Daniel Broncano: ¡°Soy un misionero cultural y doy la brasa¡±
El clarinetista se ha convertido en el gestor musical m¨¢s sorprendente y arriesgado de la nueva generaci¨®n en Espa?a y tras el ¨¦xito de M¨²sica en Segura dirige por primera vez la Semana Religiosa de Cuenca
S¨ª, cierto, es ¨¦l, su hermano, el de David. Pero depende como se mire. Para la legi¨®n de mileniales que siguen al humorista, Daniel Broncano (Orcera, Ja¨¦n, 35 a?os) es el hermano de David, bien. Pero en el mundo de la m¨²sica cl¨¢sica en Espa?a, ocurre al rev¨¦s: David es el hermano de Daniel, clarinetista y figura ascendente de la gesti¨®n cultural en su mundo, donde dirige M¨²sica en Segura (Ja¨¦n) y la Semana de M¨²sica Religiosa de Cuenca, en plena celebraci¨®n estos d¨ªas. Broncano es el aire fresco que necesita un mundo previsible para sacudir los festivales y ciclos de manera cercana, desenfadada y alternativa. La punta de lanza de una generaci¨®n que viene a cambiar las cosas.
Pregunta. ?Usted se ha convertido en gestor cultural por accidente?
Respuesta. Es que no me gusta nada esa palabra. Prefiero llamarlo tramitador cultural.
P. ?Horror!
R. Es que gestor es muy pasivo, o mi preferida, que es misionero cultural.
P. Tampoco¡ ?No ser¨¢ mejor agitador?
R. Bueno, pero eso de misionero, aunque tenga la connotaci¨®n negativa de dar mucho la brasa, en este mundo hay que ser tan, tan, tan persuasivo y convencido como un misionero. Yo lo soy y doy la brasa.
P. Suena a marketing ahora que lo han nombrado director de la semana de m¨²sica religiosa de Cuenca.
R. No soy creyente¡, eso para empezar.
P. Pues al carajo el marketing, ?cree que conviene que pongamos eso? Le van a echar.
R. Eso de misionero ya lo utilizaba antes, eh. Hay que empujar con pan en esto, todo el rato. Sobre todo para defender que las corrientes no mainstream tengan su espacio.
P. ?Qu¨¦ tal ap¨®stol?
R. S¨ª, s¨ª, tambi¨¦n, desde luego.
P. ?Puede ser que la m¨²sica religiosa la disfruten tanto creyentes como ateos?
R. S¨ª, puede ser. ?Por qu¨¦ no? Este festival ya lleva 59 ediciones apostando por ello de manera original y relacionando lo sacro con el arte m¨¢s contempor¨¢neo. Es un debate constante. ?Es m¨²sica religiosa o espiritual? Algo que nos eleva.
P. ?No me vendr¨¢ ahora con el rollo de que la m¨²sica nos hace mejores? Porque mire a Hitler o a Stalin, aut¨¦nticos mel¨®manos.
R. No, de hecho, organizamos en 2019 una exposici¨®n de la m¨²sica que nos tortura, la que se pon¨ªa en las c¨¢rceles, en Guant¨¢namo. Desde los mayas hasta la guerra de Irak, es algo que ha sido continuo. M¨¢s en los ritos religiosos o entierros. La m¨²sica aparece entre los huecos que dejan las palabras o cuando somos incapaces de expresar algo con el lenguaje. La conciencia de algo trascendental, eso es para m¨ª la Semana de M¨²sica Religiosa. Una guinda en medio de la fiesta y la m¨ªstica.
P. ?Sal¨ªa usted en procesi¨®n?
R. Es que en mi zona, en Segura, no se daban tanto. Los pasos los sub¨ªan a los tractores. Era el norte del sur, un corcovo del mundo, que dec¨ªa Quevedo. De hecho, nuestra habla, por ejemplo, no tiene nada que ver con la del Guadalquivir.
P. Lo que s¨ª se nota es que es usted un Broncano, habla igual que su hermano David.
R. S¨ª, de hecho, alguna vez, llamaban mis novias a casa y ¨¦l les echaba la charla durante media hora. Un impostor.
P. ?Ha venido usted a jubilar a una generaci¨®n anterior en el negocio de la m¨²sica cl¨¢sica en vivo?
R. Hay una generaci¨®n, para m¨ª, referente. Son amigos. Me inspiran porque son muy ambiciosos, pero tiene que llegar el relevo. Muchas veces, los m¨¢s j¨®venes tenemos la sensaci¨®n de fregar los platos de una fiesta pasada.
P. ?Tanto?
R. Mi generaci¨®n ha crecido en el contexto crisis, a veces harta alguna vez que se hable en clave de pasado: Esto ya no es lo que era y tal. La nostalgia de la concordia del 78.
P. ?Necesita todo una sacudida?
R. En el contexto de la m¨²sica cl¨¢sica, para innovar viene bien la tradici¨®n. Ver una versi¨®n de una misa de Bach buena y organizar una caminata vocal al aire libre por las Hoces.
P. ?Lo ven algunos como un intruso?
R. Ahora no.
P. ?Eso quiere decir que hasta hace poco, s¨ª?
R. Yo era un intruso, cierto. Adem¨¢s ven¨ªa de fuera.
P. O sea, ?un m¨²sico que tuvo que inventarse un festival en su pueblo para tocar en Espa?a?
R. Claro, claro. Yo estaba obsesionado con el clarinete. Quer¨ªa que me contrataran en una orquesta.
P. ?Y ahora es usted quien contrata las orquestas?
R. M¨¢s o menos. Sufrir el sector desde la experiencia ayuda. Lo que cuesta, lo que necesitas organizar...
P. Con el dinero p¨²blico que se ha gastado en teatros y auditorios, llega usted ahora y monta ¨®peras en una cooperativa de aceite. ?Le parece bonito?
R. A la gente le impresiona un mont¨®n. El lugar tiene muchos elementos de maquinaria, paisaje y olores, que impactan. Pero a la vez da gusto organizar conciertos en buenos auditorios, eso tambi¨¦n. La palabra festival implica algo extraordinario siempre, festivo. No hay que perder ese esp¨ªritu.
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