Clara Montes: ¡°Cantar para m¨ª es el momento de la meditaci¨®n y el orgasmo¡±
La artista se arriesga como compositora en ¡®Retratos¡¯, su ¨²ltimo disco y confiesa su obsesi¨®n lorquiana
Retratos es el ¨²ltimo disco de Clara Montes (Madrid, 53 a?os). Lo ha compuesto ella; ha roto su prevenci¨®n como creadora y se ha demostrado a s¨ª misma sus dotes de autora. Lo suyo, hasta hace poco, era sobre todo cantar: ¡°El momento de la meditaci¨®n y el orgasmo¡±, dice. Pero a esa voz transparente, con los tintes lorquianos que siempre le han brotado y la oscuridad cuando lo ha requerido, Montes a?ade ahora el arrojo y el gusto de una elegancia y una personalidad que en su madurez pide m¨¢s para a?adir a la esencia de lo que cree que es el arte: bastard¨ªa.
Pregunta. Retratos ha llamado a su ¨²ltimo trabajo, ?c¨®mo los pinta?
Respuesta. ?Con la voz! Llevaban una jart¨¢ de a?os en redes sociales pidi¨¦ndome que sacara un disco de autor. Siempre fui componiendo y lo que m¨¢s me gustaba lo guardaba en un caj¨®n¡
P. ?Para cu¨¢ndo? ?Para el d¨ªa en que creyera en usted misma como compositora?
R. S¨ª¡ s¨ª. O para cuando tuviera la valent¨ªa, porque todav¨ªa no s¨¦ si creo en m¨ª como tal. Pero si la pandemia nos ha ense?ado algo es a tener menos pudor.
P. Se refiere a que a estas alturas no pide usted permiso; en plan: ¡°Perd¨®n, que yo tambi¨¦n compongo¡¡±
R. Quiz¨¢s esa cautela viene de alg¨²n comentario que me hizo alguien cuando era joven, del tipo: ¡°Eres muy buena cantando, pero no tanto componiendo¡±.
P. Un tocapelotas, vamos.
R. Soy muy t¨ªmida, muy t¨ªmida. Desde ni?a. Pero con los a?os aprendes a disimularlo.
P. ?Se hace una cantante para desafiar esa timidez?
R. No lo s¨¦. Yo me hice cantante porque me di cuenta de que era el estado en que mejor me sent¨ªa. El momento de la meditaci¨®n y del orgasmo, todo a la vez. Nada me hace sentir mejor, incluso a pesar de la timidez. Disfruto como una perra cantando.
P. Dicen de su voz que es cristalina, pura. ?C¨®mo hace para oscurecerla?
R. No me cuesta ensuciarla. Depende de lo que tenga que transmitir.
P. Los Sonetos del amor oscuro, de Lorca, le dieron para otro trabajo. Cuando los conocimos en plena transici¨®n aportaron mucha luz. Ahora parece que algunos intentan que regresemos a las tinieblas.
R. En este pa¨ªs no hay memoria. Necesitamos saber qu¨¦ ha ocurrido. Si se oculta, cometeremos los mismos errores.
P. ?Qu¨¦ hacemos con Lorca? ?Lo desenterramos?
R. No s¨¦ si andar¨¢ en la cuneta donde dicen que est¨¢. Cuando Lorca entra en tu vida, no puedes parar de querer saber y saber¡ No s¨¦ hasta qu¨¦ punto interesa que sepamos tanto.
P. Cuando el gran poeta granadino entra en la vida de uno, ?tiembla?
R. Completamente. Cuando a m¨ª me dijeron que si quer¨ªa formar parte del espect¨¢culo Los amores oscuros comenc¨¦ poco a poco y acab¨¦ haciendo cinco papeles en los que hablaba y cantaba. No puedes parar. Fue una revelaci¨®n. Un antes y un despu¨¦s en mi vida.
P. Pero usted lo llevaba de serie.
R. Mi madre me regal¨® sus obras completas cuando ten¨ªa 15 a?os. Desde que empec¨¦ dijeron que ten¨ªa algo de lorquiana aunque yo no fuera consciente.
P. ?Y Falla?
R. Ambos van de la mano.
P. Usted lo aborda sin exagerar, con templanza.
R. Como hay que hacerlo, ?no? Yo aprend¨ª a cantar en un cuadro flamenco. ?bamos de gira por Estados Unidos en los a?os ochenta. All¨ª me qued¨® clara una cosa: que no me gusta nada ese pa¨ªs.
P. Argentina s¨ª, en cambio.
R. All¨ª me fui por amor. Y me qued¨¦ sola. Era lo contrario, bull¨ªa la gente por hacer m¨²sica, teatro, arte. Al volver me lo com¨ªa todo con patatas, aprend¨ª mucho.
P. Buena ¨¦poca. Luego llegaron las crisis. Discogr¨¢ficas incluidas. Y usted sobrevive.
R. Pues pasamos de que un disco de oro fueran 100.000 copias a que con 6.000 hoy valga. T¨², imag¨ªnate. A ver¡
P. ?C¨®mo se cataloga? ?Qu¨¦ adjetivo se pone usted?
R. Autoexigente. Busco la perfecci¨®n, soy ansiosa.
P. Pero eso es en lo personal, me refiero art¨ªsticamente.
R. No se me puede poner una etiqueta. Yo fusiono. Canto y canto una canci¨®n hasta que noto que es m¨ªa. Luego le pregunto qu¨¦ me pide seg¨²n lo que cuento y le voy a?adiendo estilos. La m¨²sica es un estado an¨ªmico. Busco y busco, pero no s¨¦ qu¨¦ estilo encuentro.
P. ?Habla usted de bastard¨ªa?
R. Pues s¨ª. A m¨ª me gusta toda la m¨²sica que sea buena.
P. ?C. Tangana o Rosal¨ªa?
R. Rosal¨ªa tiene mucho poder¨ªo, a m¨ª me toca mucho la fibra ella.
P. ?Qui¨¦n m¨¢s?
R. Janis Joplin, Billy Holiday. Pero tambi¨¦n las voces finas, trasparentes como la de Roc¨ªo M¨¢rquez. Lo que no me gusta son aquellas que puedes pensar: ¡°Pedazo de instrumento, pero cero alma¡±.
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