Fort¨²n a Laforet: ¡°Querid¨ªsima Carmen. Usted es un genio. No puede vivir en la vida ruin de Espa?a¡±
El Teatro Cervantes de Londres lleva a escena el di¨¢logo epistolar de Carmen Laforet, la autora de ¡®Nada¡¯, y Elena Fort¨²n, la creadora del personaje de Celia, entre 1947 y 1952
Fue el poeta ingl¨¦s Samuel Taylor Coleridge quien defini¨® como supension of disbelief (suspensi¨®n de la incredulidad) a ese momento m¨¢gico en que el espectador est¨¢ dispuesto a creer que lo que ocurre en el escenario es real, y se deja llevar por la historia. Las actrices Paula Rodr¨ªguez y Elena Sanz apenas necesitan unos minutos para que las escritoras Carmen Laforet, autora de Nada, y Elena Fort¨²n, la creadora del personaje infantil de Celia, se hagan presentes, dialoguen entre ellas y transmitan la complejidad de sus procesos creativos, el amor y admiraci¨®n que se profesaban, la pena del exilio, el asfixiante papel de madre antes de escritora que impon¨ªa la Espa?a de la posguerra, y la complicidad tejida entre dos mentes brillantes que encontraron en la intimidad epistolar una v¨ªa de apoyo mutuo.
Cartas Vivas, que se representa toda esta semana en el Cervantes Theatre de Londres, logra convertir durante hora y media las cartas que Laforet y Fort¨²n intercambiaron entre 1947 y 1952 en un inmenso abrazo y un di¨¢logo intenso, espiritual y amoroso. Basada en el libro De Coraz¨®n y Alma, dentro de la colecci¨®n de Cuadernos de Obra Fundamental publicada por la Fundaci¨®n del Banco Santander (que tambi¨¦n ha respaldado la obra de teatro), la representaci¨®n apenas usa dos mesas escritorio, dos sillas, algunos libros, dos m¨¢quinas de escribir, cientos de hojas manuscritas apiladas en el suelo o desplegadas por las paredes, y un refuerzo audiovisual que contextualiza las ¨¦pocas de dos genios de la literatura espa?ola. ¡°Hemos querido ser fieles a la belleza de la palabra, a la belleza de esas cartas de Laforet y Fort¨²n. Podr¨ªamos haber optado por otra dramaturgia, con personajes a?adidos que contaran la historia contenida en ese intercambio, pero quer¨ªamos ir a la esencia, y que las cartas estuvieran presentes¡±, explica Paula Paz, directora art¨ªstica del Teatro Cervantes y responsable ¨²ltima de una direcci¨®n y puesta en escena brillantes, que logran superponer el di¨¢logo entre la escritora republicana exiliada, treinta y cinco a?os mayor, y la joven prodigio que revolucion¨® la escena literaria de una Espa?a rancia con una novela equiparable al mejor existencialismo europeo de la ¨¦poca; la admiraci¨®n de Laforet, desde ni?a, por el estilo y la brillantez de Fort¨²n en sus historias de Celia y su familia; la compenetraci¨®n espiritual y profesional de dos amigas que se refuerzan desde la distancia. ¡°Usted es un genio. Su letra lo dice¡±, escribe Fort¨²n desde su exilio en Buenos Aires. ¡°D¨ªgale a su marido de mi parte que cuando se convive con un ser extraordinario no se le puede pedir nada, sino adorarle. Usted no puede vivir en la vida ruin de Espa?a¡±. ¡°Cu¨¢ntos a?os me he pasado yo monologando para ti, y qu¨¦ parecida eres a como yo present¨ªa desde chiquilla, no s¨¦ por qu¨¦...¡±, responde Laforet, con una devoci¨®n indisimulada hacia su amiga.
¡°Creo que hemos logrado representar un momento clave de la historia de la cultura creada por mujeres en Espa?a. Fort¨²n, una escritora tan importante, fue la madre literaria de esa gran novelista que fue ¡ªaunque ella no se lo creyera¡ª Laforet. Representan ambas dos generaciones clave de autoras: las modernas, y las que tienen que vivir esos a?os tan oscuros del siglo XX espa?ol. Hemos abierto un armario para sacar a la luz lo que hab¨ªa dentro¡± defiende con pasi¨®n Nuria Capedvilla-Arg¨¹elles, la catedr¨¢tica asociada de Estudios Hisp¨¢nicos y Estudios de G¨¦nero de la Universidad de Exeter (Reino Unido), que ha colaborado con Paula Paz y con las dos actrices para convertir en una representaci¨®n viva y cercana mucho tiempo de estudio, ordenaci¨®n y an¨¢lisis de todas las cartas intercambiadas entre ambas autoras.
¡°Para m¨ª ella [Laforet] sufr¨ªa mucho, era un genio, era una mujer muy inteligente. El contexto de la ¨¦poca hac¨ªa que sufriera, porque hab¨ªa unas expectativas muy grandes, hab¨ªa ganado el Premio Nadal con Nada a los 22 a?os. Tard¨® mucho en volver a publicar porque sent¨ªa el peso de la cr¨ªtica y de la expectativa creada en torno a ella, al ser tan joven¡± se explaya para EL PA?S la actriz Paula Rodr¨ªguez, que consigue transformarse, con su melena con raya a un lado, su falda de tubo y su su¨¦ter de punto, pero sobre todo con el tono de su voz, y el brillo de sus ojos y su sonrisa, en una Laforet tierna, divertida, espiritual, m¨ªstica o angustiada por su amiga.
Elena Sanz ha tenido que construir a la Fort¨²n, sobre todo, a partir de su literatura. ¡°Encontrar el cuerpo fue algo muy imaginativo, porque no existe ning¨²n material de v¨ªdeo de ella. A trav¨¦s de fotos, de descripciones suyas en algunas entrevistas, fui construyendo los gestos¡±, detalla. ¡°A trav¨¦s de su obra vi lo detallista, imaginativa y creativa que era. De una idea generaba una historia entera, y en muchos momentos de las cartas se nota como salta de una idea a otra. Intent¨¦ traspasar todo esto a un estilo de personalidad¡±, explica Sanz.
La proeza de una producci¨®n teatral tan sencilla, y a la vez tan intensa, consiste en recordar que, en una ¨¦poca ciertamente complicada para las mujeres, dos talentos excepcionales sortearon el cors¨¦ social, religioso y moral, para construir una obra literaria que, muchas d¨¦cadas despu¨¦s, mantiene una vigencia humana e ¨ªntima que los trabajos de muchos coet¨¢neos suyos varones perdieron hace ya tiempo.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.