La historia de Jes¨²s refugiado que juzga a los cristianos
La celebraci¨®n de la Navidad tiende a olvidar que Jes¨²s y sus padres se vieron obligados a huir a Egipto, como ocurre en la actualidad con los migrantes que escapan de guerras o tiranos
Es posible que todo lo que nos han ense?ado sobre la infancia de Jes¨²s y la Navidad sea m¨¢s mito que historia, y que el profeta jud¨ªo no naciese en Bel¨¦n y seguramente no en la noche del 24 al 25 de diciembre, ya que la mitad de los Evangelios ignoran todos los aspectos de su nacimiento y se centran sobre todo en su vida p¨²blica y en su muerte en la cruz. Suponiendo, sin embargo, que fuera historia, hay un aspecto que los cristianos suelen silenciar: Jes¨²s y sus padres se convirtieron en refugiados que tuvieron que huir a Egipto porque el rey Herodes quer¨ªa matar al ni?o reci¨¦n nacido. Tambi¨¦n hoy muchos de los que tienen que abandonar su tierra lo hacen huyendo de las guerras o de los tiranos.
La Navidad, de la que sabemos muy poco, pero que acab¨® siendo una fecha especial para el mundo cristiano, se convierte as¨ª tambi¨¦n en un aldabonazo para la conciencia actual frente al drama de la emigraci¨®n que nos juzga a todos. Si mucho de lo que se ha escrito sobre Jes¨²s y, sobre todo, sobre su nacimiento seguramente pertenece al mundo de la leyenda, que se ha ido transmitiendo por los cristianos a lo largo de la historia, los emigrantes de hoy no son otro mito. Son una dolorosa y cruel realidad que aquel jud¨ªo rebelde, defensor de todos los perseguidos y humillados, colocar¨ªa ante la conciencia de los cristianos.
El cristianismo, que naci¨® como un intento de ensanchar, a trav¨¦s de la vida de Jes¨²s, la idea de un Dios para el pueblo elegido de Israel y darle una dimensi¨®n universal en la que ya no existen fieles e infieles, sino solo hijos de Dios, solo tendr¨¢ valor si la Iglesia se mantiene fiel al amor y la compasi¨®n universal, sobre todo hacia los m¨¢s humillados y perseguidos, como son los migrantes.
Aunque lo relativo al nacimiento e infancia de Jes¨²s solo existe en los Evangelios ap¨®crifos, no en los cuatro oficiales, lo cierto es que dicha leyenda se ha convertido en una de las fechas que los cristianos celebran con mayor alegr¨ªa. Es muy posible que toda la historia del nacimiento en Bel¨¦n haya sido creada a lo largo de los primeros a?os del cristianismo porque los fieles de la nueva secta sent¨ªan la necesidad de conocer uno de los aspectos de la vida de Jes¨²s m¨¢s ignotos, como la fecha del nacimiento de la que ning¨²n Evangelio habla. Los primeros cristianos sent¨ªan que faltaba un d¨ªa para celebrarlo. Y as¨ª la Iglesia escogi¨® la festividad romana del dios pagano Mitra.
Ninguno de los cuatro evangelistas habla en efecto de Jes¨²s de Bel¨¦n, sino de Jes¨²s de Nazaret. Los jud¨ªos se apellidaban con el lugar de nacimiento o con el nombre del padre, de tal forma que Jes¨²s deber¨ªa haberse llamado Jes¨²s de Bel¨¦n o Jes¨²s de Jos¨¦, nunca Jes¨²s de Nazaret.
Lo m¨¢s seguro es que la leyenda del nacimiento en Bel¨¦n se debi¨® a que en la Biblia se hablaba del futuro mes¨ªas con sangre real, de la estirpe de David, que habr¨ªa nacido en Bel¨¦n, ciudad sobre la que dec¨ªa el profeta Miqueas: ¡°De ti saldr¨¢ el que ha de reinar en Israel¡±. En ese contexto, hacer nacer a Jes¨²s en una aldea como Nazaret ¡ªtan insignificante que ni aparece en los mapas de su tiempo¡ª ser¨ªa disminuir su dignidad. Necesitaba venir al mundo en una ciudad con historia como Bel¨¦n.
A partir de ah¨ª se fue enriqueciendo con los detalles m¨¢s peque?os el rocambolesco nacimiento de Jes¨²s en un pesebre, con los Reyes Magos, cuyos nombres, Melchor, Gaspar y Baltasar, aparecen de nuevo solo en los Evangelios ap¨®crifos. Y, sobre todo, su fuga a Egipto huyendo del tirano rey Herodes, que tem¨ªa que hubiese nacido el rey de Israel que pondr¨ªa en peligro su reino y dio orden de matar a todos los ni?os reci¨¦n nacidos.
