Bruce Springsteen vende los derechos de todas sus canciones a Sony Music

Bob Dylan, Neil Young, David Crosby, Paul Simon... Y ahora Bruce Springsteen. Los veteranos del pop y del rock aceleran para sacar el mayor beneficio de su obra y est¨¢n vendiendo los derechos de sus canciones por cantidades millonarias. Todav¨ªa no existe anuncio oficial, pero publicaciones como Billboard y The New York Times dan por hecho que Bruce Springsteen ha acordado la venta de los derechos de todas sus canciones a la discogr¨¢fica Sony Music por alrededor de 500 millones de d¨®lares (unos 442,5 millones de euros). La venta abarca todas las composiciones cl¨¢sicas del rockero de Nueva Jersey: discos como Born to Run, Born in the USA o The River.

Seg¨²n los analistas, este dinero ser¨ªa la mayor transacci¨®n jam¨¢s realizada por el trabajo musical de un artista. En 2020, la discogr¨¢fica Universal Music acord¨® comprar todas las canciones de Bob Dylan. La compa?¨ªa no revel¨® el precio de adquisici¨®n de la colecci¨®n de unas 600 composiciones realizadas en seis d¨¦cadas, pero el diario The New York Times estim¨® en m¨¢s de 300 millones de d¨®lares (unos 247 millones de euros) el valor de los temas del artista.

No es casualidad que todo est¨¦ pasando en los dos ¨²ltimos a?os, desde la aparici¨®n de la pandemia. Estamos hablando de artistas que pasan buena parte del a?o en la carretera, actividad que les genera unos grandes ingresos y que han tenido que frenar por la llegada del coronavirus. Cuando el virus se extend¨ªa por el mundo en 2020, todos pensaban que para 2021 ya estar¨ªa arreglado y la vida musical se normalizar¨ªa. Springsteen fue de los primeros que avis¨®. ¡°Mi antena me dice que, en el mejor de los casos, ser¨¢ en 2022. Y considerar¨ªa una suerte para la industria de los conciertos si sucede entonces¡±, se?al¨®. A algunos les desagrad¨® el diagn¨®stico agorero del creador de Nebraska. Pero su antena no fall¨®. Ahora, en plena ola por la variante ¨®micron, est¨¢ por ver si se podr¨¢ retomar la actividad de la m¨²sica en directo para el a?o que ahora comienza. Springsteen ten¨ªa en sus planes iniciar las actuaciones con la E Street Band en la primavera de 2022. Todav¨ªa no hay comunicados oficiales.

Estamos hablando de artistas veteranos (Springsteen tiene 71; Bob Dylan 80; y Neil Young 76) que son conscientes de la complejidad de montar grandes conciertos y del esfuerzo f¨ªsico que supone. ?Cu¨¢ntos a?os podr¨¢n estar sobre un escenario m¨¢s de dos horas durante varios d¨ªas al mes? Pero hay m¨¢s razones para deshacerse de sus cat¨¢logos. Sin duda, el desplome de la venta f¨ªsica de discos o digitales, que lleva ya unos a?os produci¨¦ndose. Esta ca¨ªda no se compensa con plataformas como Spotify, que tiene acuerdos no publicitados con las grandes compa?¨ªas. Solo hay que preguntar a un m¨²sico consolidado por el dinero que le llega de las plataformas de streaming para darse cuenta de lo tupido del asunto y de lo poco contentos que est¨¢n con el nuevo sistema.

Springsteen ha vendido sus canciones a su sello discogr¨¢fico, pero existen otros actores en esta pel¨ªcula: los fondos de inversi¨®n. Uno de los m¨¢s potentes es Hipgnosis Songs Fund, dedicado casi en exclusividad a la m¨²sica, que cotiza en la Bolsa de Londres y que ha llegado a acuerdos con Neil Young, Shakira, Blondie o The Pretenders. Y no tiene intenci¨®n de parar. Su presidente es el canadiense de 58 a?os Merck Mercuriadis, un empresario que conoce perfectamente el mundo de la m¨²sica al trabajar en diferentes formas de representaci¨®n con estrellas como Elton John, Beyonc¨¦, Morrissey o Guns N¡¯ Roses. Los compradores conf¨ªan en que estos cat¨¢logos llenos de cl¨¢sicos generen grandes beneficios a medio plazo con el imparable auge de los servicios de streaming. Adem¨¢s, se guardan la posibilidad de utilizar canciones en campa?as publicitarias, bandas sonoras de pel¨ªculas o de series.

?C¨®mo afecta este baile de dinero al aficionado a la m¨²sica? Pr¨¢cticamente en nada. Like a Rolling Stone o Thunder Road van a sonar igual de bien lleg¨¢ndole el dinero a su autor o a una empresa de explotaci¨®n.