue forrado con un casco mucho m¨¢s ancho de lo habitual (12 cent¨ªmetros, frente a seis) para que sus maderas pudieran resistir mejor las andanadas de la artiller¨ªa enemiga. Los an¨¢lisis han confirmado que, al menos, parte de sus tablones proceden del monte Gargano (en la regi¨®n italiana de Apulia). La nave iba artillada, adem¨¢s, con 40 ca?ones de fabricaci¨®n italiana, lo m¨¢s puntero tecnol¨®gicamente de la ¨¦poca.
No hay dudas de que se trata del San Giacomo porque en el siglo XIX el historiador local Fernando M¨¦ndez San Juli¨¢n, que adem¨¢s fue regidor del municipio, escribi¨® Apuntes de Ribadeo, donde recuper¨® antiguos documentos municipales y uno de ellos hac¨ªa referencia a la llegada del gale¨®n. El equipo de historiadores de Miguel San Claudio comprob¨® los datos en los archivos de Simancas (Valladolid) y Mondo?edo (Lugo), mientras que el Ayuntamiento encontraba m¨¢s viejas actas confirmando el nombre. Actualmente, est¨¢n disponibles en la p¨¢gina municipal.
Construido en 1590, el San Giacomo arrib¨® a Lisboa en 1595 con su escuadra de protecci¨®n, pero no fue hasta 1596 cuando pudo reunirse con el resto de la flota real. La capital portuguesa no resultaba el puerto m¨¢s apropiado, a causa de los vientos dominantes de componente norte en el verano, para el asalto de Inglaterra. De hecho, 25 de las naves encallaron en su intento de acercarse a la Gran Breta?a y estrellaron sus cuadernas contra las costas del noroeste de Galicia. Los arque¨®logos han localizado en los ¨²ltimos a?os cinco de ellas, como el Santa Mar¨ªa Anunciada (Finisterre) o el San Jer¨®nimo (Corcubi¨®n).
Los barcos supervivientes se reagruparon en Ferrol (A Coru?a) y en 1597 salieron 136 con destino a Blavet, en la Breta?a francesa, en manos de Felipe II entre 1590 y 1598. All¨ª, los barcos reales fueron reabastecidos y reparados. Ya preparados para el ataque, partieron para Cornualles (Inglaterra) y se situaron frente a las costas del municipio de Falmouth. Pero nuevamente un temporal desbarat¨® la flota, que se mantuvo, no obstante, durante d¨ªas ¡°a la capa¡± esperando que pasase la descomunal tormenta. Pero las aver¨ªas eran enormes y hac¨ªan imposible el ataque final.
El recorrido del San Giacomo di Galizia
Periplo realizado por el gale¨®n desde que
sali¨® de los astilleros italianos hasta que se
hundi¨® en la r¨ªa de Ribadeo, en Galicia.
Retirada y hundimiento
REINO UNIDO
Ribadeo
Castellammare
di Stabia
Falmouth
Par¨ªs
Port-Louis
FRANCIA
Ribadeo
Ferrol
ESPA?A
Lisboa
200 km
El gale¨®n llega desde Castellammare di Stabia, en Italia, a Lisboa para concentrarse junto con una flota de 196 barcos
La flota trata de acercarse a Inglaterra, pero 25 naves encallan al norte de Galicia
La flota se concentra en Port-Louis
Tras apostarse en Cornualles, frente a Falmouth, una tormenta hace que el gale¨®n tenga que regresar a Espa?a
Por el camino, el San Giacomo se enfrenta a tres barcos holandeses y uno ingl¨¦s en el golfo de Vizcaya
Sufre graves da?os y finalmente se hunde frente al muelle de Ribadeo
La dotaci¨®n del buque
11 metros
de manga
34 metros de eslora
A?o de construcci¨®n: 1590
Armador: Giacomo di Polo
Almirante: Pedro de Ivella
Tripulaci¨®n: 500
Ca?ones: 40
Grosor del casco: 12 cent¨ªmetros
(lo habitual eran 6)
Localizaci¨®n actual de los restos
Mar
Cant¨¢brico
R¨ªa
de Ribadeo
LUGO
(GALICIA)
ASTURIAS
A-8
Figueras
Ribadeo
Zona
del naufragio
Fuente: Universidad de Texas y CSIC.
