Muere a los 84 a?os Juan Manuel Albendea, expol¨ªtico e intelectual taurino

Juan Manuel Albendea ha muerto a los 84 a?os este segundo d¨ªa de 2022 en su domicilio sevillano v¨ªctima de una larga enfermedad pulmonar. Y hasta el ¨²ltimo momento se ha vestido con una corbata con motivos taurinos como particular protesta contra la desaparici¨®n de los toros en Catalu?a. Ten¨ªa unas 14 en su armario y estaba convencido de que no utilizar¨ªa otras, como as¨ª ha sido.

Nacido en el pueblo cordob¨¦s de Cabra en 1937, donde su padre era director de banca, fue un alto cargo del Banco de Bilbao, pol¨ªtico vocacional y diputado del Partido Popular en el Congreso desde 1996 hasta 2015, mon¨¢rquico convencido y un aficionado a los toros desde ni?o, comprometido con la tauromaquia, miembro del patronato de la Fundaci¨®n de Estudios Taurinos, un lector empedernido, due?o de una biblioteca de m¨¢s de 1.000 vol¨²menes taurinos, articulista, escritor y cr¨ªtico de toros en El Correo de Andaluc¨ªa, primero, y en este peri¨®dico, despu¨¦s, de la mano de Joaqu¨ªn Vidal, con el seud¨®nimo de Gonzalo Argote.

A los 59 a?os, tras un flirteo fallido con el Partido Andalucista, Javier Arenas le tendi¨® la mano para que entrara en las listas al Congreso del Partido Popular por Sevilla, lo que le permiti¨® forjar una intensa y larga carrera parlamentaria en las Comisiones de Econom¨ªa, Tribunal de Cuentas, Uni¨®n Europea, Defensor del Pueblo, y, sobre todo, en la de Cultura, de la que fue presidente en los ¨²ltimos a?os de su estancia en la Carrera de San Jer¨®nimo.

Durante su larga etapa de 20 a?os como congresista popular fue el responsable de defender los presupuestos anuales de la Casa Real ¨Dconoci¨® al Rey don Juan Carlos en sus tiempos de estudiante como joven pr¨ªncipe¨D, y el m¨¢s apasionado valedor de la fiesta de los toros. Como presidente de la Comisi¨®n de Cultura fue el ponente de la ley 18/2013 para la regulaci¨®n de la tauromaquia como patrimonio cultural.

Fueron numerosas sus intervenciones parlamentarias en favor de la fiesta de los toros, y se erigi¨® por m¨¦ritos propios en el gran defensor de la tauromaquia en la c¨¢mara baja, que qued¨® hu¨¦rfana de una voz comprometida cuando Albendea se retir¨® de la pol¨ªtica en 2015 como el diputado de mayor edad.

A los 17 a?os, comenz¨® a trabajar como auxiliar administrativo en el Banco Atl¨¢ntico; poco despu¨¦s, ingres¨® en el Banco Bilbao, compagin¨® los estudios de Derecho con la atenci¨®n a los clientes, y pronto alcanz¨® altos puestos de responsabilidad. Cuando se jubil¨® voluntariamente en 1996 era adjunto al presidente Emilio Ybarra, puesto al que accedi¨® tras una larga etapa como director regional del Bilbao en Andaluc¨ªa.

Durante el ejercicio de este cargo bancario, all¨¢ por la d¨¦cada de los a?os ochenta, Albendea, que hab¨ªa hecho sus pinitos como aspirante a torero, hizo realidad una ilusi¨®n: ser cr¨ªtico taurino en el diario sevillano El Correo de Andaluc¨ªa, peri¨®dico al que ayud¨® financieramente; lo hizo bajo el seud¨®nimo de Gonzalo Argote, y como salario recib¨ªa por Navidad una caja de yemas de San Leandro, con una cari?osa tarjeta del director, el cura Jos¨¦ Mar¨ªa Javierre.

M¨¢s tarde, escribi¨® de toros en EL PA?S, y, posteriormente, en ABC y El Mundo. Nunca abandon¨® su vocaci¨®n como articulista, public¨® dos libros, Andaluc¨ªa, donde vas, de contenido pol¨ªtico, y Desde la Maestranza, que recog¨ªa sus reflexiones taurinas como abonado de la plaza sevillana.

Retirado de la pol¨ªtica activa, asisti¨® puntualmente a su asiento maestrante, fue uno de los promotores de la Asociaci¨®n Taurina Parlamentaria, alent¨® la publicaci¨®n de trabajos en la Fundaci¨®n de Estudios Taurinos, entidad patrocinada por la Real Maestranza de Sevilla, se prodig¨® como conferenciante y divulgador del mundo de los toros, y recibi¨® diversos reconocimientos de asociaciones y pe?as taurinas, como el homenaje que le tribut¨® en 2018 la Uni¨®n de Federaciones Taurinas de Aficionados.

En 2010, con motivo de la prohibici¨®n de la fiesta de los toros en Catalu?a, Juan Manuel Albendea, inici¨® una particular protesta: solo vestir¨ªa corbatas con motivos taurinos. Y estaba convencido de que morir¨ªa con una de ellas sobre la camisa a pesar de la decisi¨®n favorable del Tribunal Constitucional; como as¨ª ha sido.

Con su muerte, la tauromaquia no solo pierde a un defensor comprometido; tambi¨¦n a un intelectual taurino de los pies a la cabeza.