K¨¦r¨¦ cambia de escala
Arquitecto que ense?¨® a su comunidad a construir con barro de manera m¨¢s eficaz. En Burkina Faso levant¨® la primera escuela de su pueblo, luego una cl¨ªnica y hoy, con fama mundial, ha completado una facultad en Kenia
Di¨¦b¨¦do Francis K¨¦r¨¦ (Gando, Burkina Faso, 1965) fue el primero de su poblado en poder ir a la escuela. Lo vivi¨® como un castigo: ¨¦l quer¨ªa quedarse a jugar con sus amigos. Con el tiempo estudi¨® carpinter¨ªa en Berl¨ªn. Y all¨ª se convirti¨® en arquitecto. Con casi 40 a?os, reuni¨® algo m¨¢s de 50.000 euros para darles a los ni?os de su pueblo la oportunidad que ¨¦l hab¨ªa tenido. Su primer proyecto fue esa escuela que, con el tiempo, complet¨® con una biblioteca y una cl¨ªnica. De aquello hace casi dos d¨¦cadas. Hoy se ha convertido en el arquitecto m¨¢s famoso de ?frica. Y sus proyectos, tras ser expuestos en numerosas galer¨ªas occidentales, han comenzado a transformar la arquitectura de su continente.
En Kenia, cerca del lago de Turkana, el Campus Startup Lions es un conjunto de edificios que buscan alojar a j¨®venes que se forman en el manejo de la tecnolog¨ªa de la informaci¨®n. El proyecto est¨¢ formado por una serie de inmuebles, conectados, que se despliegan sobre la abrupta topolog¨ªa del terreno. Cerrados para protegerse del sol, los edificios est¨¢n coronados o rodeados por una serie de terrazas terminadas con p¨¦rgolas, que ofrecen vistas sobre el lago Turkana y que conf¨ªan en poder acoger una vegetaci¨®n que contribuir¨ªa a rebajar la temperatura del inmueble.
El juego entre interior y exterior est¨¢ presente en esas terrazas y en la vegetaci¨®n que se espera que llegue para arroparlas. Tambi¨¦n en el tono arcilla elegido para integrar el edificio en el paisaje. El conocimiento de la temperatura del lugar est¨¢ presente en las aberturas estrechas o cenitales para iluminar, sin deslumbrar, las aulas.
A primera vista, se echan en falta lugares intermedios: sombras, porches, voladizos, que rompan el edificio y que, tal vez, desdibujen su plasticidad. Faltan espacios que refresquen y que, seguramente, mejoren la calidad de la sombra y la temperatura de las aulas. ?Por qu¨¦ han construido K¨¦r¨¦ y su equipo un edificio tan cerrado?
Desde el estudio del arquitecto explican que el inmueble est¨¢ inspirado en los grandes mont¨ªculos, los termiteros que construyen en la regi¨®n las colonias de termitas. En el conjunto, esos elementos ic¨®nicos ciertamente dotan de plasticidad al inmueble, pero, fundamentalmente, funcionan como torres de ventilaci¨®n natural de las zonas de trabajo: expulsan el aire caliente mientras que las aperturas horizontales renuevan el aire.
M¨¢s all¨¢ de para mantener a raya la temperatura, el edificio ¡ªlevantado con piedra de una cantera local, pero acabado con yeso coloreado del tono de la arena¡ª se cierra casi completamente al exterior para esquivar la arena: ¡°Al trabajar con ordenadores es fundamental dotar al edificio de la posibilidad de cuidarlos¡±, explican.
Esa es la raz¨®n de la falta de espacios intermedios. El campus tiene el sello de K¨¦re, pero el mejor sello. Su plasticidad, que la tiene ¡ªen la manera de relacionarse con el lugar y sus tradiciones¡ª no pasa por delante de factores como el uso, el mantenimiento, la sostenibilidad o la comodidad de los usuarios.
La arquitectura de K¨¦r¨¦ y su equipo est¨¢ creciendo. Y madurando: en lugar de recurrir a ampliar el tama?o de ideas previas, el dise?ador ha repensado su trabajo en un nuevo lugar para ofrecer un servicio preciso. Eso debe hacer la arquitectura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.