EL PA?S
El recorrido del San Giacomo di Galizia
Periplo realizado por el gale¨®n desde que sali¨® de los
astilleros italianos hasta que se hundi¨® en la r¨ªa de
Ribadeo, en Galicia.
Retirada y hundimiento
REINO UNIDO
Ribadeo
Castellammare
di Stabia
Falmouth
Par¨ªs
Port-Louis
FRANCIA
Ribadeo
Ferrol
ESPA?A
Lisboa
200 km
El gale¨®n llega desde Castellammare di Stabia, en Italia, a Lisboa para concentrarse junto con una flota de 196 barcos
La flota trata de acercarse a Inglaterra, pero 25 naves encallan al norte de Galicia
La flota se concentra en Port-Louis
Tras apostarse en Cornualles, frente a Falmouth, una tormenta hace que el gale¨®n tenga que regresar a Espa?a
Por el camino, el San Giacomo se enfrenta a tres barcos holandeses y uno ingl¨¦s en el golfo de Vizcaya
Sufre graves da?os y finalmente se hunde frente al muelle de Ribadeo
La dotaci¨®n del buque
11 metros
de manga
34 metros de eslora
A?o de construcci¨®n: 1590
Armador: Giacomo di Polo
Almirante: Pedro de Ivella
Tripulaci¨®n: 500
Ca?ones: 40
Grosor del casco: 12 cent¨ªmetros
(lo habitual eran 6)
Localizaci¨®n actual de los restos
Mar
Cant¨¢brico
R¨ªa
de Ribadeo
LUGO
(GALICIA)
ASTURIAS
A-8
Figueras
Ribadeo
Zona
del naufragio
Fuente: Universidad de Texas y CSIC.
EL PA?S
El recorrido del San Giacomo di Galizia
Periplo realizado por el gale¨®n desde que sali¨® de los astilleros italianos hasta que se hundi¨® en la
r¨ªa de Ribadeo, en Galicia.
Retirada y hundimiento
REINO UNIDO
Ribadeo
Castellammare
di Stabia
Falmouth
Tras apostarse en Cornualles, frente a Falmouth, una tormenta hace que el gale¨®n tenga que regresar a Espa?a
Par¨ªs
Port-Louis
FRANCIA
El San Giacomo se enfrenta a tres barcos holandeses y uno ingl¨¦s en el golfo de Vizcaya
La flota se concentra en Port-Louis
Sufre graves da?os y finalmente se hunde frente al muelle de Ribadeo
La flota trata de acercarse a Inglaterra, pero 25 naves encallan al norte de Galicia
Ribadeo
Ferrol
ESPA?A
Lisboa
El gale¨®n llega desde Castellammare di Stabia, en Italia, a Lisboa para concentrarse junto con una flota de 196 barcos
200 km
La dotaci¨®n del buque
Localizaci¨®n actual de los restos
Mar
Cant¨¢brico
R¨ªa
de Ribadeo
LUGO
(GALICIA)
ASTURIAS
A-8
Figueras
Ribadeo
Zona
del naufragio
11 metros
de manga
40 ca?ones
34 metros de eslora
500 tripulantes
A?o de construcci¨®n: 1590
Armador: Giacomo di Polo
Almirante: Pedro de Ivella
Grosor del casco: 12 cent¨ªmetros
(lo habitual eran 6)
Fuente: Universidad de Texas y CSIC.
EL PA?S
El recorrido del San Giacomo di Galizia
Periplo realizado por el gale¨®n desde que sali¨® de los astilleros italianos hasta que se hundi¨® en la
r¨ªa de Ribadeo, en Galicia.
