Juan Diego, uno de los imprescindibles
No era solo un actor, era un pilar sobre el que se sosten¨ªan la credibilidad, la modernidad y la dignidad de nuestro oficio y de una parte importante de nuestro pa¨ªs
Juan Diego no era solo un actor, era un pilar sobre el que se sosten¨ªan la credibilidad, la modernidad y la dignidad de nuestro oficio y, si me apuran, de una parte importante de nuestro pa¨ªs. Es conocida la frase de Bertolt Brecht sobre los imprescindibles: hay personas que luchan un d¨ªa y son buenas; hay otras que luchan un a?o y son mejores, pero est¨¢n los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.
Juan era, sin duda, imprescindible.
Juan Diego Ruiz luch¨® toda su vida por la dignidad de nuestro oficio y de las gentes de nuestro pa¨ªs. Es de sobra conocida su implicaci¨®n en la huelga de actores de 1975, que nos trajo el d¨ªa de descanso en el teatro. Esa huelga fue adem¨¢s un pulso valiente a una dictadura que, pese a estar agonizante, manten¨ªa afilada su pulsi¨®n oscura y represiva. Mi generaci¨®n ha crecido escuchando el relato de aquella otra que arriesg¨® c¨¢rcel, censura y prestigio por sus principios. Esas personas pusieron las bases de nuestra democracia actual. Ellas aportaron dignidad al oficio de c¨®micos y Juan Diego tuvo un papel de vanguardia en ese viaje.
Pasamos mucho tiempo juntos en 2003 mientras intent¨¢bamos evitar la invasi¨®n de Irak y la participaci¨®n de nuestro pa¨ªs en aquel atropello. Su inteligencia, su astucia, su integridad en aquellos meses me ganaron para siempre. Trat¨¦ de estar el mayor tiempo posible a su lado para aprender de un hombre que sab¨ªa combinar a la perfecci¨®n el compromiso social con su amor al oficio de actor.
En aquellos meses me cont¨® que, de joven, algunos compa?eros lo llamaban Juan Pliego en lugar de Juan Diego, por la frecuencia con la que les solicitaba que firmaran un manifiesto por una u otra causa. Y tambi¨¦n vi de primera mano c¨®mo destinaba ¨ªntegro el cheque que le llegaba de sus derechos de imagen a trav¨¦s de AISGE a compa?eros de profesi¨®n menos afortunados, compa?eros que llevaban mucho tiempo sin trabajar o hab¨ªan tenido alg¨²n accidente.
Juan era actor las 24 horas del d¨ªa, los 365 d¨ªas del a?o. Era observador, meticuloso, obsesivo, y muy trabajador. Sin duda, uno de los mejores actores que nunca hemos tenido en Espa?a. Me contaron que una vez, interpretando a San Juan de Cruz, se obsesion¨® con encontrar la forma de escribir de su personaje y se identific¨® tanto con su rol que su propia escritura cambi¨® para siempre.
Vivi¨® la vida con toda la intensidad con la que solo pueden hacerlo personajes ¨¦picos y disfrut¨® de cada instante. Vete de m¨ª, la pel¨ªcula de V¨ªctor Garc¨ªa Le¨®n que hicimos juntos, fue un punto de inflexi¨®n en mi carrera y su primer premio Goya como actor protagonista. Su trabajo en ese filme sigue pareci¨¦ndome memorable. Hoy solo puedo dar las gracias por haber podido compartir con ¨¦l ese maravilloso viaje.
M¨¢s de una vez, en la calle, alg¨²n despistado lo confunde con mi padre: ¡°C¨®mo me gusta Juan Diego, tu padre, ?qu¨¦ buen actor es!¡±. Nunca los he corregido. Hace poco me volvi¨® a ocurrir, mientras paseaba con mi hija. Luego ella me pregunt¨®: ¡°Pap¨¢, ?por qu¨¦ no le has dicho que Juan Diego no es tu padre?¡±. En el fondo creo que siempre he recibido esa confusi¨®n con una n¨ªtida sensaci¨®n de orgullo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.