Alexander Liebreich, director de orquesta: ¡°Los buenos compositores no son siempre buenas personas¡±
El m¨²sico b¨¢varo es el nuevo titular de la Orquesta de Valencia tras una singular carrera internacional que le ha llevado a trabajar en Holanda, Corea, Polonia o Rep¨²blica Checa
Alexander Liebreich no es un director alem¨¢n al uso. Prefiere definirse como b¨¢varo, en referencia al land donde naci¨® hace 53 a?os (en la poblaci¨®n de Ratisbona). Tambi¨¦n rechaza el llamado ¡°sonido alem¨¢n¡± como un t¨®pico asociado a un director austriaco como Herbert von Karajan. Es cr¨ªtico con el desinter¨¦s de su pa¨ªs por la tradici¨®n y ha vivido en Holanda y Polonia, pa¨ªses que suelen mirar con suspicacia hist¨®rica a sus vecinos germanos. De origen jud¨ªo (sus abuelos murieron en el campo de concentraci¨®n de Auschwitz), con lazos familiares en Bohemia, licenciado en Filolog¨ªa Rom¨¢nica y disc¨ªpulo del italiano Claudio Abbado, el nuevo director titular de la Orquesta de Valencia es un m¨²sico singular.
Su trayectoria cosmopolita le llev¨® en 2011 a ser el primer europeo en dirigir el Festival Internacional de M¨²sica de Tongyeong (TIMF) en Corea del Sur, uno de los m¨¢s importantes cert¨¢menes en Asia. Particip¨® durante un decenio en un programa del Ministerio de Relaciones Exteriores de su pa¨ªs con el trasfondo del ejemplo de la unificaci¨®n alemana que le permiti¨® tambi¨¦n trabajar en la herm¨¦tica Corea del Norte y conocer su entonces importante formaci¨®n musical, en ocasiones en compa?¨ªa del expresidente de EE UU Jimmy Carter.
Director titular de la Orquesta Sinf¨®nica de la Radio de Praga e invitado en formaciones como la de S?o Paulo, de la que destaca su vitalidad, Liebreich recuerda c¨®mo le ha marcado tambi¨¦n su paso por la direcci¨®n de la Orquesta Sinf¨®nica Nacional de la Radio Polaca entre 2012 y 2019. ¡°En la cat¨®lica Polonia tienen un tipo de espiritualidad que tambi¨¦n est¨¢ aqu¨ª en Espa?a. Creo que debemos aspirar a conseguir un poco de espiritualidad, y no necesariamente como algo religioso. Lo echamos de menos en la m¨²sica, pero los tiempos tampoco acompa?an¡±, explica en la sala de ensayos del Palau de la M¨²sica de Valencia.
¡°En Polonia me quieren aun siendo alem¨¢n¡±, agrega con iron¨ªa sobre un pa¨ªs al que siente muy vinculado. Es inevitable preguntar por la situaci¨®n pol¨ªtica y cultural. ¡°Muchos de mis amigos de all¨ª tienen mucho miedo porque ya no pueden hablar libremente. Pero es muy f¨¢cil juzgar desde nuestra perspectiva. El pueblo polaco tiene una inteligencia, una cultura y una tradici¨®n incre¨ªbles y busca su nueva identidad. Tambi¨¦n hay muchas manifestaciones por la libertad de pensamiento y mucha gente que no est¨¢ de acuerdo con el Gobierno de derechas¡±, apunta.
Admirador confeso de compositores como Franz Schubert y Felix Mendelssohn, Liebreich propone una lectura de la vida y de la m¨²sica que se aleje del blanco y negro. ¡°Creo que en Alemania est¨¢n matando la tradici¨®n. Los alemanes odian a los alemanes, pero tenemos que conocer nuestra cultura para renovarla¡±, sostiene. Menciona ejemplos como una petici¨®n en M¨²nich para cambiar los nombres de las calles dedicadas a Wagner o Strauss por su relaci¨®n con los nazis o el uso que el r¨¦gimen hizo de ellos; o una iniciativa para dejar de tocar La flauta m¨¢gica porque hay incorrecciones pol¨ªticas. ¡°Y claro que las hay: Monostatos [personaje de la obra de Mozart], a veces tiene la cara pintada de negro, entre otras cosas. No se puede limpiar todo. Eso es lo que hacen los fascistas. Las cosas no son blancas o negras y los buenos compositores no han sido siempre buenas personas. Hay que saberlo y reflexionar. Pero el problema es que la gente no quiere reflexionar, solo quiere ver blanco o negro¡±, argumenta.
Inc¨®modo con el ¡°sonido alem¨¢n¡±
Aprendiz en la Concertgebow de ?msterdam del director austriaco Nikolaus Harnoncourt, Liebreich no se siente c¨®modo con el sonido alem¨¢n de la m¨²sica cl¨¢sica. ¡°Creo que err¨®neamente se ha vinculado a una tradici¨®n quiz¨¢s con Karajan, que era austriaco. Y tambi¨¦n quiz¨¢s con [Christian] Thielemann, quien habla siempre de su sonido alem¨¢n. Brahms, especialmente en su primera sinfon¨ªa, hace referencia a Beethoven, en primer lugar, y al sonido de la naturaleza, en segundo... Hay una tradici¨®n maravillosa human¨ªstica en Alemania, en Baviera, y en lugares donde se habla alem¨¢n. Pero cuando como Karajan o Thielemann prefieren un sonido como el de la Filarm¨®nica de Berl¨ªn, pues no es mi sonido. S¨ª, tiene tensi¨®n, pero no es rico ni tiene contrapunto¡±. Prefiere el sonido de Claudio Abbado, ¡°que dio un paso en la direcci¨®n contraria para alejarse del sonido alem¨¢n, con su idea de hacer m¨²sica para comunicar¡±. Tambi¨¦n comparte la idea del maestro milan¨¦s de hacer ¡°gran m¨²sica de c¨¢mara¡±.
Liebreich pretende transmitir todas estas ideas a los m¨²sicos de la municipal Orquesta de Valencia, creada en 1943. No se estrenar¨¢ hasta 2023 en la sala principal del auditorio municipal debido a la ca¨ªda de una parte del falso techo que oblig¨® a cerrarla en julio de 2019. Se detectaron m¨¢s problemas estructurales y se elabor¨® un proyecto de reforma con un presupuesto de 12,6 millones de euros. De este modo, el auditorio, con una de las mejores ac¨²sticas de Espa?a, permanecer¨¢ cerrado un total de cuatro a?os debido a las obras, que deben iniciarse a principios del 2022, y la lentitud de todo el proceso administrativo. El director lamenta el problema, pero intenta poner al mal tiempo buena cara, centrarse en el trabajo de los m¨²sicos y en sus conciertos en el vecino Palau de les Arts y en otras salas.
Babelia
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