La fiesta de los toros, entre el respaldo ciudadano del 25 por ciento y una asistencia minoritaria
Un estudio de Vicente Royuela, catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada, analiza los factores que impactan en la celebraci¨®n de festejos taurinos
En el a?o 2014, el 53 por ciento de los espa?oles manifestaba un nulo inter¨¦s por la fiesta de los toros, cifra que aument¨® tres puntos cuatro a?os m¨¢s tarde; en 2018, el 25 por ciento (unos 11 millones) cifraba su simpat¨ªa entre cinco puntos o m¨¢s, en una escala del cero al diez, y, de estos el 5,9 por ciento de la poblaci¨®n se?alaba que ten¨ªa ¡°un inter¨¦s extraordinario, entre 9 y 10¡å.
Ni el desinter¨¦s significa rechazo, ni el apego es sin¨®nimo de asistencia. De hecho, en 2006 acud¨ªa a los festejos el 10 por ciento de la poblaci¨®n, y solo un 6 por ciento en 2018.
Estos datos y otros muchos est¨¢n recogidos en un trabajo titulado Estudio de los factores econ¨®micos y sociales que impactan en la celebraci¨®n de espect¨¢culos taurinos en Espa?a, del que es autor Vicente Royuela (Barcelona, 1970), catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada de la universidad de la capital catalana y aficionado de hondas ra¨ªces familiares.
Los datos los ha recogido el autor de las estad¨ªsticas taurinas anuales que publica el Ministerio de Cultura y la Encuesta de H¨¢bitos y Pr¨¢cticas Culturales del propio departamento. Royuela se present¨® a una convocatoria competitiva del propio ministerio, y en sus archivos figura ya este documento.
¡°Una cosa es que no tengas inter¨¦s y otra muy distinta que est¨¦s en contra¡±, comenta Royuela. ¡°Si a usted le preguntan si le importan los archivos hist¨®ricos, y contesta que no, la respuesta no manifiesta una posici¨®n contraria¡±.
¡°No todos los que muestran un inter¨¦s nulo por la tauromaquia est¨¢n en contra de los toros¡±
¡°No todos los que muestran un inter¨¦s nulo por la tauromaquia est¨¢n en contra de los toros¡±, prosigue el autor, ¡°y a¨²n es alta la proporci¨®n de ciudadanos (un 25 por ciento) interesados, pero no debemos permitirnos ser cada vez m¨¢s minoritarios porque a medida que disminuye la simpat¨ªa se cercena la base de la afici¨®n¡±.
Lo sorprendente es que del 5,9 por ciento de personas que dicen ser muy aficionadas, solo acude a las plazas el 40 por ciento; y entre el 13-15 por ciento de ese 25 por ciento que manifiesta un inter¨¦s notable.
A la hora de analizar las razones que influyen en la celebraci¨®n de festejos taurinos, Royuela se?ala que la primera y principal es el arraigo de los toros en un territorio, que, a su vez, interviene en el inter¨¦s de la poblaci¨®n. Y a?ade otros factores no menos importantes: la econom¨ªa y la distribuci¨®n territorial de los habitantes, de modo que las ra¨ªces solo se sustentan si hay poblaci¨®n.
El estudio insiste en que la crisis econ¨®mica de 2008 ha significado un antes y un despu¨¦s para la tauromaquia.
¡°Totalmente¡±, enfatiza su autor. ¡°La repercusi¨®n del ciclo econ¨®mico ha sido brutal¡±, a?ade, ¡°porque la gran recesi¨®n tuvo una gran profundidad, que no se ve¨ªa desde la guerra civil, y longitud en el tiempo; y afect¨® de lleno a las arcas p¨²blicas de todos los niveles, especialmente a los ayuntamientos, que se quedaron sin fondos para organizar actividades de ocio¡±.
