Ver¨®nica Forqu¨¦: una vida contada por sus amigos
Actores, cineastas, dramaturgos y conocidos reconstruyen con sus testimonios la larga carrera de la actriz. Una de sus allegadas asegura que se fue de ¡®MasterChef¡¯ por covid
A la conmoci¨®n tras la noticia el pasado lunes del fallecimiento de Ver¨®nica Forqu¨¦, que se quit¨® la vida a los 66 a?os, ha seguido el dolor y el recuerdo de una int¨¦rprete clave en el cine y el teatro espa?oles. Como cuenta Pedro Almod¨®var, ¡°fue junto a Carmen Maura la reina de la comedia madrile?a¡±. Casi todos los allegados y compa?eros (Antonio Resines no pudo colaborar por estar enfermo) de la actriz han aceptado reconstruir con sus testimonios para EL PA?S la carrera de Ver¨®nica Forqu¨¦, desde su primer gran trabajo, La guerra de pap¨¢, en 1977, hasta su controvertida aparici¨®n final en el concurso MasterChef Celebrity. Su ¨ªntima amiga, la productora Beatriz de la G¨¢ndara, asegura que dej¨® el programa porque se contagi¨® de covid. Entre medias, taquillazos, cuatro premios Goya, un Max, ¨¦xitos en la televisi¨®n y en los escenarios... Y una huella indeleble en la Espa?a de los a?os ochenta y noventa.
Carmen Maura (actriz): Cuando empec¨¦ a hacer cortos, fue una de las primeras personas con las que habl¨¦ a mediados de los setenta. Yo era diez a?os mayor que ella, y Ver¨®nica, que tendr¨ªa unos 18, me hizo sentir fant¨¢stica, me ense?¨® que mis aspiraciones eran leg¨ªtimas.
Tito Valverde (actor): Coincidimos en el rodaje de La guerra de pap¨¢ [1977]. Fui adem¨¢s el primero que la bes¨® en pantalla. Le di un morreo porque as¨ª me lo pidi¨® Antonio Mercero, para que el actor infantil protagonista [Lolo Garc¨ªa] se creyera que yo le estaba dando un bocado y reaccionara ante ello. Con el tiempo se re¨ªa. Cuando rodamos Amor propio [1994] en Cantabria, ella le contaba a Mario Camus que yo era un guarro porque le hab¨ªa metido la lengua ¡°hasta el est¨®mago¡±. Ese beso fue definitivo en nuestra amistad. Por esa pel¨ªcula, su padre, Jos¨¦ Mar¨ªa Forqu¨¦, me dio un papel muy guapo en la serie Ram¨®n y Cajal. Repetimos varias veces en el cine: en ?Por qu¨¦ lo llaman amor cuando quieren decir sexo? [1993] o en Reinas [2005]. Y claro, en la tele.
Manuel G¨®mez Pereira [director de cine, la dirigi¨® en tres pel¨ªculas): Estaba estudiando en la Facultad de Ciencias de la Informaci¨®n a la vez que trabajaba como script. Y fui el script de La guerra de pap¨¢. Poco a poco, adem¨¢s de hacernos amigos, perseguimos y logramos nuestros sue?os.
Pedro Almod¨®var (director de cine, la dirigi¨® en otras tres pel¨ªculas): No estoy seguro de cu¨¢ndo la conoc¨ª, pero s¨ª recuerdo cada momento de cada pel¨ªcula. El personaje de prostituta de Cristal Scott de ?Qu¨¦ he hecho yo para merecer esto? [1984] se lo ofrec¨ª a Victoria Abril. Victoria entonces viv¨ªa en Par¨ªs, ni sab¨ªa qui¨¦n era yo, y lo rechaz¨®. Adecuamos el guion para la siguiente opci¨®n, ?ngela Molina, y creo que, por jaleos de la productora de la pel¨ªcula, ni conoci¨® la oferta. Y as¨ª entr¨® Ver¨®nica. El destino acert¨® con que fuera para ella. Ver¨®nica se invent¨® muchos de sus gestos para seducir a los clientes. Como actriz participaba mucho del resultado final, pose¨ªa una comicidad muy especial, imposible de imitar, y que la conectaba con el p¨²blico. En esta pel¨ªcula hablamos mucho de Shirley MacLaine... en general le ofrec¨ª personajes muy l¨ªmites y ella dec¨ªa esos di¨¢logos sin morbo, les quitaba lo escabroso. La qu¨ªmica entre Ver¨®nica, Carmen Maura y Chus Lampreave fue inmediata.
