Raffaella Carr¨¤: sus canciones m¨¢s recordadas
La artista, que ha muerto a los 78 a?os, produjo su mejor m¨²sica en los setenta, con la fiebre del disco
Aunque fue polifac¨¦tica, Raffaella Carr¨¤, que ha muerto a los 78 a?os, empez¨® a ser popular como int¨¦rprete de las canciones que incorpor¨® a sus espect¨¢culos televisivos, cinematogr¨¢ficos o teatrales. Public¨® su primer disco en 1970, pero fue a partir de mediados de esa d¨¦cada, con la llegada de la m¨²sica disco, cuando logr¨® sus mayores ¨¦xitos. Su popularidad y su desparpajo en la interpretaci¨®n consiguieron que el italo-disco entrar¨¢ en los hogares de media Europa. Su carrera musical a partir de mediados de los ochenta no interes¨® tanto ya que se centr¨® en la televisi¨®n.
¡®Caliente, caliente¡¯ (1981). ¡°Hace tiempo que mi cuerpo anda loco, anda suelto y no lo puedo frenar (Ah, ah, y no lo puedes frenar)¡±. Si alguien esperaba mensajes entre l¨ªneas no los iba a encontrar en esta pieza, que ha formado parte durante a?os de las listas de canciones de las fiestas LGTBIQ. Inevitable seguir la canci¨®n con la imagen de la cantante, embutida en una estrecha malla roja transparente y rodeada de un cuerpo de baile masculino, tambi¨¦n con mallas (esta vez en rosa). Una canci¨®n disco con el bajo dirigiendo los cuerpos hacia el baile.
¡®En el amor todo es empezar¡¯ (1976). Musicalmente interesante, con una percusi¨®n latina en permanente ebullici¨®n, grab¨® esta canci¨®n primero en italiano (A far l¡¯amore comincia tu) y luego realiz¨® la versi¨®n en espa?ol, que titul¨® En el amor todo es empezar. Los coros, los vientos mexicanizados, los redobles percusivos... Todo, en dos minutos y medio de efervescente m¨²sica disco latina. A los mandos estaba el productor italiano Danilo Vaona, un m¨¢quina de crear ¨¦xitos que trabaj¨® para Miguel Bos¨¦, Jos¨¦ Luis Perales e incluso Bert¨ªn Osborne.
¡®Qu¨¦ dolor¡¯ (1982). En los ochenta, la m¨²sica disco pierde fuelle. Las m¨¢quinas invaden los estudios de grabaci¨®n. Esta canci¨®n es un ejemplo, con un acelerado sonido maquinero al que se apuntar¨ªan muchos m¨²sicos. La letra, de trazo grueso, describe una infidelidad descubierta por la mujer cuando entra en casa y mira en el armario. Lo bueno de los cl¨¢sicos populares es que los escuchamos y bailamos sin hacernos muchas preguntas.
¡®Fiesta¡¯ (1977). En versi¨®n espa?ola, Fiesta es una especie de rumba disco. Esta vez produce Gianni Boncompagni, pareja sentimental de la artista durante la ¨¦poca de la grabaci¨®n de la canci¨®n. Una de las caracter¨ªsticas de las referencias discogr¨¢ficas de Carr¨¤ es que realizaba interpretaciones en varios idiomas, sobre todo italiano, espa?ol e ingl¨¦s. Este tema, por ejemplo, ocup¨® los primeros puestos de los m¨¢s vendidos en Italia, Espa?a, Argentina y Canad¨¢.
¡®Hay que venir al sur¡¯ (1978). Estamos en plena era de la m¨²sica disco y este tema podr¨ªa haber sonado perfectamente en el neoyorquino Studio 54. Quiz¨¢ son¨®. El inicio es un cl¨¢sico del g¨¦nero, con los bajos gomosos, las percusiones latinas y los riffs de guitarra que entroniz¨® Nile Rodgers para sus Chic. En el ecuador de la canci¨®n surgen unos ritmos rumberos apunt¨¢ndose a la fiebre de este estilo que triunfaba en Espa?a, con grupos como Los Chichos o Los Chunguitos. ?La letra? Pues un derroche de latinismo con los t¨®picos de pelo en pecho.
¡®Pedro¡¯ (1980). Carr¨¤ y sus productores ten¨ªan como objetivo adaptar las canciones a los sonidos punteros. No quer¨ªan sonar desfasados. Pedro es un house en toda regla. Arranca la d¨¦cada de los ochenta y las posibilidades electr¨®nicas aumentan. Hasta en Ibiza se ha pinchado esta pieza.
¡®Rumore¡¯ (1974). Uno de sus primeros ¨¦xitos en Espa?a. Canci¨®n que Carr¨¤ bailaba en las televisiones subida a una plataforma discotequera. El ¨¦xito de la canci¨®n es un obsesivo estribillo sin mucha carga po¨¦tica (y ni falta que hace): ¡°Na na, nananana...¡±.
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