Muere Douglas Trumbull, creador de los efectos especiales de ¡®Blade Runner¡¯ y ¡®2001: una odisea del espacio¡¯

El cineasta Douglas Trumbull, responsable de los efectos especiales de varios cl¨¢sicos del cine de ciencia ficci¨®n, como Blade Runner, 2001: una odisea el espacio o Encuentros en la tercera fase, falleci¨® ayer martes a los 79 a?os en Albany (Nueva York), inform¨® su hija en su cuenta de Facebook. ¡°Mi padre, Doug Trumbull, muri¨® anoche despu¨¦s de una gran batalla de dos a?os contra el c¨¢ncer, un tumor cerebral y un derrame cerebral¡±, escribi¨® Amy Trumbull.

No ha habido nadie como Trumbull, porque aunque dirigiera solo dos pel¨ªculas, a lo largo de sus colaboraciones con muy distintos directores siempre plasm¨® su obsesi¨®n por la relaci¨®n entre la tecnolog¨ªa y el ser humano, y por ello su labor se desarroll¨® en la ciencia-ficci¨®n. El mejor reflejo de su inmensa contribuci¨®n al cine y, por qu¨¦ no, a la filosof¨ªa se puede ver en el documental Trumbull Land (2018), dirigido por Gregory Wallet, un profesor e investigador de estudios cinematogr¨¢ficos en la Universidad de Rennes (Francia), y que explicaba en EL PA?S la otra gran pasi¨®n de este t¨¦cnico: ¡°Trumbull est¨¢ interesado en la inmersi¨®n de los espectadores cuando ven cine. Es uno de sus temas favoritos y, de hecho, ha inventado varios dispositivos que permiten que el espectador tenga una experiencia m¨¢s sensorial y envolvente en la sala de cine cuando ve una pel¨ªcula¡±.

Nacido en Los ?ngeles, en 1942, Trumbull fue uno de los pioneros de los efectos especiales en el cine, adem¨¢s de director, productor y guionista. En la misma publicaci¨®n de Facebook, su hija reivindic¨® la figura de su padre, al que describi¨® como ¡°un genio absoluto y un mago¡± por sus contribuciones a la industria del cine, que ¡°perdurar¨¢n durante d¨¦cadas¡±, a?adi¨®. Curiosamente, Trumbull hab¨ªa llegado al cine casi por casualidad, y eso que su padre, el ingeniero Don Trumbull, fue uno de los responsables de los efectos de El mago de Oz (1939). Sus ilustraciones para una pel¨ªcula de la NASA, To the Moon and Beyond, que se exhibi¨® en una pantalla de 360 grados en la Exposici¨®n Universal de Nueva York de 1964 llamaron la atenci¨®n de Stanley Kubrick y Arthur C. Clarke, que preparaban la que llamaban ¡°la primera pel¨ªcula buena de ciencia ficci¨®n¡± (ambos nunca fueron sobrados de humildad) de la historia, que ser¨ªa 2001: una odisea del espacio.

Si Trumbull senior crear¨ªa los dise?os mec¨¢nicos y efectos para La guerra de las galaxias, Gal¨¢ctica y Star Trek: la pel¨ªcula, su hijo, curtido en la infancia habitual estadounidense de pel¨ªculas de aventuras y de extraterrestres, no le anduvo a la saga. Ah¨ª quedan 2001: una odisea del espacio, Blade Runner, La amenaza de Andr¨®meda y Encuentros en la tercera fase.

Como mostraba el documental, en sus ¨²ltimos a?os de vida, Trumbull experimentaba con luces, agua e inventos tecnol¨®gicos. Porque ¨¦l ven¨ªa de una ¨¦poca en que los efectos nac¨ªan de la fisicidad, del trabajo anal¨®gico. El californiano fue tan buen t¨¦cnico como creador de im¨¢genes y mundos, nacidos de su fecunda imaginaci¨®n. Defend¨ªa, por tanto, el uso de efectos materiales en vez de los hechos con un ordenador, incluso para momentos como el pasillo de colores del final de 2001: una odisea del espacio. Como analizaba Wallet: ¡°Trumbull lamenta que las im¨¢genes sint¨¦ticas est¨¦n cada vez m¨¢s presentes. ?l no se opone a las innovaciones. Le atraen, por ejemplo, las posibilidades que ofrece la fotograf¨ªa digital tanto para la filmaci¨®n como para la proyecci¨®n. Las t¨¦cnicas tradicionales dan m¨¢s organicidad a la imagen. ?l piensa que los efectos digitales hacen que la imagen del cine sea cada vez m¨¢s fr¨ªa, que carezca de consistencia. El hecho de que sus propios efectos visuales hayan resistido el paso del tiempo es probablemente la prueba de que tiene raz¨®n¡±.

Los Trumbull trabajaron, aunque en distintos departamentos, en Star Trek: la pel¨ªcula (1979), de Robert Wise. Y no coincidieron, porque el hijo estaba ocupado en otros trabajos, en La guerra de las galaxias (1977), donde el padre estuvo bajo las ¨®rdenes de George Lucas. Aunque lleg¨® a estar nominado en cinco ocasiones para un Oscar, solo se le concedi¨® uno honor¨ªfico a su carrera. Trumbull particip¨® en pocas, pero grandes pel¨ªculas, y era un desconocido para el gran p¨²blico. Choc¨® con el car¨¢cter obsesivo de Kubrick, aunque fallecido el director, Trumbull aseguraba que le echaba terriblemente de menos. Y con Scott encontr¨® una especial complicidad: del t¨¦cnico es la secuencia inicial que sit¨²a al espectador en un Los ?ngeles nunca visto antes en el cine.

Con el tiempo, sus dos pel¨ªculas, ambas de ciencia ficci¨®n, como director han sido puestas en valor: Naves misteriosas (1972), que fracas¨® en taquilla con su reflexi¨®n ecol¨®gica y de la que Lucas tom¨® algunas ideas para La guerra de las galaxias, y Proyecto Brainstorm (1983), visionaria en su an¨¢lisis de la realidad virtual y que ya hablaba de tecnolog¨ªas inmersivas, pero que sufri¨® numerosos contratiempos para su estreno, entre otros, el fallecimiento de una de sus estrellas, Natalie Wood. Para ese filme, pata poder recrear la realidad virtual, cre¨® el sistema Showscan, que usaba pel¨ªcula de 70 mil¨ªmetros proyectada a 60 fotogramas por segundo. Un procedimiento car¨ªsimo y por ello Hollywood lo desech¨® en siguientes largometrajes. Por eso, cuando volvi¨® a dirigir lo hizo en otros ¨¢mbitos huyendo de la industria cinematogr¨¢fica, como cortometrajes para instalaciones interactivas al estilo de Back to the Future¡­ The Ride para la atracci¨®n tem¨¢tica del parque Universal Studios que recrea la pel¨ªcula de Zemeckis con, por supuesto, un DeLorean flotante.

Su ¨²ltimo gran trabajo fue como consultor de los efectos especiales de El ¨¢rbol de la vida (2011), de Terrence Malick, aunque posteriormente tambi¨¦n firmar¨ªa los efectos de El hombre que mat¨® a Hitler y despu¨¦s a Bigfoot (2018).