Retirada y hundimiento
REINO UNIDO
Ribadeo
Castellammare
di Stabia
Falmouth
Tras apostarse en Cornualles, frente a Falmouth, una tormenta hace que el gale¨®n tenga que regresar a Espa?a
Port-Louis
FRANCIA
La flota se concentra en Port-Louis
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El San Giacomo se enfrenta a tres barcos holandeses y uno ingl¨¦s en el golfo de Vizcaya
ITALIA
Sufre graves da?os y finalmente se hunde frente al muelle de Ribadeo
6
La flota trata de acercarse a Inglaterra, pero 25 naves encallan al norte de Galicia
Ribadeo
Ferrol
ESPA?A
Lisboa
El gale¨®n llega desde Castellammare di Stabia, en Italia, a Lisboa para concentrarse junto con una flota de 196 barcos
200 km
La dotaci¨®n del buque
Localizaci¨®n actual de los restos
Mar
Cant¨¢brico
R¨ªa
de Ribadeo
LUGO
(GALICIA)
ASTURIAS
A-8
Figueras
Ribadeo
Zona
del naufragio
11 metros
de manga
40 ca?ones
34 metros de eslora
500m
A?o de construcci¨®n: 1590
Armador: Giacomo di Polo
Almirante: Pedro de Ivella
Grosor del casco: 12 cent¨ªmetros
(lo habitual eran 6)
500 tripulantes
Fuente: Universidad de Texas y CSIC.
EL PA?S
Diego Brochero, el general de la Armada filipina, orden¨® el regreso. Pero sus palabras no alcanzaron a todas las naves, y varias de ellas desembarcaron 400 soldados en las costas inglesas. Los tercios se fortificaron y esperaron refuerzos que nunca llegaron. Los ingleses, aterrorizados, ni intentaron atacarlos. El camino hacia Londres estaba expedito. Pero el resto del Ej¨¦rcito ya navegaba de vuelta hacia Espa?a, as¨ª que los conquistadores decidieron volver.
El San Giacomo, fallido el desembarco, navegaba hacia la Pen¨ªnsula, pero en su camino se top¨® en el golfo de Vizcaya con tres naves holandesas y una brit¨¢nica. Las desarbol¨® con el fuego de sus ca?ones, las puso en fuga y, da?ada, reemprendi¨® la senda de vuelta a casa.
Ribadeo era el ¨²ltimo puerto seguro de la costa cant¨¢brica y con suficiente calado antes de llegar a Santander. El gale¨®n, ante los da?os, decidi¨® no arriesgarse y entrar en la r¨ªa gallego-asturiana el 11 de noviembre de 1597, pero la noche se le ech¨® encima. Los habitantes de Castropol (Asturias) y Ribadeo, al verlo llegar, encendieron fogatas en los montes para guiarlo. El San Giacomo finalmente logr¨® arribar. ¡°El gale¨®n Santiago de Galizia [el San Giacomo] con otras dos urcas han llegado a Ribadeo, tan destrozado que se puede tener por milagro, viene la gente mal parada y enferma del mucho trabajo que han padecido¡±, describe un documento de 1597. El concejo orden¨® hornear pan para alimentar a la hambrienta y enferma tripulaci¨®n. Se conserva una carta firmada por el almirante Mart¨ªn Padilla, del 16 de noviembre de 1597, donde da las gracias al regidor de la localidad gallega, por ¡°el servicio que esa villa ha hecho a Su Majestad, en la ayuda que ha dado por salvar el gale¨®n Santiago, que ha sido muy propio de los naturales y vecino de ella y del gobierno que tienen¡±.
El barco qued¨® fondeado a la entrada de la r¨ªa, pero el 14 de noviembre encall¨® por el ¡°mal gobierno de sus mandadores¡±, seg¨²n se quej¨® el armador. Las continuas subidas y bajadas de la marea durante cuatro jornadas terminaron por romper el casco y lo arrastraron r¨ªa adentro, a menos de 30 metros de la costa y a ocho de profundidad. No obstante, toda la tripulaci¨®n alcanz¨® tierra y salv¨® la carga de dorados ducados que guardaba para comprar voluntades. En ese momento, en Inglaterra se estaba produciendo una temible persecuci¨®n ¨Dincluidas torturas y muertes¨D de miles de cat¨®licos y la poblaci¨®n dudada sobre si alzarse o no contra la reina Isabel.