Carmen Maura: Yo intent¨¦ convencer a ?ngela Molina para que aceptara el papel de Cristal, y no hubo manera. Aun as¨ª, cuando lleg¨® Ver¨®nica me dio un alegr¨®n... Recuerdo toda la secuencia con Jaime Ch¨¢varri, aguant¨¢ndonos la risa y el apuro. Para m¨ª, es uno de los momentos divinos de mi carrera. Ver¨®nica estuvo fant¨¢stica.
Joaqu¨ªn Oristrell (guionista y director de cine y televisi¨®n): En 1984 yo estaba preparando la serie Platos rotos, y busc¨¢bamos a una actriz para el personaje de Loli. Yo ten¨ªa reticencias para contratar a Ver¨®nica, porque la hab¨ªa visto en el teatro en Zoo de cristal y no me hab¨ªa gustado. Me aconsejaron que fuera a ver ?Qu¨¦ he hecho yo para merecer esto?, la pel¨ªcula de Almod¨®var, y me tuve que poner de rodillas ante una interpretaci¨®n prodigiosa. Cuando nos vimos por primera vez, en una sala de ensayos de TVE, le confes¨¦ mis iniciales reticencias. Ah¨ª comenz¨® una amistad de muchos a?os, hasta me apunt¨¦ con ella a unas clases de yoga con una profesora de nombre Loreto que estaba en la calle Pizarro en Madrid. Hemos cocinado mucho juntos. Era muy buena cocinera, se le daba bien hacer platos de pasta y me descubri¨® la ensalada C¨¦sar. Aunque ella siempre ha estado muy delgada, le gustaba comer.
Juan Echanove (actor): En 1985 fui a ver a Pedro Mari S¨¢nchez al teatro en Bajarse al moro. Y conoc¨ª a Ver¨®nica en los camerinos. A los tres a?os rodamos juntos la versi¨®n cinematogr¨¢fica. En aquel rodaje le cont¨¦ un chiste tonto sobre un ingl¨¦s en un coche que, perdido, pide ayuda a un andaluz. Con el tiempo repetir¨ªamos en Orquesta Club Virginia [1992] y en la serie La vida de Rita [2003], y siempre me ped¨ªa el chiste, que ella celebraba alborozada como si lo escuchase por primera vez, y ya no me hac¨ªa gracia ni a m¨ª. Esta profesi¨®n te lleva a ver a alguien durante meses m¨¢s que a tu propia familia, y luego esa intensa relaci¨®n se va diluyendo.
Pedro Almod¨®var: En Matador [1986] encarn¨® a una periodista por esa cualidad de buena compa?era que albergaba. Ella hizo crecer esa secuencia. Ya estaba por encima de esos papeles secundarios. Porque en aquellos a?os Carmen Maura y ella se convirtieron en reinas de la comedia madrile?a.
Beatriz de la G¨¢ndara (productora de cine y gran amiga de Ver¨®nica Forqu¨¦): En 1986 Fernando Colomo [exmarido de De la G¨¢ndara] la llam¨® para protagonizar La vida alegre. Ah¨ª empez¨® una amistad que no ha terminado nunca. Era una persona maravillosa a la que era muy dif¨ªcil no querer. Nos hicimos muy amigas, aunque por temas de trabajo no nos ve¨ªamos de continuo. Desde entonces ha estado muy presente en nuestras vidas. Habl¨¢bamos mucho por tel¨¦fono, cen¨¢bamos, qued¨¢bamos. A veces, era muy dif¨ªcil verla porque siempre estaba de gira. Hemos vivido muchas cosas juntas, pel¨ªculas, promociones, viajes, festivales. Pasamos juntos el verano de 1989 en Menorca. Colomo y ella acababan de rodar Bajarse al moro y nos fuimos a la isla, donde alquilamos una casa. Fue un verano muy placentero, de mucha paz, mucha tranquilidad, mucha lectura.
Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n (actriz): Conoc¨ª a Ver¨®nica en 1986 cuando rod¨¦ mi primera pel¨ªcula, Romanza final, a las ¨®rdenes de su padre, Jos¨¦ Mar¨ªa Forqu¨¦. Fue ella la que dobl¨® la voz. Pero cuando yo descubr¨ª a la Ver¨®nica luminosa y gozosa fue en el rodaje de Bajarse al moro, de Fernando Colomo, tres a?os m¨¢s tarde. Yo ten¨ªa 19 a?os y era mi primer papel importante. Ella ya era un referente y me abri¨® los brazos y me acogi¨® con esa mirada tan hermosa que ten¨ªa. Ver¨®nica era c¨¢lida y dulce y me ofreci¨® toda su bondad y me dio la bienvenida a este mundo. Era una mujer que escuchaba, que cuando estaba contigo lo hac¨ªa de verdad. Me fascinaba adem¨¢s esa espiritualidad, esa conexi¨®n con la India, esa paz que irradiaba. Por eso me impresiona mucho su muerte. Nunca olvidar¨¦ c¨®mo acogi¨® a una actriz como yo que empezaba y que estaba algo perdida.
Jos¨¦ Sanchis Sinisterra (dramaturgo, autor de ?Ay, Carmela!). No pude ir al estreno en Zaragoza de ?Ay, Carmela! [1987] porque me pill¨® en Colombia, pero vi la funci¨®n unos meses despu¨¦s. Al terminar, ella me pregunt¨® qu¨¦ me parec¨ªa, que le pusiera deberes. A m¨ª no se me ocurri¨® nada, le dije: ¡°?Carmela eres t¨²!¡±. Por decirle algo, le coment¨¦ que quiz¨¢ podr¨ªa a?adirle algo de vulgaridad al personaje. Y cuando volv¨ª a ver el espect¨¢culo poco despu¨¦s, me dijo: ¡°?Te has dado cuenta de que te he hecho caso? ?En una escena me he rascado el culo!¡±.
Pedro Almod¨®var: Sin ella, yo no me hubiera atrevido a tanto en Kika. Lo escrib¨ª para ella. En fin, en esta profesi¨®n es dif¨ªcil encontrar a alguien tan bueno y tan bondadoso.
Anabel Alonso: Nos conocimos en 1993, en el rodaje de Kika. Con su luz y su sonrisa hac¨ªa cre¨ªble cualquier animalada. Todo texto que sal¨ªa de su boca se convert¨ªa en digerible. Yo era una principiante, y me recibi¨® como a una igual, transmiti¨¦ndome seguridad. Hicimos pi?a enseguida. Un d¨ªa a ella la maquillaba Gregorio Ros y a m¨ª me peinaba Jes¨²s Moncusi. Con nuestras charlas, bromas y giros en las sillas no les dej¨¢bamos trabajar. Gregorio se enfad¨®, tir¨® sus trastos y sali¨® enfadado. Y a los dos minutos Jes¨²s hizo lo mismo. Nos quedamos las dos solas en camerinos, y ella me solt¨®: ¡°Pero nena, ?las estrellas no somos nosotras?¡±. Ver¨®nica era creativa, serena, cari?osa. Y cero competitiva. Al a?o siguiente, est¨¢bamos juntas rodando en Santander Amor propio, con Mario Camus, y vimos los Goya en el hotel por televisi¨®n. Lo gan¨® por Kika. Nunca recogi¨® un Goya, porque siempre le pill¨® trabajando.
Manuel G¨®mez Pereira: Para m¨ª ha sido la Shirley MacLaine espa?ola, y se lo dije muchas veces. Eso se nota en un personaje tan complejo como el que hizo en ?Por qu¨¦ lo llaman amor cuando quieren decir sexo? [1993], un personaje l¨ªmite, radical, una estrella del porno casi lumpen, que hab¨ªa que hacer cre¨ªble y humana. Ver¨®nica era muy consciente de que hay dolor en la comedia, y manejaba todos esos elementos. ¡°Pero Manolito, ?yo una estrella del porno?¡±, me solt¨® tras leer el guion. Pues s¨ª, porque probablemente sin ella yo no la hubiera hecho.
