¡®Todo a la vez en todas partes¡¯: la pel¨ªcula m¨¢s delirante de la temporada
Esta ditir¨¢mbica comedia de acci¨®n se ambienta en el casi ya cotidiano multiverso, con gran ¨¦xito de p¨²blico y de cr¨ªtica en Estados Unidos
Despu¨¦s de desconcertar en el festival de Sitges, donde obtuvo el premio a la mejor pel¨ªcula y al mejor actor, y de pasar brevemente por los cines espa?oles casi como un fantasma un tiempo despu¨¦s, Swiss Army Man (2016), debut en el largometraje de Daniel Kwan y Daniel Scheinert, apodados The Daniels, qued¨® irremisiblemente en el recuerdo de los contados espectadores que la vieron (1.207, seg¨²n datos del Ministerio de Cultura). Incluso, como este cr¨ªtico, en los que intuyeron poco m¨¢s que una extravagante idea demasiado alargada, disfrazada de sarcasmo, absurdo y una inclasificable forma de realismo m¨¢gico. En aquella pel¨ªcula, protagonizada adem¨¢s por dos estrellas, Paul Dano y Daniel Radcliffe, hab¨ªa, sin embargo, singularidad, autenticidad y una mirada inaudita a la vida y al cine.
Hete aqu¨ª que los Daniels se han superado con su siguiente obra: Todo a la vez en todas partes, ditir¨¢mbica comedia de acci¨®n ambientada en el, a estas alturas, casi cotidiano multiverso, gran ¨¦xito de p¨²blico y de cr¨ªtica en Estados Unidos, con la que vuelven a epatar al personal. Una historia delirante, escatol¨®gica, descerebrada y procaz, que pretende una vez m¨¢s, como en Swiss Army Man, equilibrar lo c¨®mico y lo sentimental, lo humano y lo sobrenatural, en un trabajo excesivamente alargado en su metraje que, aunque discurra a velocidad de v¨¦rtigo, acaba resultando de una dispersi¨®n a prueba de paciencias.
Explicar la pel¨ªcula puede ser casi tan absurdo como intentar comprenderla del todo, pero all¨¢ vamos, en unas l¨ªneas: una inmigrante china en EE UU, due?a de una lavander¨ªa ¡ªcon un marido apocado, una hija lesbiana en una comunidad con tintes hom¨®fobos y un padre que no rige ya demasiado¡ª, descubre en una oficina de impuestos que es la encargada de salvar el mundo gracias a su poder para dar equilibrio a los diversos universos. No piensen demasiado en Marvel ni en los superh¨¦roes, porque tiene poco que ver, pese a las sobredosis de acci¨®n. Si acaso, vuelvan la vista a Matrix, aunque metida en una batidora de surrealismo y slapstick, de ternura y estupefacci¨®n. La obra de los Daniels est¨¢ tan sobrecargada de ideas que es evidente que le sobran, pues no todas son buenas. Aunque siempre mejor que sobren a que falten.
As¨ª, quiz¨¢ uno de los grandes problemas con Todo a la vez en todas partes es que se empe?a demasiado en el mecanismo, y en su explicaci¨®n: ¡°Creaste un algoritmo que calcula qu¨¦ acciones estad¨ªsticamente improbables te colocar¨¢n en un orden al borde el c¨²mulo local¡±, dice una de las frases. ¡°El algoritmo de trayectoria estoc¨¢stica funciona con funciones aleatorias¡±, dice otra. Obviamente, es demasiado, pero el remate puede hacer entender al lector ante qu¨¦ tipo de envite estamos: ¡°Evelyn, intenta saltar a otro universo. Hazte pis encima, suele salir bien¡±.
Ahora bien, pese a la dificultad para seguir su endiablado ritmo, y a la discutible gracia de todos los gags, hay que agradecer a los Daniels su imparable inventiva (?ese peque?o segmento animado!), la estridencia del conjunto, su valent¨ªa y su libertinaje. Y, en fin, su apolog¨ªa de la bondad, la amabilidad y la ternura, en un mundo (o multiverso) en el que ya apenas caben tales capacidades.
TODO A LA VEZ EN TODAS PARTES
Dirección: Daniel Kwan, Daniel Scheinert.
Intérpretes: Michelle Yeoh, Ke Huy Quan, Stephanie Hsu, Jamie Lee Curtis.
Género: comedia. EE UU, 2022.
Duración: 132 minutos.
Estreno: 3 de junio.
Babelia
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