A las afueras del casco urbano de Ribadeo, entre un frondoso bosque de pinos, se halla un centro de interpretaci¨®n de la r¨ªa en desuso que se construy¨® con fondos europeos hace dos d¨¦cadas. El Ayuntamiento lo ha cedido a los investigadores para que lo utilicen como laboratorio. Los expertos analizan los restos encontrados, entre los que se hallan balas de ca?¨®n de piedra y hierro, suelas de calzado ¡ªhay algunas muy peque?as que corresponden a grumetes o pajes¨D, numerosas vasijas de formas y colores diferentes, botellas y hasta maderas de la nave. Estas ¨²ltimas se mantienen sumergidas en agua, porque si se secasen se desintegrar¨ªan. El agua ha sustituido, con el paso de los siglos, a la celulosa que las compactaba. Cuando se extraigan, se cambiar¨¢ el l¨ªquido marino por un compuesto de pol¨ªmeros que mantendr¨¢ para siempre su forma. T?nia Casimiro, profesora de la Universidad Nova Lisboa y especialista en cer¨¢mica europea del siglo XVI, examina cada recipiente de forma minuciosa. As¨ª ha descubierto que entre las vasijas encontradas bajo las aguas de la r¨ªa se han extra¨ªdo cer¨¢micas del siglo VI antes de Cristo, lo que confirma que Ribadeo ¨Dcomo se cre¨ªa¨D no fue solo un puerto romano, sino que se us¨® desde la Edad del Hierro.
La extracci¨®n de los elementos y la carga del barco solo es posible gracias a la cooperaci¨®n de un equipo formado por una treintena de personas, entre las que se encuentra la Unidad de Buceo de Ferrol de la Armada, que capitanea en esta campa?a el teniente de nav¨ªo ?ngel Lozano. ¡°Es un buque de Estado¡±, recuerda este militar especializado en buceo y desactivaci¨®n de explosivos. Los vestigios marinos se recogen con el m¨¢ximo cuidado.
La situaci¨®n administrativa de la nave es bastante complicada. Por un lado, y con las leyes de Navegaci¨®n Mar¨ªtima y de Defensa Nacional 5/2005, la responsabilidad de proteger el patrimonio subacu¨¢tico corresponde al Ministerio de Defensa ¨Dpropietario legal de la nave al ser un buque de Estado¨D, pero las competencias patrimoniales est¨¢n cedidas a la Xunta de Galicia. El Ayuntamiento solo puede actuar hasta el borde marino, aunque est¨¦ en su t¨¦rmino municipal. No obstante, la cooperaci¨®n es total y arm¨®nica. ¡°Y eso que la Xunta es del PP y yo del Bloque¡±, bromea el regidor del BNG.
Los expertos civiles han dividido la r¨ªa en cuadr¨ªculas de 20 por 20 metros. San Claudio explica cada d¨ªa, antes de comenzar la b¨²squeda, el plan de la jornada. ¡°Vamos a hacer una ele hacia el este, donde est¨¢n los pilares del puente¡±. Todos guardan silencio y escuchan con atenci¨®n. Se asemeja a una operaci¨®n militar, donde cada uno conoce su misi¨®n. Lozano no dice nada. Solo mira a su equipo fijamente. Una mirada lo dice todo.
Cada punto donde bucean est¨¢ marcado con un sistema de GPS. Los militares ser¨¢n los encargados de trasladar a los arque¨®logos en embarcaciones r¨ªgidas inflables (RHIB) hasta el lugar exacto donde comenzar¨¢n la b¨²squeda. Una vez llegados, expertos y soldados se sumergen hasta el fondo del estuario llevando unas redes donde depositar¨¢n todos los objetos que vayan encontrando. Otra lancha militar queda como vig¨ªa y aparta del ¨¢rea a los veleros tur¨ªsticos que se adentran en la zona de trabajo.
Fundamentalmente, los arque¨®logos que encabeza Miguel San Claudio act¨²an en dos lugares: a la entrada del estuario, donde el barco fonde¨® varios d¨ªas hasta que fue arrastrado por las corrientes r¨ªa adentro, y el lugar donde finalmente se parti¨® y encall¨®. En el primero, separado unos 300 o 400 metros del segundo, los tripulantes del gale¨®n fueron arrojando los objetos de uso diario que ya no cre¨ªan ¨²tiles. ¡°Para ellos era basura; para nosotros, un tesoro¡±, afirma el arque¨®logo investigador de la Universidad de Texas, mientras saca del mar, con una gran sonrisa, enfundado en un traje de submarinista, las botijas de media arroba y platos que va hallando.
