La nueva ley del cine quiere proteger con ayudas espec¨ªficas las pel¨ªculas y series independientes
El anteproyecto de la reforma abre la puerta a crear subvenciones para la producci¨®n, distribuci¨®n y exhibici¨®n de obras m¨¢s de autor. Plataformas como Netflix o HBO Max estar¨¢n obligadas a comunicar al Gobierno sus cifras de visionados, hasta ahora ocultas
Una de las palabras que m¨¢s se repite en el texto de la nueva ley del cine es ¡°independiente¡±. El Gobierno teme que las pel¨ªculas y series de autor, experimentales u originales acaben rendidas ante los superpoderes de los grandes estudios. Y, por eso, el anteproyecto de la reforma, al que ha tenido acceso EL PA?S, incluye medidas para incentivar la producci¨®n, distribuci¨®n y exhibici¨®n de obras para cine y televisi¨®n que se filman al margen de las principales corporaciones.
Entre los principios que motivan la normativa se destaca la ¡°especial atenci¨®n a los sectores independientes por c...
Una de las palabras que m¨¢s se repite en el texto de la nueva ley del cine es ¡°independiente¡±. El Gobierno teme que las pel¨ªculas y series de autor, experimentales u originales acaben rendidas ante los superpoderes de los grandes estudios. Y, por eso, el anteproyecto de la reforma, al que ha tenido acceso EL PA?S, incluye medidas para incentivar la producci¨®n, distribuci¨®n y exhibici¨®n de obras para cine y televisi¨®n que se filman al margen de las principales corporaciones.
Entre los principios que motivan la normativa se destaca la ¡°especial atenci¨®n a los sectores independientes por constituir los elementos esenciales de la diversidad cultural¡±. El texto tambi¨¦n abarca por primera vez las series e incorpora la posibilidad de que reciban subvenciones, al igual que los largos que no se estrenen en salas. No es casualidad que la normativa se haya bautizado como Ley del Cine y de la Cultura Audiovisual. Est¨¢ previsto que el anteproyecto sea aprobado por el Consejo de Ministros el pr¨®ximo martes.
Los n¨²meros ayudan a entender la preocupaci¨®n del Ejecutivo. En 2021, las salas de Espa?a se recuperaron parcialmente, con 41 millones de asistentes, pero se quedaron muy lejos de las cifras de espectadores anteriores a la pandemia, seg¨²n datos de la consultora especializada Comscore. De media, cada ciudadano fue al cine tan solo 0,9 veces a lo largo del a?o pasado. Y una de cada tres entradas vendidas fue para los 10 filmes m¨¢s vistos. Por tanto, decenas y decenas de estrenos de menor m¨²sculo se ven obligados a pelear por llevarse al menos un min¨²sculo trozo del pastel y de visibilidad. A esto se suma que la mitad de las producciones que llega a las salas espa?olas procede de EE UU, seg¨²n cifras del Observatorio Audiovisual Europeo. Por todo ello, no resulta muy alentador el pron¨®stico sobre el futuro del s¨¦ptimo arte en su vertiente m¨¢s creativa, una industria ya herida por la crisis sanitaria, aunque la presencia creciente de plataformas de streaming donde el cine independiente suele tener algo m¨¢s de cabida ha ofrecido cierto un consuelo.
Ahora, la nueva Ley del Cine tambi¨¦n puede ser motivo de esperanza. El texto incorpora una definici¨®n de lo que entiende por productora ¡ªm¨¢s en l¨ªnea con las ¨²ltimas reivindicaciones de las empresas de este tipo¡ª, distribuidora y exhibidora independiente. Y abre la puerta a subvenciones para cada una de las categor¨ªas. Ante todo, se establece como segundo pilar de la acci¨®n del Instituto Nacional de las Artes Cinematogr¨¢ficas (ICAA) que ¡°fomentar¨¢ y favorecer¨¢ la producci¨®n independiente, con incentivos espec¨ªficos, y medidas que faciliten la competitividad y desarrollo de las empresas, y la coproducci¨®n internacional¡±. La v¨ªa principal ser¨¢ el apoyo econ¨®mico: ¡°Se podr¨¢n conceder ayudas a productoras independientes para proyectos de largometraje y de otras obras audiovisuales que posean un especial valor cinematogr¨¢fico, cultural o social; proyectos de car¨¢cter documental, y proyectos de car¨¢cter experimental, con especial atenci¨®n, en cada uno de los supuestos, a la realizaci¨®n novel, a las obras de animaci¨®n y a las coproducciones internacionales¡±, reza el art¨ªculo 22.
