El pliego de Las Ventas, un chollo para Madrid, entre la obsesi¨®n por el aseo personal y el control total

El contrato de concesi¨®n de la plaza de Las Ventas -el llamado pliego, actualmente paralizado por un recurso aceptado por el Tribunal Administrativo de Contrataci¨®n P¨²blica regional- es un aut¨¦ntico chollo econ¨®mico para la Comunidad de Madrid, propietaria del coso; impone un control absoluto y permanente de la labor de la empresa adjudicataria a trav¨¦s del Centro de Asuntos Taurinos (CAT), y detalla minuciosamente cu¨¢ndo y c¨®mo se deben realizar todas las labores relacionadas con los festejos taurinos, desde las fechas de inicio y final de la temporada hasta la uniformidad de todos los trabajadores, que deben estar aseados convenientemente, seg¨²n se recoge en distintos apartados.

El gobierno regional recibir¨¢ anualmente un canon que oscilar¨¢ entre los 675.000 y 975.000 euros (la cantidad final se acercar¨¢ a la segunda cifra porque m¨¢s dinero garantiza m¨¢s posibilidades de ganar el concurso), y solo tendr¨¢ la obligaci¨®n de pagar el IBI y el seguro de incendios del edificio. Todo lo dem¨¢s, desde la luz y el agua, el mantenimiento y la seguridad del edificio, hasta la gorra azul de los monosabios o la tasa municipal de basuras, se devengar¨¢ de la cuenta corriente de la empresa ganadora, que deber¨¢ sufragar, adem¨¢s, la remodelaci¨®n de la enfermer¨ªa, la Escuela Taurina Jos¨¦ Cubero Yiyo y las otras cinco escuelas de la Comunidad, y gestionar las visitas a la plaza y al museo taurino.

Esta nueva etapa comenzar¨¢ el pr¨®ximo 6 de junio, al d¨ªa siguiente de que finalice la Feria de San Isidro, y tendr¨¢ una duraci¨®n de cuatro a?os m¨¢s dos pr¨®rrogas de un a?o cada una.

Muy rentable debe ser la plaza, que cuesta abrirla 85.000 euros cada tarde de festejo y cuenta con 347 trabajadores, porque innumerables son los gastos que asume la empresa en un contrato que ata de pies y manos todos sus movimientos y siempre bajo el control y la tutela del Centro de Asuntos Taurinos.

No es el pliego un simple contrato de arrendamiento de un edificio destinado a la actividad taurina; la Comunidad de Madrid, en su deseo de preservar la tradici¨®n y el prestigio de la plaza, act¨²a de hecho como empresario directo, aunque sin inmiscuirse en la gesti¨®n diaria, ni en los beneficios ni en las p¨¦rdidas.

Todas las decisiones de la empresa deber¨¢n contar con la autorizaci¨®n del Centro de Asuntos Taurinos

El contrato establece, por ejemplo, cu¨¢ndo comienza -el Domingo de Ramos- y finaliza -el 12 de octubre- la temporada madrile?a; que todas las semanas se debe celebrar un festejo; cu¨¢les son las corridas de especial relevancia -Ramos, Resurrecci¨®n, 2 de mayo, 15 de mayo, 15 de agosto, Beneficencia, D¨ªa de la Hispanidad y corrida In memorian (en recuerdo de un personaje o torero emblem¨¢tico)-; que la Feria de San Isidro deber¨¢ contar con un abono b¨¢sico de 18 corridas, 2 espect¨¢culos de rejoneo y 3 novilladas, y la de Oto?o, 3 corridas y una novillada, entre el tercer domingo de septiembre y el segundo de octubre.

En total, se?ala que se deben celebrar 46 corridas, 14 novilladas, 2 espect¨¢culos de recortadores y 2 c¨®mico-taurinos.

Hay tres festejos que son competencia exclusiva de la Comunidad: la corrida goyesca del 2 de mayo, la Beneficencia y la In memorian. En estos casos, el CAT elige el cartel de toros y toreros, pero los organiza la empresa adjudicataria, que correr¨¢ con todos los gastos del engalanado exterior e interior de la plaza.

El aforo de Las Ventas es de 22.970 localidades, y el n¨²mero de abonados asciende a 14.376 (11.554 corresponden a San Isidro y Oto?o; 2.100, a jubilados; 619, a j¨®venes y 103, a la grada joven). Estos datos corresponden a la temporada de 2019.

El pliego determina el precio para los abonos, con una reducci¨®n del 20 por ciento para los de temporada; del 25 por ciento para los parados de larga duraci¨®n, y del 30 por ciento para los espectadores con movilidad reducida. Y declara libertad absoluta en la fijaci¨®n de los precios para el p¨²blico en general.