En el segundo punto se encuentra todo lo que la tripulaci¨®n no pudo salvar antes de que el barco se hundiera: el pecio, el armamento y pertenencias de uso diario militar y civil. De hecho, no es extra?o ver c¨®mo los arque¨®logos arrastran hasta la superficie, y gracias a la ayuda de globos de aire, balas de ca?¨®n, tanto met¨¢licas como de piedra, que quedaron en el fondo. De momento, no se ha hallado entre los centenares de objetos ninguna moneda, ya que su capit¨¢n logr¨® salvar el tesoro de 91.000 ducados que portaba la nave.
A pesar de estar tan cerca de la costa, el equipo no teme posibles saqueos por parte de desaprensivos. ¡°Los vecinos siempre est¨¢n mirando hacia el mar. Y si ven que alguien desconocido est¨¢ buceando en la r¨ªa, inmediatamente llaman a la Guardia Civil. En eso no hay ning¨²n temor¡±, dice el subteniente buzo ?scar Labora, al tiempo que asciende a la superficie con una bolsa llena de objetos cer¨¢micos la arque¨®loga estadounidense Megan Crutcher. Los buzos permanecen bajo el agua entre 30 y 60 minutos en cada inmersi¨®n.
El 28 de enero de 2016, el pleno de Ribadeo acord¨® ¡°poner en marcha un proyecto muse¨ªstico con el que poner en valor todo el legado arqueol¨®gico¡± extra¨ªdo. Los concejales ofrecieron a la Xunta el fuerte de San Dami¨¢n, una construcci¨®n del siglo XVII en desuso, pero no han obtenido respuesta. Todos los vestigios arqueol¨®gicos que se est¨¢n desenterrando se guardan en el Museo do Mar de Galicia, en Vigo, ante la incredulidad del alcalde, Fernando Su¨¢rez, que los reclama para su municipio.
Los vecinos siempre est¨¢n mirando hacia el mar. Y si ven que alguien desconocido est¨¢ buceando en la r¨ªa, llaman a la Guardia Civil?scar Labora, subteniente buzo
Ribadeo es conocida tur¨ªsticamente por la playa de las Catedrales, un espacio natural con rocas colosales con perfiles que asemejan grandes arcos y torres. Sin embargo, la playa est¨¢ a 10 kil¨®metros del centro urbano, lo que hace que los visitantes no se acerquen al bello municipio a comer o de compras. Por ello, el Ayuntamiento reclama crear su propio museo del gale¨®n y que la oficina de turismo local pueda mostrar algo m¨¢s que las impresionantes fotos subacu¨¢ticas del barco que cubren sus paredes.
¡°Nosotros no tenemos fondos para ello¡±, dice. ¡°Los pedimos, los pedimos, pero nunca llegan. Nuestro presupuesto lo dedicamos a la limpieza, a mantener las instalaciones municipales, a las actividades culturales, a los baches, a los ancianos¡ Nosotros tenemos el emplazamiento adecuado, ustedes [la Xunta] las competencias. Ay¨²dennos a crear el museo¡±.
El esp¨ªritu del intr¨¦pido barco, en contra de lo que pueda parecer, no termin¨® sus d¨ªas bajo las aguas de la r¨ªa asturiano-gallega. Vecinos y soldados lograron salvar el 14 de noviembre de 1597 sus ca?ones antes de que se hundiera. Con ellos, el armador italiano volvi¨® a construir otro gale¨®n al servicio del rey de Espa?a, aunque los historiadores desconocen c¨®mo fue bautizado y su destino. ¡°Seguro que volvi¨® a luchar¡±, concluye San Claudio. ¡°Era un gale¨®n de guerra y ten¨ªa su destino marcado. A veces rechazamos nuestra propia historia para aceptar las mentiras de los dem¨¢s¡±.
- CR?DITOS
- Coordinaci¨®n: Guiomar del Ser y Brenda Valverde
- Direcci¨®n de arte: Fernando Hern¨¢ndez
- Dise?o: Ana Fern¨¢ndez
- Maquetaci¨®n: Nelly Natal¨ª
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- Fotograf¨ªa y v¨ªdeo: Brais Lorenzo y Paula Casado
- Edici¨®n de Fotograf¨ªa: Gabriel Bravo