Tito Valverde: Me llam¨® y me dijo que ella y Manuel Iborra [director y guionista, pareja de Forqu¨¦ durante tres d¨¦cadas] iban a hacer la serie Pepa y Pepe, y que si me apetec¨ªa. ?Claro!, respond¨ª. Era 1995. Pero TVE me vet¨® porque yo no era popular y prefer¨ªan a Jos¨¦ Sacrist¨¢n. Cuando Sacrist¨¢n prefiri¨® hacer otra serie [?Qui¨¦n da la vez?], Ver¨®nica y Manolo volvieron a la carga y me contrataron. Fue un rodaje incre¨ªble y la serie, un exitazo. Yo no he sido consciente de todo lo que la quer¨ªa hasta este final tan dram¨¢tico.
Joaqu¨ªn Oristrell: En las siete pel¨ªculas y dos series de televisi¨®n en las que he trabajado con ella, me he encontrado a una actriz que respetaba mucho el texto y a la que le gustaban los ensayos. Era muy exigida y muy exigente, trabajadora e intuitiva. Era capaz de pasar por la frase m¨¢s obscena con una gran naturalidad. Sab¨ªa mucho de cine, de c¨®mo y d¨®nde colocar la c¨¢mara. No olvidar¨¦ nunca mi primer d¨ªa de rodaje como director en ?De qu¨¦ se r¨ªen las mujeres?, mi deb¨² en el cine. Era 1996 y yo estaba aterrado. Ella se puso a mis ¨®rdenes y, al terminar, me dijo: ¡°Lo has hecho muy bien¡±. Fue un rodaje inolvidable, en un loco mes de julio en Benidorm.
Antonio Panizza (peluquero e ¨ªntimo amigo): La vi en teatro en Granada haciendo Descalzos por el parque, y salimos esa noche en grupo de copas. Despu¨¦s, la primera vez que trabajamos juntos fue en ?De qu¨¦ se r¨ªen las mujeres?, y luego hemos repetido en tantas ocasiones... Era pura alegr¨ªa, vida, arte. ?Su pelo? Angelical, fino. Ella era preciosa entera. Me regal¨® uno de sus Goyas, que est¨¢ junto al m¨ªo [por La ni?a de tus ojos].
Carmen Maura: Hicimos de hermanas en Clara y Elena [2001]. Me encant¨® c¨®mo le solt¨® a su marido, Manuel Iborra [director del filme], que a m¨ª no me pod¨ªa decir nada. Estaba supertranquila, relajada... Nos metimos mucho en los papeles, pasamos todo el rodaje juntas y fue maravilloso.
Manuel G¨®mez Pereira: En Reinas [2005] le propuse otro personaje arriesgado, el de ninf¨®mana. Y volvi¨® a aceptar el reto. Y cog¨ª a Tito Valverde como homenaje a esa pareja. Ella constru¨ªa desde la humanidad y la dulzura.
Pedro Almod¨®var: Recuerdo la despedida a Fernando Fern¨¢n G¨®mez en el Teatro Espa?ol en 2007. Fue un velatorio muy festivo porque homenaje¨¢bamos a un grande, y esa actitud la impulsaba la misma Emma Cohen, que quer¨ªa celebrar la vida de su pareja. Hablamos de la profesi¨®n Ver¨®nica, Carmen [Maura], Emma y yo... Las siguientes veces que nos fuimos viendo me preguntaba mucho por mi familia, me contaba la carrera de su hija, Mar¨ªa. Me daba remedios contra la ansiedad, y nunca imagin¨¦ este final para Ver¨®nica. No la reconozco en las apariciones de MasterChef. Era otra persona.
Carlota Ferrer (directora de escena y actriz): En el a?o 2000 me present¨¦ a una audici¨®n para trabajar en La tentaci¨®n vive arriba, que iba a ser la primera obra teatral de Ver¨®nica como directora. Fui con grandes nervios y finalmente no fui elegida. En 2018 la llam¨¦ para que participara en Los cuerpos perdidos, que dirig¨ª yo. Ella llevaba tiempo sin trabajar, tras una importante operaci¨®n de espalda, pero super¨® su dolor y vino a los ensayos con un entusiasmo enorme. Quer¨ªa estar en todas las coreograf¨ªas. Fue entonces cuando me empez¨® a llamar jefa y a sus compa?eros, compa?eritos. En mi siguiente trabajo como directora, El ¨²ltimo rinoceronte blanco, le propuse hacer del personaje de la muerte. Cuando ley¨® el texto, nos pidi¨® a m¨ª y a Jos¨¦ Manuel Mora, el autor de la versi¨®n, que aument¨¢ramos su participaci¨®n y Jos¨¦ Manuel escribi¨® para ella un bello mon¨®logo.
Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n: Era una actriz juguetona, que sacaba oro de cada di¨¢logo y cada situaci¨®n, que miraba todo con ojos nuevos. Nunca m¨¢s volv¨ª a trabajar con ella, pero en 2016 hicimos un viaje en coche de Madrid a Ja¨¦n, en el que ¨ªbamos, adem¨¢s de nosotras dos, Irene Escolar, Silvia Abascal y Luis Alegre. Fue un reencuentro hermoso. All¨ª apareci¨® la misma Ver¨®nica maravillosa, con esa facilidad que ten¨ªa para abrirse, y en la que habl¨® del momento vital que atravesaba, tras su separaci¨®n y su depresi¨®n. Era una mujer sin filtros.
Juan Echanove: La ¨²ltima vez que nos vimos fue ella la que me visit¨® en un camerino: yo estaba haciendo Rojo en el Teatro Espa?ol [2018] y la acompa?aba Gerardo Vera. Fue tambi¨¦n mi ¨²ltimo encuentro con Gerardo. Lo que te deja sin ilusi¨®n es que en este pa¨ªs da igual lo que hagas, porque al final te hacen sucumbir. No es normal que estemos con lo de MasterChef cuando era una actriz con cuatro premios Goya y trabajos al alcance de muy pocos. Y la precariedad laboral que azota a nuestra profesi¨®n es... devastadora.
Pilar Castro (actriz): En 2015 compartimos escenario en Buena gente, dirigida por David Serrano, y estuvimos dos a?os de gira. Ella siempre ha sido una de mis actrices icono y por eso yo estaba ansiosa por trabajar con Ver¨®nica. Result¨® ser encantadora, muy de igual a igual, me ense?¨® much¨ªsimo. Culta, exc¨¦ntrica, divertida... Al final la he sentido parte de mi familia. El d¨ªa antes de estrenar la obra, en la previa con p¨²blico, se qued¨® en blanco. Y lo dijo en alto, ante todo el patio de butacas. Al d¨ªa siguiente, el resto est¨¢bamos hist¨¦ricos y ella con su caf¨¦, relajada... Y clav¨® la funci¨®n. Era tan imprevisible como echada para adelante.
Juli¨¢n Fuentes Reta (director de Las cosas que s¨¦ que son verdad, ¨²ltima aparici¨®n de Forqu¨¦ en los escenarios, por la que gan¨® el premio Max a la mejor actriz protagonista en 2020): Fue ella quien me busc¨® a m¨ª. Nadia Corral, la productora, me dijo que Ver¨®nica Forqu¨¦ quer¨ªa trabajar con nuevos directores y directoras, que quer¨ªa una renovaci¨®n. Honestamente, al principio me parec¨ªa que meter en mi obra a una persona famosa como ella era algo arriesgado para el teatro que yo busco, sin grandes nombres. La primera vez que la vi fue en el ambig¨² del Teatro Espa?ol. Fue un encuentro breve, en el que me dijo que me ten¨ªa que olvidar de Bajarse al moro, porque en el teatro era una actriz diferente a la del cine. Quedamos a cenar unos d¨ªas despu¨¦s y fue all¨ª donde la conversaci¨®n se dispar¨®. Descubr¨ª a una persona fuera de serie, con una inteligencia fuera de lo normal. Yo soy muy reservado, y a ella en una hora y media le cont¨¦ mi vida entera. Te miraba con esos ojos y te hac¨ªa una radiograf¨ªa inmediata. Ya esa noche me empez¨® a llamar Juli y yo me derret¨ªa. Me ayud¨® mucho con la obra y la promoci¨®n y la gira de dos a?os, me sent¨ª muy protegido con ella. Todas las ma?anas de los ensayos ella tra¨ªa churros y caf¨¦ para todo el equipo.
