El libro que explica qu¨¦ significa ¡®votar normal¡¯
Didier Eribon consigui¨® sintetizar en su magistral ¡®Regreso a Reims¡¯, convertido ahora en pel¨ªcula, la tensi¨®n entre clase e identidad que sacude a la izquierda pol¨ªtica
¡°Era una advertencia, porque no daba para m¨¢s. La gente que lo vot¨® no lo quer¨ªa. En la segunda vuelta votaron normal¡±. Esto le dijo a Didier Eribon su madre para justificarse por haber votado a Jean Marie Le Pen en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas de 2002. En la segunda vot¨® normal, es decir, al otro candidato en liza: el conservador Jacques Chirac. ...
¡°Era una advertencia, porque no daba para m¨¢s. La gente que lo vot¨® no lo quer¨ªa. En la segunda vuelta votaron normal¡±. Esto le dijo a Didier Eribon su madre para justificarse por haber votado a Jean Marie Le Pen en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas de 2002. En la segunda vot¨® normal, es decir, al otro candidato en liza: el conservador Jacques Chirac. En ese caso, no obstante, decir normal tal vez sea mucho decir si tenemos en cuenta que la suya hab¨ªa sido durante d¨¦cadas una familia orgullosamente comunista.
Soci¨®logo, fil¨®sofo y autor de la biograf¨ªa de referencia de Michel Foucault, Didier Eribon public¨® en 2009 una obra que re¨²ne en una sola persona la tensi¨®n entre clase e identidad que lleva a?os sacudiendo a la izquierda. La obra, una mezcla brillante de memoria y ensayo convertido en fen¨®meno editorial en Francia, se titula Regreso a Reims (Georgina Fraser lo tradujo al castellano en 2015 para el sello argentino Libros del Zorzal y ha tenido varias versiones teatrales). La persona es ¨¦l mismo, criado en un ambiente proletario y hom¨®fobo y obligado a recorrer un doloroso camino de ida y vuelta: marcharse de casa para liberarse de la verg¨¹enza de ser homosexual y volver a ella para asumir la verg¨¹enza de haber sido pobre.
Instalarse en Par¨ªs y convertirse en un reputado intelectual fue acompa?ado en su caso de un asfixiante disimulo sobre el origen obrero de sus padres. Dicho por ¨¦l mismo: su salida del armario sexual coincidi¨® con su entrada en el armario social. Tuvo que morir su padre, al que no quer¨ªa y a cuyo entierro no acudi¨®, para que ¨¦l se sentara a hablar con su madre para descubrir que hab¨ªa dedicado media vida a estudiar unos mecanismos de dominaci¨®n y a ocultar otros. De ah¨ª el valor de Regreso a Reims, que conjuga con el m¨¢ximo rigor autobiograf¨ªa y sociolog¨ªa, mezclando a Annie Ernaux con Pierre Bourdieu y consiguiendo sintetizar en un libro lo que su disc¨ªpulo ?douard Louis a duras penas alcanz¨® a plantear en dos: Para acabar con Eddy Bellegueule y Qui¨¦n mat¨® a mi padre.
Ahora puede verse en los cines espa?oles la gran versi¨®n cinematogr¨¢fica firmada hace un a?o por Jean-Gabriel P¨¦riot. Narrada por Ad¨¨le Haenel (Retrato de una mujer en llamas, La chica desconocida) y montada sobre una impresionante labor de archivo, la pel¨ªcula ¡ªque no en vano se subtitula Fragmentos¡ª ha optado ¡ªy es una pena¡ª por prescindir de la dimensi¨®n homoer¨®tica del libro de Eribon para volcarse en la ideol¨®gica. Como si fuera m¨¢s f¨¢cil imaginar el fin del heteropatriarcado que el fin del capitalismo. O como si, sencillamente, quisiera adelantarse a una disgregaci¨®n electoral de la izquierda motivada por la tendencia de sus partidos a asumir el marco mental de la derecha y por la tendencia de sus partidarios a votar dos veces: una para advertir; otra, normal. Y quien dice votar, dice abstenerse.