Tambi¨¦n se podr¨¢n destinar fondos p¨²blicos a las distribuidoras independientes, como se?ala el art¨ªculo 24. El texto se refiere tanto a proyecciones en las salas comerciales como en ¡°espacios alternativos¡± o ¡°internet¡±. Y hace una menci¨®n expl¨ªcita al apoyo de ¡°largometrajes y cortometrajes que den a conocer ¨¢mbitos poco conocidos del audiovisual o que tengan dif¨ªcil acceso al mercado¡±. Finalmente, el art¨ªculo 25 permite crear ayudas, tanto estatales como de las Comunidades Aut¨®nomas, para las salas de exhibici¨®n, ¡°preferiblemente aquellas que lleven a cabo una programaci¨®n especializada en producci¨®n europea e iberoamericana, en versi¨®n original, que incluyan cortometrajes, o radicadas en peque?os n¨²cleos urbanos o rurales¡±.
Todos los cines, adem¨¢s, tendr¨¢n que respetar una cuota: al menos el 20% de la programaci¨®n anual deber¨¢ consistir en pel¨ªculas de la UE o iberoamericanas. Y, dentro de esa categor¨ªa, la ley quiere estimular la proyecci¨®n de ciertos filmes, cuyas sesiones tendr¨¢n valor doble en el c¨¢lculo de ese 20%: documentales, animaci¨®n, largos dirigidos por mujeres, con subt¨ªtulos en lenguas cooficiales del Estado, con recaudaci¨®n escasa (por debajo de 200.000 euros), ¡°o que incorporen sistemas de accesibilidad para personas con discapacidad f¨ªsica o sensorial¡±, entre otras. Mantener uno de estos filmes en cartelera al menos 17 d¨ªas tambi¨¦n se contabilizar¨¢ dos veces de cara a cumplir con la cuota.
Las nuevas din¨¢micas del sector
La reforma pretende modificar la actual ley, en vigor desde 2007, cuando la opci¨®n m¨¢s frecuente para ver un filme en casa era un DVD, aunque ha sido actualizada de forma parcial en varias ocasiones. ¡°Dada la envergadura de estos cambios, resulta imprescindible contar con un marco normativo que entienda las nuevas din¨¢micas del sector¡±, reconoce el texto. ¡°La actividad cinematogr¨¢fica y la actividad audiovisual constituyen una unidad¡±, agrega. Y refleja, as¨ª, una realidad que ya existe: directores y guionistas trabajan indistintamente para ambos formatos, y hace a?os que las series invaden festivales de cine tan hist¨®ricos como Cannes, Venecia o San Sebasti¨¢n. De ah¨ª que la ley incorpore la definici¨®n de ¡°otras obras audiovisuales¡±: ¡°Las que no est¨¦n destinadas en primer t¨¦rmino a ser exhibidas en salas de exhibici¨®n cinematogr¨¢fica, sino que llegan al p¨²blico a trav¨¦s de otros actos de comunicaci¨®n p¨²blica o de distribuci¨®n¡±. El propio Fondo de Protecci¨®n a la Cinematograf¨ªa, cuya dotaci¨®n se fija cada a?o en los presupuestos generales del Estado, cambiar¨¢ de nombre para a?adir ¡°y al Audiovisual¡±. Adem¨¢s, a las ayudas a pel¨ªculas para salas se sumar¨¢n subvenciones para series y filmes que tengan otros canales de estreno.