Carlota Ferrer: Despu¨¦s de El ¨²ltimo rinoceronte blanco, estuvimos en contacto a trav¨¦s de llamadas o mensajes telef¨®nicos. Ahora estoy escuchando los audios que tengo guardados de ella. Necesito escuchar su voz. No los voy a borrar nunca. Era una mujer que miraba siempre la vida en positivo, que ten¨ªa devoci¨®n por su hija y por todo lo que ella hace como artista. Se sent¨ªa muy orgullosa de ella y de su independencia. Me acuerdo de que cuando le compr¨® un piso a su hija nos tomamos unas cervezas para celebrarlo. Hablaba mucho de la muerte, de la muerte de su madre [2018] y de su hermano [2014], que le afect¨® much¨ªsimo, pero lo hac¨ªa de una manera muy sana. Ella estaba muy por encima de la muerte.
Manuel G¨®mez Pereira: Uf, es duro. Esta ¨¦poca actual, tan individualista, nos ha alejado. Antes la gente se ve¨ªa m¨¢s. Ahora llamas menos pidiendo ayuda, y se escucha a¨²n menos. La pandemia adem¨¢s ha remachado mucho eso. Esta Ver¨®nica no es la que yo conoc¨ª a mis 18 a?os, y que ha sido mi amiga toda la vida. La ¨²ltima vez que nos vimos fue a finales de 2019, que fui al festival de Tudela con Resines y Vero estaba de jurado. Pasamos cuatro d¨ªas juntos maravillosos. Vero cumpl¨ªa a?os el 1 de diciembre y yo el 8, y nunca logr¨¢bamos llamarnos el d¨ªa exacto los dos. Nos equivoc¨¢bamos siempre.
Anabel Alonso: Nunca dejamos de vernos y, profesionalmente, vino en 2020 a unas sesiones en la serie Amar es para siempre. Por desgracia nuestras tramas no coincid¨ªan. Ah¨ª segu¨ªa la Ver¨®nica compa?era de todos. Lamento no haber hecho teatro con ella. La ¨²ltima vez que la vi en persona fue a finales de primavera, cuando se hizo la reuni¨®n de chicas Almod¨®var en MasterChef. Sal¨ª de all¨ª muy tocada.
?lvaro Fern¨¢ndez Armero (director de A 1.000 kil¨®metros de la Navidad, que se estrenar¨¢ esta Nochebuena en Netflix): Rodamos A 1.000 kil¨®metros de la Navidad en febrero y marzo de este a?o. Soy muy fan de La guerra de pap¨¢, porque me sent¨ª muy identificado con el ni?o cuando la vi. Es que mi entorno se parec¨ªa mucho al de la pantalla, tambi¨¦n hubo una Vito en mi infancia. Por eso, hace seis a?os propuse a Ver¨®nica para una serie, y la cadena de televisi¨®n exigi¨® que Forqu¨¦ hiciera una prueba, algo que me sorprendi¨®. Ver¨®nica lo hizo perfecto, pero no la eligieron. Y cuando nos reencontramos en los ensayos este febrero, me ech¨® en cara aquella prueba. Sin embargo, a partir de ah¨ª todo fluy¨®, aunque en rodaje ella iba y ven¨ªa de manera intermitente, porque era secundaria. Curiosamente, el primer plano del primer d¨ªa fue con ella. Durante la filmaci¨®n, hubo un momento en que dud¨¦ si lo estaba haciendo bien, sent¨ªa que hab¨ªa caos en los movimientos de Ver¨®nica. En cambio, ve¨ªas la proyecci¨®n de lo rodado, y ah¨ª estaba su talento, su magia. Encajaba. Acabado el rodaje, ella tuvo que doblar su voz en una secuencia en posproducci¨®n, y ese d¨ªa yo no pude ir. Lo lamento profundamente.
Joaqu¨ªn Oristrell: Nuestros ¨²ltimos encuentros, junto a mi esposa Carmen [la actriz Carmen Balagu¨¦], los hac¨ªamos en el restaurante Las tortillas de Gabino, que a ella le encantaba. La ¨²ltima vez que la vi fue dos d¨ªas antes del confinamiento. Estaba yo en el barrio de Salamanca, buscando unas localizaciones, cuando ella, desde su coche, me vio y me grit¨®: ¡°Monis, monis, ?cu¨¢ndo nos vemos? Tenemos que cenar¡±. Ella me llamaba Monis porque su padre me llamaba Monistrol, dec¨ªa que la palabra Oristrell, mi apellido, no le sal¨ªa. Carmen la vio el pasado julio porque surgi¨® un proyecto de hacer una obra de teatro juntas y lleg¨® muy impresionada. Me dijo que Ver¨®nica necesitaba ayuda.
