Vari Caram¨¦s, el fot¨®grafo que compone poes¨ªa de lo cotidiano
La Sala Canal de Isabel II de Madrid recorre las cuatro d¨¦cadas de trayectoria del autor gallego, caracterizada por sus im¨¢genes desenfocadas
Contra el gusto por lo expl¨ªcito, lo evidente, lo obvio, el fot¨®grafo Vari Caram¨¦s (68 a?os, Ferrol, A Coru?a) transita, desde sus inicios hace cuatro d¨¦cadas, por ¡°la sugerencia, la evocaci¨®n y los mundos ocultos en lo cotidiano¡±. As¨ª lo enuncia durante una entrevista con este peri¨®dico mientras supervisa los ¨²ltimos detalles de su exposici¨®n, Algo, nada, siempre (¡°un t¨ªtulo que remite a algo amplio, sin acotar, libre¡±, a?ade), que puede verse en la Sala Canal de Isabel II, en Madrid, hasta el 24 de abril. La plasmaci¨®n de ese concepto en papel fotogr¨¢fico son sus caracter¨ªsticas im¨¢genes desenfocadas, con las que quiere ¡°trasladar misterios¡±. Brumas, niebla, sombras, cuerpos a media luz y la habitual presencia del agua, que crean una atm¨®sfera de ensue?o, dominan la obra de quien no se ve ¡°ni fot¨®grafo ni pintor¡± y se encuentra a gusto en esa frontera de la indefinici¨®n. A todo ello ha contribuido, sin duda, la tierra donde naci¨® y ha vivido siempre. ¡°En muchas de mis fotos hay ese orvallo...¡±, indica sobre la llovizna caracter¨ªstica de Galicia.
El recurso del desenfoque ¡°tiene su miga¡±, advierte a aquellos que puedan arrugar el entrecejo al ver sus obras. ¡°No porque una imagen est¨¦ bien enfocada tiene que ser buena, lo importante es el concepto. La clave est¨¢ en que el desenfoque tiene que estar muy bien enfocado¡±. Un juego de palabras acorde con su gusto por lo l¨²dico. ¡°Para m¨ª, la fotograf¨ªa es eso. Creo que no hay que tom¨¢rselo demasiado en serio¡±, relativiza. Sobre aquello en que se fija para retratarlo, simplemente indica que trata de ¡°estar atento y de ver lo po¨¦tico en lo m¨¢s prosaico¡±.
Aunque la muestra de Caram¨¦s, comisariada por la galerista Blanca Berl¨ªn y Nerea Ubieto y organizada por la Comunidad de Madrid, recorre su trayectoria desde los a?os ochenta hasta casi hoy, ¨¦l prefiere no hablar de retrospectiva, ¡°porque esto es algo m¨¢s informal¡±. ¡°No hay cartelas y el recorrido puede hacerse empezando por arriba, por abajo [hay tres plantas], sin rollos cronol¨®gicos, lo importante es zambullirse en las im¨¢genes¡±, dice, afable y cercano. ?l, que siempre ha sido ajeno a las tendencias en boga, es un autor de delicadezas, sutil, algo de lo que es f¨¢cil percatarse con contemplar unas pocas de sus im¨¢genes.
En esa l¨ªnea destaca el conjunto titulado Gabinete de curiosidades, una miscel¨¢nea de sus series en blanco y negro desarrolladas durante 20 a?os, en la que hechos cotidianos de su tierra, como un caballo blanco medio oculto por la maleza, se convierten en un chispazo de belleza. La serie Nadar, tambi¨¦n en blanco y negro, la realiz¨® desde los a?os ochenta hasta 2010 en la piscina de A Coru?a a la que iba a nadar. De esa rutina extrajo, a veces bajo el agua, unas tomas po¨¦ticas de burbujas y cuerpos en movimiento. ¡°Adem¨¢s, me atrajo la idea de que hay que nadar para no hundirse¡±, para seguir adelante.
Su querencia por el realismo on¨ªrico le atrap¨® en la adolescencia, cuando su padre, un pintor aficionado, le regal¨® con 15 a?os una c¨¢mara Voigtlander. Alguna vez ha contado su sensaci¨®n cuando iba a recoger las fotos reveladas, cuando en un sobre daban las que val¨ªan y en otro las que no. ¡°A m¨ª siempre me gustaban m¨¢s las malas¡±. Autodidacta, con ese esp¨ªritu de outsider nunca ha pretendido vivir del arte de la fotograf¨ªa, ¡°pero no puedo vivir sin ella¡±, apunta en una conversaci¨®n en la que su idea de la fotograf¨ªa se cruza con su idea de la vida: ¡°Mi lema es: haz lo que puedas con lo que tengas est¨¦s donde est¨¦s¡±.
Con una veintena de libros publicados, ha protagonizado numerosas exposiciones y su obra est¨¢ en un centenar de colecciones institucionales y privadas, en centros como el Museo Reina Sof¨ªa, el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), la Fundaci¨®n Barri¨¦ de A Coru?a, el Centro Galego de Arte Contempor¨¢nea (CGAC) y en museos de Portugal y Jap¨®n.
A comienzos de este siglo el cuerpo le ped¨ªa a Caram¨¦s pasar al color. ¡°Era algo casi terap¨¦utico, necesitaba cruzar ese puente¡±. Al contrario de lo que sucede con otros autores al dar ese salto, su magia no desapareci¨®, sino que su infancia, rodeado de los cuadros de su padre, le ayud¨® a que sus instant¨¢neas se acercasen a la pintura, en ocasiones a la abstracci¨®n. Hay ejemplos de esto en las bellas composiciones de manchas de color de su trabajo Miraxes (Espejismos), de 2003, un t¨ªtulo que casi podr¨ªa aplicarse al conjunto de su producci¨®n. Fue tambi¨¦n el momento en que busc¨® otros formatos, el rectangular, el panor¨¢mico...
De 2013 es su serie Pasatiempo, realizada en un jard¨ªn rom¨¢ntico de Betanzos (A Coru?a), construido a finales del XIX, que hace una d¨¦cada estaba en plena degradaci¨®n. ?l se fij¨® en algunos rincones, en estatuas sin cabeza o sin piernas y en otras casi cubiertas por la hojarasca. El conjunto transmite una melancol¨ªa que, subraya, estaba acorde con su estado de ¨¢nimo en aquel momento. ¡°Es una reflexi¨®n sobre el paso del tiempo, lo fr¨¢gil, sobre lo ef¨ªmero que es todo, una manera tambi¨¦n de hablar de m¨ª mismo¡±. Su ¨²ltimo trabajo, Lugares (2018), es una sucesi¨®n de paisajes, puentes... siempre envueltos en esa borrosidad distintiva de su corpus desde que comenz¨®. Un mundo de evanescencias que mira satisfecho: ¡°Creo que mis fotos han envejecido bien¡±.
'Algo, nada, siempre'
Vari Caramés. Sala Canal de Isabel II. Hasta el 24 de abril. De martes a sábados: de 11.00 a 20.30. Domingos: de 11.00 a 14.00. Entrada gratuita.
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