Emilio de Justo, el colmo de la desdicha
El torero result¨® cogido al entrar a matar al primer toro, y el sobresaliente, ?lvaro de la Calle, estuvo muy meritorio con el resto de la corrida
Cuando Emilio de Justo se perfil¨® para matar al primero de la tarde, la plaza de Las Ventas guard¨® un sonoro silencio de expectaci¨®n. El torero ten¨ªa en la mano el primer trofeo de un festejo que no pudo tener mejor comienzo. Soplaba una ligera brisa, la tarde soleada, ambientazo de gala en los poblados tendidos, y una sentida ovaci¨®n hab¨ªa recibido a De Justo, que se presentaba en la puerta de cuadrillas con un traje negro y plata. Roto el pase¨ªllo, el torero acudi¨® hasta las rayas del tercio para corresponder al cari?o animoso de los aficionados.
Guapo de hechuras era el toro primero, de Pallar¨¦s, al que recibi¨® con seis ver¨®nicas hondas, templad¨ªsimas, en sinton¨ªa con la calidad en la embestida de su oponente. Acudi¨® el toro largo y empuj¨® en el caballo; embisti¨® con alegr¨ªa en banderillas y permiti¨® el lucimiento de Jos¨¦ Chac¨®n con el capote, y de Andr¨¦s Revuelta y Jes¨²s Arruga en banderillas. Emilio de Justo brind¨® al cielo y, sin preparativo alguno, tom¨® la muleta con la mano zurda y dibuj¨® una gran tanda de naturales, en los que colabor¨® su oponente con fijeza y humillaci¨®n. Nobil¨ªsimo y repetidor a pesar de que sus fuerzas quedaron mermadas tras una vuelta de campana al salir del caballo, el toro permiti¨® dos secuencias m¨¢s, naturales hermosos y derechazos hondos, hasta que mir¨® al tendido e hizo adem¨¢n de rajarse. A¨²n hubo una tanda de muletazos con la izquierda, ce?idos y extraordinarios, y dos trincherazos de cartel.
Por todo ello, cuando De Justo se perfil¨® para la suerte suprema, el primer triunfo de la tarde estaba en bandeja.
Pero lleg¨® la desgracia; s¨ª, la desgracia porque el torero se tir¨® materialmente encima del morrillo del animal, que lo levant¨® por los aires, con tan mala fortuna que cay¨® de cabeza en el ruedo. De Justo huy¨® como pudo de la cara del animal, y ya en el estribo de las tablas fue auxiliado en primera instancia por sus compa?eros. Tras un par de minutos, fue trasladado a la enfermer¨ªa, e instantes despu¨¦s se comunicaba por megafon¨ªa que no pod¨ªa continuar la lidia.
El colmo de la desdicha, sin duda. Un compromiso tan heroico quedaba hecho a?icos a poco de comenzar. Impensable, pero probable; as¨ª de dura es esta profesi¨®n, que en una d¨¦cima de segunda rompe todos los sue?os y planteamientos.
La corrida qued¨® en las manos del sobresaliente, ?lvaro de la Calle, un torero salmantino que, l¨®gicamente, torea poco y que, de tener la agenda vac¨ªa de contratos, se encontr¨® con cinco toros de categor¨ªa en la plaza de Madrid.
Una aut¨¦ntica papeleta, por un lado; y la oportunidad de su vida, por otro. Y el torero hizo de tripas coraz¨®n, mostr¨® su mucha verg¨¹enza profesional y no desenton¨® en ning¨²n momento, m¨¢s all¨¢ de su impericia en la cara de los toros.
A los cinco que le esperaban en chiqueros los veronique¨® con m¨¢s voluntad que acierto y destac¨® m¨¢s por chicuelinas. Al cuarto y al quinto los recibi¨® con una larga cambiada de rodillas en el tercio, y al sexto, de hinojos en los medios.
No desenton¨® ante el noble y agotado segundo, de Domingo Hern¨¢ndez; alg¨²n muletazo estimable rob¨® al inv¨¢lido y descastado tercero de Victorino; no se descompuso ante las complicaciones del toro de Palha, y mantuvo el tipo ante el aplomado sexto.
Le toc¨® el toro de su vida, el cuarto, de Victoriano del R¨ªo, espectacular en el caballo, al galope en el segundo tercio (saludaron Andr¨¦s Revuelta, Arruga y Jos¨¦ Chac¨®n), y de una clase exquisita en la muleta; prontitud, fijeza y profundidad en la embestida le permitieron al torero plasmar detalles que no fue capaz de redondear.
Al final, el gozo en un pozo, y Emilio de Justo en la cama de un hospital a la espera de los resultados de esa maldita voltereta que ha echado por tierra un mont¨®n de sue?os.
Seis ganader¨ªas / Emilio de Justo, en solitario
1º, de Pallarés, bravo, noble y de gran calidad; 2º, de Domingo Hernández, blando y noble; 3º, de Victorino Martín, inválido y noble; 4º, de Victoriano del Río, bravo, noble, encastado y de clase exquisita (se le dio la vuelta al ruedo); 5º, de Palha, bravo y deslucido, y 6º, de Parladé, cumplidor en el caballo, noble y soso. Todos estuvieron bien presentados.
Emilio de Justo: casi entera trasera (oreja); resultó cogido al entrar a matar y, según el parte médico, sufre un traumatismo cervical de pronóstico grave que le impidió continuar la lidia.
Álvaro de la Calle (sobresaliente): estocada atravesada -aviso-, siete descabellos -2º aviso- y cuatro descabellos (silencio); pinchazo, media -aviso- y un descabello (algunas palmas); estocada tendida y atravesada -aviso- y dos descabellos (vuelta al ruedo); media tendida y estocada (ovación); estocada que hace guardia, pinchazo y estocada (silencio).
Parte médico del hospital La Fraternidad: Trasladado el torero a este centro sanitario, señala que se le ha realizado un TAC de columna cervical con fractura estallido de masa lateral izquierda de atlas (C1) y fractura estallido de masa lateral derecha de Axis (C2) sin desplazamientos apreciables. Pronóstico muy grave.
Plaza de Las Ventas. 10 de abril. Lleno. (20.139 espectadores, según la empresa).
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.