Pilar Castro: Intento encajar las piezas del puzle a ver si entiendo lo que ha pasado. En primavera estaba muy ilusionada con MasterChef, quer¨ªa hacerlo por sentirse en activo.
Carmen Maura: En los ¨²ltimos tiempos Ver¨®nica no era ella. Clar¨ªsimamente. Uf, todav¨ªa no me lo creo. Nos sent¨ªamos muy similares como actrices.
Antonio Panizza: Siempre me lo he pasado bien con ella. Estuve con Ver¨®nica cuando particip¨® en el desfile del dise?ador Eduardo Navarrete [el lunes 29 de noviembre]. Ese d¨ªa comimos en la calle Augusto Figueroa, y me acuerdo de que nos cruzamos con Santiago Segura, y nos re¨ªmos. La jornada fue pura an¨¦cdota. Estuve con ella hasta el viernes 3, que me volv¨ª a Granada a cosas de m¨¦dicos. En fin... Eso de que estaba sola es mentira. Estaba tratada, cuidada y con gente alrededor.
Beatriz de la G¨¢ndara: Ver¨®nica era una gran escuchadora. Tengo muchos momentos ¨ªntimos con ella porque nos cont¨¢bamos muchas cosas. Nunca ocult¨® sus depresiones ni sus problemas, lo contaba todo abiertamente. Todos en la vida hemos tenido altibajos y problemas, aunque ella era muy sanadora. Nunca me habl¨® de suicidio. Tras su salida de las grabaciones de MasterChef [primavera de 2021] nos fuimos a comer y me cont¨® que se hab¨ªa ido porque se hab¨ªa infectado de covid. ¡°Bendita covid que me ha permitido irme del programa¡±, me dijo. Esto es algo que no se ha querido explicar. Su salida no fue ni por depresi¨®n ni por tristeza, eso me coment¨®. Ver¨®nica asegur¨® que se lo hab¨ªa pasado muy bien en el programa, pero que, a veces, se pon¨ªa muy nerviosa y que no se reconoc¨ªa en algunas de las reacciones que hab¨ªa tenido. Tras el verano, la volv¨ª a encontrar tristona. Era su tercera depresi¨®n, de la que estaba tratada y medicada. Me dolieron mucho las cosas que se dijeron de ella por MasterChef. Ver¨®nica entr¨® voluntariamente y no porque tuviera problemas econ¨®micos, sino porque quer¨ªa estar ocupada en algo. Yo creo que no era el momento y en el programa la utilizaron para crear conflicto. La dejaron en pelotas frente a los tiburones de Twitter. El mi¨¦rcoles 8 de diciembre le mand¨¦ un whatsapp para quedar. Vino el viernes 10 a mi casa a merendar. La trajo su hija Mar¨ªa, que la cuidaba mucho. Pasamos una tarde deliciosa. La depresi¨®n que padec¨ªa fue una de las muchas cosas sobre las que hablamos. Hubo momentos de risa. Estaba preocupada por su delgadez y me pregunt¨® c¨®mo la encontraba. Yo le dije que bien. Tomamos un t¨¦ con panettone, en homenaje a su lado italiano. Ella no comi¨® mucho, pero estuvo muy tranquila y relajada. Quedamos para vernos esta semana y pasear bajo el sol, tal y como le hab¨ªa recomendado el m¨¦dico. Sobre las ocho y media, la vino a recoger su hija. Mi ¨²ltimo recuerdo es su imagen con la puerta abierta del ascensor dici¨¦ndome adi¨®s. Me cuesta mucho entender lo que ha pasado. Ver¨®nica era una persona muy sensible, demasiado buena, sencilla y honesta. Era una mujer muy espiritual y nada sectaria.
Joaqu¨ªn Oristrell: El lunes, cuando nos enteramos de su muerte, qued¨¦ con Manuel G¨®mez Pereira y Yolanda Garc¨ªa Ramos. Ten¨ªamos necesidad de vernos y hablar de Ver¨®nica.