¡®100 d¨ªas con la Tata¡¯: el fen¨®meno viral de Miguel ?ngel Mu?oz sin cine dentro

Pese a la extendida creencia, en las historias bonitas no tiene por qu¨¦ haber una pel¨ªcula dentro. El cine necesita progreso, duda, conflicto, encrucijadas, ca¨ªdas, redenciones. Tambi¨¦n un punto de vista adecuado. Una mirada y una voz. Y la mirada m¨¢s cercana (y en principio m¨¢s noble) no siempre es la m¨¢s adecuada. A veces se necesita un paso atr¨¢s, o a un lado: que el que cuente la historia no est¨¦ tan contagiado por lo ocurrido, por sus personajes y por su evoluci¨®n.

En el transcurso de una de las ediciones del programa de televisi¨®n MasterChef Celebrity, el actor Miguel ?ngel Mu?oz, a la postre ganador del concurso, se revel¨® para el espectador como un chaval fabuloso en lo personal: honesto, trabajador, noble, simp¨¢tico, solidario, cercano y con una extraordinaria relaci¨®n familiar con una anciana a la que llamaba la Tata, de nombre Luisa Cantero y hermana de su bisabuela, que en varias visitas al espacio conquist¨® a la audiencia. Esa relaci¨®n, que el propio Mu?oz califica como ¡°de amor¡±, se convirti¨® posteriormente en un fen¨®meno viral del que se hicieron eco los medios de comunicaci¨®n durante los primeros meses de la pandemia, gracias a una serie de v¨ªdeos en directo protagonizados por ambos. Y ahora el actor completa con 100 d¨ªas con la Tata, documental dirigido por ¨¦l mismo, su homenaje a la persona que le cuid¨® cuando era ni?o ¡ªy sus padres, por cuestiones de trabajo, no pod¨ªan hacerlo¡ª, y de la que ya nunca se separ¨®.

En un momento de su debut en la direcci¨®n, galardonado con el premio al mejor documental en los Forqu¨¦, Mu?oz confiesa: ¡°?Por qu¨¦ una pel¨ªcula? Porque soy un rom¨¢ntico de mi profesi¨®n. As¨ª que me rode¨¦ de un equipo de 25 personas, como si la fuera a estrenar en salas. Pero la hac¨ªa para m¨ª¡±. Aparte de las contradicciones evidentes de la declaraci¨®n, en esas palabras quiz¨¢ est¨¦ la esencia de por qu¨¦ su historia parece compuesta desde una mirada y una voz err¨®neas. Desde las suyas. Dirigida por ¨¦l, con ¨¦l de coprotagonista, con el hilo conductor de una vida en comuni¨®n que lo tiene a ¨¦l como eje junto a su compa?era de 97 a?os, a partir de una serie de entrevistas a s¨ª mismo en las que explica, valora, r¨ªe, llora y se conmueve. Todo eso le lleva a algunos, por llamarlos de alguna manera, desajustes: unos primeros veinte minutos que ejercen de publirreportaje de su propia vida profesional; un grandes ¨¦xitos en el que no caben los tropiezos ni los fracasos; y unas declaraciones a c¨¢mara en las que incluso pierde en ciertos momentos la naturalidad que siempre muestra en la vida diaria. Algo, adem¨¢s, muy l¨®gico. ?Qui¨¦n no parecer¨ªa un tanto falso hablando de s¨ª mismo todo el rato?

En la pel¨ªcula, junto a los exhaustivos y encomiables cuidados del joven hacia la mujer tras haber sufrido un ictus, y continuas bromas, conversaciones, cari?os y complicidades, tambi¨¦n vemos las sesiones de terapia psicol¨®gica de Mu?oz, filmadas por su propia c¨¢mara. Y el espejo se resquebraja: alguien mir¨¢ndose a s¨ª mismo en una labor elogiable, pero que hubiera necesitado un paso a un lado. Solo en el ¨²ltimo trecho, cuando el actor parece toparse contra el muro del ¡°amor a una imagen¡± y a ¡°los deseos de ser de un determinado modo¡± con respecto a s¨ª mismo, llega una cierta disyuntiva. El resto, sin embargo, es un retrato en forma de selfie que puede ser bonito en lo personal aunque nunca trasciende a lo cinematogr¨¢fico, y que adem¨¢s cae unas cuantas veces en lo impudoroso. La fuerza de la naturaleza que es la Tata y el maravilloso cari?o de su sobrino biznieto merec¨ªan una mirada menos subjetiva.