El triunfo de las escritoras tard¨ªas

No comparten nacionalidad, ni tem¨¢tica, ni han sido estrictamente contempor¨¢neas y, sin embargo, la coincidencia en las mesas de novedades de los ¨²ltimos meses de la argentina Aurora Venturini, la canadiense Helen Weinzweig y la brit¨¢nica Tessa Hadley subraya un extra?o v¨ªnculo entre estas tres novelistas: el ¨¦xito les lleg¨® a las tres a una edad en la que muchos escritores est¨¢n ya de retirada.

El caso m¨¢s c¨¦lebre y extremo quiz¨¢...

No comparten nacionalidad, ni tem¨¢tica, ni han sido estrictamente contempor¨¢neas y, sin embargo, la coincidencia en las mesas de novedades de los ¨²ltimos meses de la argentina Aurora Venturini, la canadiense Helen Weinzweig y la brit¨¢nica Tessa Hadley subraya un extra?o v¨ªnculo entre estas tres novelistas: el ¨¦xito les lleg¨® a las tres a una edad en la que muchos escritores est¨¢n ya de retirada.

El caso m¨¢s c¨¦lebre y extremo quiz¨¢ sea el de Venturini. Nacida en La Plata en 1912, salt¨® a la fama a los 85 a?os cuando en 2007 se alz¨® con el premio Nueva Novela del diario argentino P¨¢gina/12 por Las primas. ¡°Al fin un jurado honesto¡±, sentenci¨® la novelista, seg¨²n recuerda Claudia Pi?eiro, quien se define en un texto sobre la triunfante octogenaria, fallecida en 2015, como ¡°miembro de la cofrad¨ªa de sus admiradores¡±.

Casi seis d¨¦cadas atr¨¢s, en 1948, cuando ten¨ªa 26 a?os, Aurora Venturini hab¨ªa recibido de manos de Borges el Premio Iniciaci¨®n con su primer libro, El solitario. Entre una y otra distinci¨®n transcurri¨® m¨¢s de medio siglo de anonimato y grafoman¨ªa: Venturini public¨® cerca de 40 libros en sellos peque?os e incluso en ediciones pagadas por s¨ª misma que pasaron inadvertidos. Amiga de Eva Per¨®n, conocida de Simone de Beauvoir y Jean-Paul Sartre durante los a?os que vivi¨® en Par¨ªs, la sensaci¨®n que caus¨® Las primas tras su lanzamiento en 2007 (con 35.000 ejemplares vendidos) vino seguida del rescate de Nosotros, los Caserta, publicada originalmente en 1992, reeditada en una nueva versi¨®n en 2011 por Caballo de Troya y de vuelta este 2022 a las librer¨ªas por Tusquets. ¡°El ¨¦xito de Las primas concedi¨® a la narrativa de esta vieja escritora de la ciudad de La Plata un lugar sin precedentes en el mundo editorial¡±, escribe en un pr¨®logo a la nueva edici¨®n Mar¨ªa Paula Salerno.

Uno de los proyectos que emprendi¨® Venturini cuando le lleg¨® la fama fue una columna en el diario P¨¢gina/ 12 titulada Rescates en la que recuperaba la historia de mujeres que hab¨ªan ca¨ªdo en el olvido. Sin duda Helen Weinzweig (Polonia, 1915- Canad¨¢, 2010) habr¨ªa interesado a la argentina, con quien adem¨¢s comparte un aura bizarra que rodea tanto sus escritos como sus vidas. Helen, de soltera Tennenbaum, lleg¨® a Canad¨¢ a los nueve a?os y creci¨® sola con su madre en un barrio de inmigrantes jud¨ªos en Toronto. Voraz lectora, se cas¨® con el compositor John Weinzweig, a quien conoci¨® en el instituto, y se volc¨® en la carrera de ¨¦l y en la crianza de sus hijos. ¡°Tanto John como yo vivimos su carrera¡±, declar¨®.

