A Joel Coen le faltaba Shakespeare, para bien
Es una pel¨ªcula rara en el mejor sentido, arriesgada, que capta el esp¨ªritu de aquel se?or que lo sab¨ªa todo de la naturaleza humana
Suena ex¨®tico e ins¨®lito que en estos lamentables o posibilistas tiempos del cine (y de la vida), un creador se empe?e en hacer una pel¨ªcula adaptando a Shakespeare, al escritor m¨¢s sublime que ha existido, aunque dudo mucho de que tenga masiva o incluso m¨ªnima audiencia en internet. Shakespeare supuso la m¨¢xima obsesi¨®n art¨ªstica para Orson Welles, que logr¨® momentos grandiosos en Campanadas a medianoche y fue irregular en otras adaptaciones. Mankiewicz mantuvo estricta fidelidad a Shakespeare en la extraordinaria Julio C¨¦sar. Polanski realiz¨® un Macbeth del que lo que m¨¢s recuerdo era su sanguinolencia.
Y ahora es Joel Coen, divorciado creativamente por primera vez de su hermano Ethan, el que se ha empe?ado en volver a Macbeth, en contar la historia de aquel noble escoc¨¦s que se carg¨® a su rey, de la ambici¨®n de poder en grado supremo y tr¨¢gico, de los fat¨ªdicos designios de las inquietantes brujas, de su alianza depredadora con su esposa, la implacable lady Macbeth. Da la impresi¨®n de que este proyecto era un demorado capricho para Joel Coen, un director que para bien y para mal siempre ha realizado las pel¨ªculas que le daba la gana, ajeno a las convenciones y a los proyectos transparentemente comerciales. De estos hermanos te puedes esperar cualquier excentricidad, pero posee mucho m¨¦rito que Joel Coen se atreva en estos momentos a hacer una nueva versi¨®n de Shakespeare. En blanco y negro, con un estilo visual que me recuerda en muchos momentos al expresionismo alem¨¢n, alej¨¢ndose del academicismo del teatro filmado, creando im¨¢genes poderosas. Es una pel¨ªcula rara en el mejor sentido, arriesgada, que capta el esp¨ªritu de Shakespeare, aquel se?or que lo sab¨ªa todo de la naturaleza humana, de sus v¨¦rtigos, sus esplendores y sus simas, de las incertidumbres, deseos, contradicciones, rencores, miedos y demonios que habitan en el coraz¨®n y en el cerebro de la gente. Todo ello expresado con un lenguaje incomparable.
Mis prejuicios permanecen intactos ante el experimentalismo sin causa, o a introducir moderneces en la adaptaci¨®n de los cl¨¢sicos (vi en el teatro alguna infame, aunque muy promocionada obra de Shakespeare en la que los personajes vest¨ªan vaqueros y soltaban tacos continuamente). Asisto a La tragedia de Macbeth de Joel Coen con mantenida atenci¨®n, crey¨¦ndome las abominaciones que cometen los personajes, sintiendo su angustia, hipnotizado con los vaticinios de las fat¨ªdicas brujas.
Joel Coen, sabiendo lo dif¨ªcil que ser¨ªa colocar en el mercado a su extra?o producto, se ha rodeado de un actor y una actriz que ofrecen las mejores garant¨ªas. ?l es Denzel Washington, un tipo que se gana frecuentemente la vida haciendo cl¨®nicas e insoportables pel¨ªculas de vengadores y justicieros que se enfrentan al mal, pero tambi¨¦n un actor con personalidad, presencia y talento ancestrales. Y lady Macbeth est¨¢ encarnada por Frances McDormand, actriz superior a la que no le cuesta demasiado trabajo parecer dura, sinuosa y tr¨¢gica. Existe una fotograf¨ªa muy trabajada y la m¨²sica siempre apropiada del admirable Carter Burwell, la banda sonora permanente en el cine de los Coen. Tengo la sensaci¨®n de que el director se ha quedado a gusto en la problem¨¢tica aventura de adaptar nuevamente a Shakespeare. Lo que no s¨¦ es el eco que va a lograr su atractiva propuesta.
'Macbeth'
Dirección: Joel Coen.
Intérpretes: Denzel Washington, Frances McDormand.
Género: drama. Estados Unidos, 2021.
Duración: 105 minutos.
Estreno: 14 de enero.
Plataforma: Apple TV.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.