Fruto de este nuevo mundo es tambi¨¦n otra medida, que los exhibidores ven¨ªan reclamando desde hace tiempo. Adem¨¢s de las salas, obligadas desde hace a?os a ofrecer datos sobre sus asistentes, ahora tambi¨¦n ¡°las prestadoras del servicio de comunicaci¨®n audiovisual televisivo a petici¨®n de ¨¢mbito estatal¡± deber¨¢n comunicar al ICAA los visionados de cada obra. Es decir, plataformas como Netflix o HBO Max se ver¨¢n forzadas a compartir sus cifras internas de audiencia, hasta ahora custodiadas con m¨¢ximo secretismo y nula transparencia. As¨ª lo confirma la interpretaci¨®n de una fuente gubernamental conocedora del anteproyecto. Aunque el texto remite todo al ¡°mecanismo que se determine reglamentariamente¡±. De eso depender¨¢ la magnitud del cambio. El ICAA, adem¨¢s, publicar¨¢ peri¨®dicamente esos datos. Uno de los objetivos es que los autores puedan conocer el resultado de sus obras, de cara a reclamar los derechos de propiedad intelectual.
En paralelo, en el Congreso, avanza hacia su aprobaci¨®n otra normativa clave: la Ley General de Comunicaci¨®n Audiovisual, que afronta la fase de enmiendas y que pretende obligar a las grandes plataformas a financiar con al menos el 5% de sus ingresos en Espa?a la producci¨®n audiovisual nacional.
El ICAA, seg¨²n la nueva ley del cine, tendr¨¢ m¨¢s obligaciones: deber¨¢ elaborar cada cuatro a?os un plan estrat¨¦gico del sector, y mantener un seguimiento de su implementaci¨®n, sus objetivos y sus plazos. La normativa incluye tambi¨¦n la posible creaci¨®n de ayudas a la investigaci¨®n, promoci¨®n o conservaci¨®n del patrimonio f¨ªlmico y audiovisual espa?ol. Y obliga al Gobierno a crear, en un plazo m¨¢ximo de seis meses desde la entrada en vigor del texto, el Consejo Estatal de la Cinematograf¨ªa y la Cultura Audiovisual: ser¨¢ un organismo aut¨®nomo, con funci¨®n de interlocuci¨®n para facilitar la colaboraci¨®n p¨²blico-privada y participar e impulsar el desarrollo del sector.
De fondo, la ley alude en varias ocasiones a cuestiones que considera clave. El texto deja claro que el fomento de la igualdad, la sostenibilidad y la facilidad de acceso para las personas con alguna discapacidad son objetivos de toda la reforma y ser¨¢n criterios relevantes, o en algunos casos imprescindibles, a la hora de elegir los proyectos que puedan recibir ayudas p¨²blicas. En eso tambi¨¦n el mundo ha cambiado. El nuevo texto presume de haber incorporado un ¡°lenguaje no sexista e inclusivo¡±.
Salas y pel¨ªculas X
La nueva Ley del Cine prev¨¦ medidas espec¨ªficas para las llamadas salas X y los filmes que ah¨ª se muestran. De hecho, ese tipo de cines y locales no podr¨¢n proyectar ning¨²n otro tipo de pel¨ªcula que no sean las ¡°calificadas como X¡±. En cuanto a estas obras ¡°en su publicidad o presentaci¨®n ¨²nicamente podr¨¢ utilizarse su t¨ªtulo y los datos de la ficha t¨¦cnica y art¨ªstica, con exclusi¨®n de toda representaci¨®n ic¨®nica o referencia argumental. Dicha publicidad solo podr¨¢ ser exhibida en el interior de los locales donde se proyecte o comercialice la obra o incluida en las carteleras informativas o publicitarias de los medios de comunicaci¨®n. En ning¨²n caso el t¨ªtulo de la pel¨ªcula podr¨¢ explicitar su car¨¢cter pornogr¨¢fico o apolog¨¦tico de la violencia¡±.