Royuela asegura que el sector no se ha recuperado, ni cree que se recuperar¨¢. El dato concreto es que el n¨²mero de festejos baj¨® en 2019 un 61 por ciento respecto al a?o 2007, y el autor considera que la primera causa es la crisis econ¨®mica. ¡°Cuando no hay dinero, no se celebran festejos, el p¨²blico deja de ir a los toros y se acrecienta el desinter¨¦s¡±, a?ade.
No olvida, asimismo, el auge de la corriente animalista y sus efectos negativos sobre la fiesta de los toros, y recuerda que el Congreso de los Diputados acaba de aprobar que los animales son seres sintientes y experimentan sensaciones similares a los humanos. ¡°Esta decisi¨®n forma parte de una corriente global muy dif¨ªcil de combatir¡±, afirma, ¡°y es otra causa fundamental en la actual p¨¦rdida de conexi¨®n de la sociedad espa?ola respecto a los toros¡±.
A pesar de ello, el profesor catal¨¢n opina que a la tauromaquia ¡°le ha venido bien¡± el animalismo y la pandemia ¡°porque la ha obligado a tomar conciencia de su situaci¨®n y adoptar decisiones¡±. ¡°No hay nada mejor para hacer un replanteamiento que la incertidumbre ante el futuro¡±, opina.
Otro de los aspectos que analiza el estudio del profesor Royuela es el nivel de estudios de quienes acuden a las plazas de toros.
¡°Siempre se ha dicho que los espectadores de los toros poseen una alta capacitaci¨®n acad¨¦mica¡±, opina Royuela, ¡°pero yo creo que hay que hacer una lectura diferente: solo las personas que cuentan con un nivel de renta suficiente se pueden permitir ir a los toros de forma habitual (a mayor formaci¨®n es de suponer un m¨¢s alto nivel salarial), lo que me lleva a concluir que es el poder adquisitivo el que determina la asistencia y no la cultura¡±.
¡°El precio de las entradas es un elemento disuasorio; el poder adquisitivo es el que determina la asistencia y no el nivel cultural¡±
¡°En consecuencia¡±, concluye, ¡°las personas de menor capacidad econ¨®mica no va a los toros porque no puede pagarlos, aunque tengan un alto inter¨¦s, como de hecho sucede. El alto precio de las entradas es otro elemento disuasorio. Que un tendido de sombra en una ciudad de provincia cueste 80 euros aleja a mucho p¨²blico de las plazas¡±.
Vicente Royuela plantea, finalmente, propuestas para frenar el desinter¨¦s. Y cuenta que hay que trabajar en cuestiones identitarias y culturales.
¡°Ser taurino es algo m¨¢s que ser cin¨¦filo, por ejemplo¡±, afirma. ¡°Sentirse aficionado es una identidad, y hay que saber llevarla aun en territorio ¡®enemigo¡¯. A su lado est¨¢ la dimensi¨®n cultural: saber, primero, que existen los toros (en Catalu?a es cada vez m¨¢s dif¨ªcil; ?ah, ?pero no est¨¢n prohibidos?, es lo primero que te dicen); un segundo aspecto evaluativo: si te reporta algo positivo o no; y, por ¨²ltimo, el afectivo: si me siento bien como aficionado o me miran mal¡±.
¡°Hay que trabajar para no estigmatizar a nadie por ser aficionado¡±, termina Vicente Royuela, ¡°para que el ciudadano sienta y perciba la tauromaquia como algo m¨¢s cercano, y conozca sus beneficios medioambientales y econ¨®micos. El futuro no es f¨¢cil, pero existen herramientas para cambiar la tendencia¡±.
El catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada, aficionado catal¨¢n de origen conquense, experto en la elaboraci¨®n de estudios taurinos -actualmente, trabaja en el impacto de la Copa Chenel en la Comunidad de Madrid por encargo de la Fundaci¨®n Toro de Lidia- confiesa que se present¨® a la convocatoria del Ministerio de Cultura porque la administraci¨®n p¨²blica tiene la obligaci¨®n de fomentar estudios sobre los bienes culturales inmateriales, y la tauromaquia es una ¡°manifestaci¨®n cultural sin parang¨®n en el mundo¡±, afirma.
Babelia
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