El papa Benedicto XVI ¡ªel alem¨¢n Joseph Ratzinger, un gran te¨®logo ultraconservador¡ª, antes de renunciar al pontificado que hered¨® el papa Francisco, tuvo un momento de tentaci¨®n progresista y escribi¨® que probablemente en el pesebre donde hab¨ªa nacido Jes¨²s ¡°no hab¨ªa ni mula ni buey¡±. Escrib¨ª entonces que lo m¨¢s seguro es que no hubiera habido ni pesebre y que Jes¨²s no hubiera nacido en Bel¨¦n.
Lo curioso es que la arqueolog¨ªa moderna est¨¢ intentando trazar el posible itinerario de la sagrada familia en su huida a Egipto para convertirlo en un lugar de turismo y peregrinaci¨®n de los cristianos. Aprovechando algunos de esos descubrimientos arqueol¨®gicos, ya existen lugares por los que habr¨ªa pasado Jes¨²s reci¨¦n nacido, como las huellas de sus pies en la roca de Sakca o las gotas de leche de Mar¨ªa ca¨ªdas al dar de mamar a su hijo donde a¨²n hoy las mujeres est¨¦riles acuden para pedir el milagro de poder concebir.
Actualmente, se tiende a destacar el aspecto de la huida a Egipto, donde la sagrada familia habr¨ªa permanecido como unos emigrantes m¨¢s hasta la muerte de Herodes. Y es que en aquel momento Egipto era un paso obligatorio de todos los sabios del mundo antiguo como Pit¨¢goras o Tales de Mileto. Hasta los dioses griegos se refugiaban en Egipto, el pa¨ªs donde nace tambi¨¦n la leyenda de Mois¨¦s huyendo con su pueblo de la esclavitud a la que estaban sometidos para conducirlos a la tierra prometida.
El cristianismo penetr¨® f¨¢cilmente en este pa¨ªs porque Osiris fue el dios que muere y resucita, donde la recompensa a una vida fiel a la religi¨®n era el para¨ªso. Y hoy se piensa que el dogma cristiano del Dios uno y trino, el monote¨ªsmo, se fragu¨® en Egipto y de all¨ª pas¨® a los cristianos.
Estudio de la Biblia
Los te¨®logos especialistas en el estudio de la Biblia intentan entender c¨®mo es posible que Jes¨²s, nacido sin duda en la aldea de Nazaret, hijo de un alba?il y de una analfabeta como lo eran la mayor¨ªa de las mujeres de su tiempo a las que se les prohib¨ªa estudiar, pod¨ªa a los 30 a?os aparecer en p¨²blico demostrando una sabidur¨ªa y discutir con los doctores de la ley o hablar griego sin haber estudiado. De ah¨ª el intento de explicar que seguramente durante esos 30 a?os de silencio viaj¨® por los lugares donde florec¨ªan la filosof¨ªa y las teor¨ªas gn¨®sticas de las que quedan muchas huellas en los discursos del profeta.
Y ello explica que justamente hoy uno de los aspectos que m¨¢s interesan en la reconstrucci¨®n de la vida del profeta jud¨ªo que dio vida a una de las tres grandes religiones monote¨ªstas sea el de su posible huida a Egipto, donde habr¨ªa pasado toda la infancia y estudiado otras lenguas y filosof¨ªas de las que quedan huellas en sus discursos y par¨¢bolas.
Lo cierto es que en la historia real o m¨ªtica del nacimiento de Jes¨²s, lo m¨¢s actual y que corresponde a la esencia de la doctrina primitiva del cristianismo es la fuga de Jes¨²s a Egipto, lo que lo convierte en el primer refugiado del cristianismo, cuyos padres debieron vivir la zozobra que padece cada familia que tiene que abandonar de prisa y corriendo su casa y su pa¨ªs para huir del horror de los dictadores y de la muerte.
Por ello, si el cristianismo m¨¢s puro proclama que cada persona tiene la dignidad de ser hijo de Dios y de encarnar la esencia de su mensaje, que es la acogida de aquello que el mundo desprecia o intenta eliminar, no cabe duda de que el cerrar los ojos ante el drama de los migrantes, que lleva a veces hasta la persecuci¨®n de los refugiados, constituye una de las mayores traiciones a la esencia del cristianismo primitivo.
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