Estado de (gran) alarma
Otra tarde de tendidos vac¨ªos, novillos muy desiguales y dos orejas barat¨ªsimas que pasearon V¨ªctor Hern¨¢ndez y Mario Navas
La empresa de la plaza de toros de Bilbao lo tiene crudo; la empresa y la tauromaquia, porque todo lo que sucede en este enclave del norte repercute en el orbe taurino. Un espect¨¢culo de rejoneo, una corrida y una novillada se han celebrado hasta ahora, y con las entradas vendidas los tres d¨ªas se ha cubierto poco m¨¢s de media plaza.
Si este fuera un sector serio ya estar¨ªa convocada una reuni¨®n de urgencia del mando superior para analizar qu¨¦ est¨¢ sucediendo en Bilbao: o la empresa ha errado gravemente en la confecci¨®n de la feria o el p¨²blico no quiere saber nada de toros. Y alguien ser¨¢ responsable, sea cual la causa del desastre.
Porque no es normal que acudan 2.000 personas ¨Das¨ª, a ojo de buen cubero¨D para presenciar la vuelta de los toros de Dolores Aguirre despu¨¦s de 20 a?os de ausencia, y, m¨¢s o menos, la mitad para un cartel de novilleros punteros. No lo es y alguna explicaci¨®n habr¨¢.
Como no habr¨¢ reuni¨®n urgente de ning¨²n estamento taurino, nadie se har¨¢ responsable y no se elaborar¨¢ un programa de medidas correctoras, hay que concluir que el estado de gran alarma est¨¢ decretado, que no augura nada bueno para el futuro.
El futuro es lo que representan los tres chavales que hicieron esta tarde el pase¨ªllo (qu¨¦ acierto incluir una novillada en la feria y qu¨¦ dolor producen los tendidos vac¨ªos) y tampoco aportaron esperanza alguna. Para empezar, el festejo dur¨® tres horas, un espect¨¢culo insufrible para las almas c¨¢ndidas que a¨²n sue?an con un instante de emoci¨®n. Tres muchachos pesad¨ªsimos y aburrid¨ªsimos, que contaron con la ayuda del presidente, excesivamente laxo en el tiempo de duraci¨®n de las faenas, y generoso en extremo en la concesi¨®n de trofeos.
En tres horas se escucharon tres veces un ol¨¦, y el acontecimiento acaeci¨® en la primera tanda de muleta con la mano derecha de Mario Navas en el sexto de la tarde. Hubo tres muletazos templados y de buen trazo, y los pocos espectadores que a esa hora a¨²n estaban despiertos dijeron ¡®ol¨¦¡¯, y aquello se escuch¨® como algo grande. Despu¨¦s, el novillo se dio una costalada, y la disposici¨®n y el buen tono del torero ya no sonaron igual. Mat¨® mal, pero le concedieron una oreja de las que parecen una broma. Y solo alg¨²n natural estimable pudo dibujar ante el amuermado tercero, muy pobre de esp¨ªritu.
Otra oreja pase¨® V¨ªctor Hern¨¢ndez despu¨¦s de una de las faenas m¨¢s sopor¨ªferas que se recuerdan. Hasta nueve tandas dio de muletazos desiguales, vac¨ªos y fr¨ªos, sin chispa, sin conexi¨®n, reconvertido el buen torero que es en un pegapases insulso.
Y ese novillo fue el ¨²nico potable de la tarde, el ¨²nico que empuj¨® con los ri?ones en el caballo en dos entradas, la ¨²ltima desde los medios, acudi¨® con presteza en banderillas y demostr¨® su casta en la muleta. Pero Hern¨¢ndez no le cogi¨® el aire, y se eterniz¨® en pases y m¨¢s pases de esos que no saben a nada. Como le ocurri¨® con el descompuesto primero, con el que anduvo harto descentrado.
Y Jorge Mart¨ªnez es tan puntero como sus compa?eros, y, como ellos, tiene un buen concepto taurino, pero tambi¨¦n le puede la pesadez, que es un defecto que habr¨ªa que desterrar de una vez de este espect¨¢culo. El presidente devolvi¨® su primero porque dio muestras de invalidez, pero dej¨® en el ruedo al sobrero que estaba mucho m¨¢s renqueante que el titular, y Mart¨ªnez solo pudo dibujar dos pases de pecho en un mar de muletazos mediocres. Y tampoco pudo expresar nada bueno ante el descastado quinto.
De los novillos solo se puede decir que el cuarto fue bravo en el caballo y encastado en su comportamiento posterior; los dem¨¢s, una birria.
?Acudir¨¢ m¨¢s p¨²blico ma?ana?
?Y que nadie se re¨²na con car¨¢cter de urgencia para buscar soluciones¡! ?Qu¨¦ tropa¡!
Cruz/Hern¨¢ndez, Mart¨ªnez, Navas
Novillos de José Cruz, -el segundo, devuelto-, bien presentados, mansos, inválidos, descastados y nobles; bravo y encastado el cuarto.
Víctor Hernández: estocada contraria (ovación); _aviso_ media estocada (oreja).
Jorge Martínez: casi entera baja, un descabello _aviso_ y dos descabellos (ovación); pinchazo y casi entera baja _aviso_ (silencio).
Mario Navas: seis pinchazos (silencio); estocada baja (oreja).
Plaza de toros de Bilbao. 22 de agosto. Tercer festejo de la Semana Grande. Menos de un cuarto de entrada.
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