Seg¨²n explica la escritora y cr¨ªtica Sarah Weinman en un ep¨ªlogo a Vestido negro y collar de perlas (Mu?eca infinita) ¡ªlibro que define como ¡°novela de espionaje del mundo interior feminista¡±¡ª, en 1960 Weinzweig padeci¨® una depresi¨®n grave y su terapeuta le anim¨® a escribir. Ten¨ªa 52 a?os cuando public¨® su primer cuento, al que siguieron otros relatos y dos novelas. Hubo tambi¨¦n algo de teatro y algunos textos de no ficci¨®n.

La misteriosa historia de Shirley, la protagonista ad¨²ltera de Vestido negro y collar de perlas que se registra en los hoteles como Lola Montez y recorre el mundo siguiendo las claves cifradas que le deja su amante para sus encuentros, lleg¨® originalmente a las librer¨ªas cuando Weinzweig ten¨ªa 65 a?os. Su prosa y el ritmo de su historia la sit¨²an en la ¨®rbita del noveau roman de los sesenta, aunque Weinzweig es celebrada como pionera escritora feminista en Canad¨¢. ¡°Una de las cosas que tuve que aprender despu¨¦s de leer toda aquella literatura escrita por hombres fue a saber c¨®mo me siento yo en cuanto mujer. Todas las formas literarias eran propiedad de los hombres, todas las filosof¨ªas eran propiedad de los hombres¡­ Tuve que traducir esas formas a lo femenino¡±, asegur¨® la autora en una entrevista en 1990. La novela, premiada con el Toronto Book Award en 1981, habla de m¨¢scaras y disfraces, de locura y ruptura, y explora con maestr¨ªa la f¨®rmula literaria de la narradora poco fiable en poco m¨¢s de 180 p¨¢ginas, reeditadas en los ¨²ltimos a?os en EE UU y Alemania antes de llegar a los lectores en espa?ol.

Darse a la vida ¡®hippie¡¯

La huida del mundo hogare?o de una mujer casada es tambi¨¦n el eje central de Amor libre (Sexto piso, 2022), el ¨²ltimo libro de la brit¨¢nica Tessa Hadley. Casada con el profesor y dramaturgo Eric Hadley, madre de tres hijos y madrastra de otros tres, la escritora logr¨® publicar su primera novela a los 46 a?os. Con las ocho que lleva hasta la fecha y sus relatos ha acumulado premios y distinciones, aunque ha sido en los seis ¨²ltimos a?os cuando Hadley, experta acad¨¦mica en Henry James, ha sido se?alada como una de las grandes narradoras actuales en el Reino Unido. Su estilo claro y cl¨¢sico se concentra en Amor libre para novelar el rugido y la explosi¨®n de la revoluci¨®n de los a?os sesenta en Londres. La pasi¨®n por un joven inconformista aspirante a escritor y cr¨ªtico sacude la convencional vida de la coqueta Phyllis, que a sus 40 a?os no duda en plantar a su esposo y dos hijos para adentrarse en el submundo hippie y antisistema.

La segunda vida de la protagonista de Amor libre quiz¨¢ entra?e alguna conexi¨®n con la historia del triunfo de las escritoras tard¨ªas, cuya lista abarca a muchas otras que hoy alcanzan notoriedad como Liudmila Ul¨ªtskaya, flamante ganadora del Premio Formentor 2022 y habitual en las listas de candidatos al Nobel, que no public¨® su primera novela hasta los 49 a?os. Se podr¨ªa hacer otra enumeraci¨®n de fenomenales ¨¦xitos de autoras en su juventud (Fran?oise Sagan, Zadie Smith, Joyce Carol Oates¡­), pero es en el descubrimiento y en la sugerencia de un segundo acto en otras vidas donde reside una parte del placer lector. Larga vida al ¨¦xito tard¨ªo.