El Centro de Asuntos Taurinos no solo debe aprobar los carteles de las ferias de San Isidro y Oto?o, sino que debe estar informado de todas las contrataciones cerradas con toros y toreros a lo largo de la temporada. Y, en la pr¨¢ctica, todas las decisiones que adopte la empresa deben contar con la autorizaci¨®n expresa o t¨¢cita del CAT.

Este organismo p¨²blico se reserva para su uso 8 burladeros, 4 palcos, 26 entradas de tendidos bajos de sombra, el mismo n¨²mero de tendidos altos y de andanada, y tiene preferencia para comprar hasta 100 localidades para cualquier festejo.

En el apartado de los recursos humanos, el pliego detalla con exactitud el n¨²mero de empleados en funci¨®n de su cometido en la plaza: desde los dos alguacilillos a los cuatro monosabios por cada uno de los dos caballos de la lidia, cinco mulilleros por cada uno de los dos tiros de mulillas, nueve areneros y 22 componentes de la banda de m¨²sica. Todo el personal de plaza deber¨¢ estar uniformado homog¨¦neamente y ¡°aseado convenientemente¡±.

De esta exigencia higi¨¦nica -propia de tiempos ya muy lejanos, carente de sentido en la actualidad, y que explicar¨ªa el escaso celo de la Comunidad en la modernizaci¨®n del texto- solo est¨¢n eximidos -no figuran en el pliego- los trabajadores del servicio de alquiler de almohadillas, el personal del desolladero, el equipo presidencial y las cuadrillas.

Tampoco los animales que participan en la lidia pueden salir al ruedo de cualquier manera: los dos caballos que abren plaza ¡°ser¨¢n de raza espa?ola, de id¨¦ntica capa, contar¨¢n con una excelente doma, para realizar de forma elegante y garbosa las tareas de despeje de plaza y pase¨ªllo. Estar¨¢n perfectamente presentados, con las crines y cola cepilladas, limpios y herrados adecuadamente, adem¨¢s los cascos estar¨¢n saneados y engrasados¡±. Las mismas condiciones higi¨¦nicas se les exige a los caballos de picar y a las mulillas, aunque estas pueden ser mulos/as, seg¨²n el lenguaje inclusivo actual.

El pliego detalla, asimismo, la uniformidad de todo el personal, aunque aclara que lo hace de forma descriptiva y que puede ser modificada por un acuerdo entre la empresa y los trabajadores.

El pliego muestra una verdadera obsesi¨®n por el ¡°aseo conveniente¡± de la casi totalidad de todos los intervinientes en los festejos

Los alguacilillos, por ejemplo, deber¨¢n ir ataviados a la manera tradicional de la ¨¦poca de Felipe IV; el chulo de toriles, con traje corto (calzona, chaquetilla, camisa, chaleco, faj¨ªn, botines y gorra campera), y as¨ª cada una de las personas que participan en el festejo.

Por otra parte, la empresa adjudicataria puede celebrar espect¨¢culos no taurinos (solo se podr¨¢ usar el ruedo) de lunes a viernes, siempre con la autorizaci¨®n del CAT; podr¨¢ gestionar la venta ambulante, los bares y ofrecer servicio de restauraci¨®n en la Sala Alcal¨¢, pero con la condici¨®n expresa de que los todos los camareros est¨¦n aseados.

El pliego determina, incluso, las caracter¨ªsticas del programa de mano con la informaci¨®n de cada festejo (a cuatro tintas, papel cuch¨¦, 107 por 200 mm, 16 p¨¢ginas sin publicidad y una tirada entre 3.500 y 20.000 ejemplares), y la edici¨®n de una revista en papel y digital para los abonados: 8 n¨²meros, de abril a noviembre, con 32 p¨¢ginas y una tirada de 10.000 ejemplares.

Las que anteceden no son m¨¢s que algunas de las muchas recomendaciones y obligaciones que deber¨¢ tener en cuenta la empresa que resulte ganadora en el concurso actual. El 6 de junio habr¨¢ nueva gestora en la plaza de Las Ventas -podr¨ªa repetir la actual, Plaza 1, que la dirige desde noviembre de 2016-, y deber¨¢ contratar a un personal espec¨ªfico para cumplir con exactitud las 185 p¨¢ginas del pliego, o mantener una excelente relaci¨®n con el director del Centro de Asuntos Taurinos para que sea indulgente con el trasiego de tanto papaleo.