El triunfo de la realidad: el documental gana espacio m¨¢s all¨¢ del ¡®true crime¡¯
Laura Poitras y Gianfranco Rosi, los ¨²nicos dos ganadores del festival de Venecia con un filme de no ficci¨®n, el director del certamen y varios productores debaten sobre el auge del formato y los riesgos de reducir su calidad media
Un documental nuevo cada tres d¨ªas. Sobre los morosos de Hacienda, la globalizaci¨®n, la selecci¨®n de baloncesto o la biodiversidad de Euskadi y Navarra. Y, por supuesto, much¨ªsimos m¨¢s asuntos. Hasta sumar 136 pel¨ªculas de no ficci¨®n en Espa?a en 2021, seg¨²n datos oficiales. Es decir, la mitad de los filmes producidos en un a?o. Se trata del reflejo local de un poder¨ªo global que cada vez m¨¢s voces confirman. Otro indicio est¨¢ en las crecientes conversaciones en casas y bares. Pero el ejemplo ...
Un documental nuevo cada tres d¨ªas. Sobre los morosos de Hacienda, la globalizaci¨®n, la selecci¨®n de baloncesto o la biodiversidad de Euskadi y Navarra. Y, por supuesto, much¨ªsimos m¨¢s asuntos. Hasta sumar 136 pel¨ªculas de no ficci¨®n en Espa?a en 2021, seg¨²n datos oficiales. Es decir, la mitad de los filmes producidos en un a?o. Se trata del reflejo local de un poder¨ªo global que cada vez m¨¢s voces confirman. Otro indicio est¨¢ en las crecientes conversaciones en casas y bares. Pero el ejemplo m¨¢s reciente y notable lleg¨® este mismo s¨¢bado. Por segunda vez en la historia, una obra de no ficci¨®n gan¨® el Le¨®n de Oro del festival de Venecia: All the Beauty and the Bloodshed, de Laura Poitras. Solo lo hab¨ªa conseguido Gianfranco Rosi, en 2013, con Sacro GRA.
¡°Ha habido un incremento, favorecido por las plataformas, que han invertido m¨¢s que otros. Aunque tambi¨¦n han crecido la calidad, y el inter¨¦s del p¨²blico. Levantar un documental cuesta menos, as¨ª que se puede prever que la tendencia contin¨²e¡±, defiende el director art¨ªstico de la Mostra de Venecia, Alberto Barbera. ¡°Creamos m¨¢s, vendemos m¨¢s, distribuimos m¨¢s y las emisoras nos piden m¨¢s¡±, afirmaba el productor italiano Francesco Virga en un encuentro en el mismo certamen. Aunque el debate, tanto en esa charla como en la industria del cine, resulta bastante m¨¢s complejo. Existen pocas certezas, alg¨²n temor, pero tambi¨¦n esperanzas. El propio taller se titulaba con un interrogante: Documental, ?el nuevo El Dorado?
Nadie, en realidad, parece tener la respuesta. ¡°Es bueno que se invierta m¨¢s. Pero tenemos que pelear porque se pague m¨¢s a los creadores independientes. Sirve adem¨¢s para sentar un precedente de cara al siguiente contrato. Y no solo son importantes las historias, sino tambi¨¦n qui¨¦n cuenta qu¨¦¡±, asegura Poitras, ganadora del Oscar con CitizenFour. Ella misma ha cofundado una productora, Field of Vision, que apoya a directores de todo el mundo, especialmente en las ¨¢reas y comunidades menos representadas, para que saquen adelante sus proyectos de no ficci¨®n.
En la conferencia en Venecia, precisamente se coment¨® el surgimiento de nuevas productoras. Y que compa?¨ªas antes solo dedicadas a la ficci¨®n han abierto su cartera al documental. Aunque la conversaci¨®n tambi¨¦n a?adi¨® m¨¢s inc¨®gnitas. Quiz¨¢s el aumento de creaciones lleve a una sobreproducci¨®n. Tal vez tanto despliegue est¨¦ reduciendo la calidad media de esas pel¨ªculas. ¡°No hay diferencia entre documental y ficci¨®n, sino entre verdadero y falso. Y se est¨¢ cancelando la autor¨ªa, destruyendo el lenguaje del cine¡±, argumenta Rosi, que este a?o estren¨® en la Mostra In viaggio, peculiar obra montada a partir de las im¨¢genes de archivo de los viajes del papa Francisco.
Entre tantas dudas, en Venecia ni siquiera hubo acuerdo sobre si el presunto boom existe o no. ¡°Desde luego, econ¨®micamente no lo hay. Por lo menos, ni en Francia, ni en Inglaterra, ni en Alemania, que yo sepa. A veces creo que tiene m¨¢s que ver con el marketing. Ahora parece que las plataformas han inventado los documentales. Est¨¢n ah¨ª desde el principio del cine¡±, apunt¨® el productor Fabrice Puchault. Aunque su compa?ero de profesi¨®n italiano Fabrizio Zappi respondi¨®: ¡°S¨ª hemos constatado un aumento de la dignidad del g¨¦nero. Hace a?os se le consideraba algo m¨¢s pobre y destinado solo a un nicho¡±. Hoy sucede todo lo contrario: colosos como Disney +, HBO o Amazon Prime Video han apostado a fondo por llevar a sus millones de usuarios largos y series de no ficci¨®n. Y, a juzgar por sus listas de las obras m¨¢s vistas, est¨¢n recogiendo los frutos.
La semana pasada, el documental Secretos del deporte: La novia que no exist¨ªa, de Tony Vainuku, se colocaba en el puesto ocho de lo m¨¢s visto en el cat¨¢logo global de Netflix: 10,5 millones de horas de visionado. Frente a ello, sin embargo, resulta casi imposible hallar un filme de no ficci¨®n entre los 20 m¨¢s vistos en las salas espa?olas en los ¨²ltimos a?os. Lo cual ofrece m¨¢s inc¨®gnitas para analizar. ¡°La mayor¨ªa de espectadores, en el cine, elige una obra de ficci¨®n. Es mucho m¨¢s dif¨ªcil convencerle para salir y pagar una entrada por un documental. En casa, en cambio, a menudo es la opci¨®n favorita. Tienen la misma capacidad de implicaci¨®n emotiva y narrativa. Basta con ver cu¨¢ntas pel¨ªculas hay que novelan o se inspiran en hechos reales¡±, argumenta Barbera. ¡°En Alemania resulta devastador estrenar un documental en salas. Se recupera la inversi¨®n de uno de cada 10. O cada cinco, en el mejor de los casos. Aunque, en general, sucede tambi¨¦n con las obras de ficci¨®n¡±, aleg¨® el productor Jan Kr¨¹ger.
Los documentales que se ven ¡ªy los que no¡ª tambi¨¦n proporcionan otra clave. ¡°Mirando al mercado nos dimos cuenta de que funcionan especialmente bien dos l¨ªneas: el true crime, basado en cr¨ªmenes reales que hayan tenido cierta repercusi¨®n, y las biograf¨ªas de deportistas¡±, explic¨® Dino Vannini, responsable de documentales para la filial italiana de la emisora Sky. Lo que dio pie a otra discusi¨®n: al menos desde el sof¨¢, la tem¨¢tica parece contar incluso m¨¢s que el autor. Muchos habr¨¢n disfrutado de series documentales como Making a Murderer, El gafe o Colgar las alas. ?Cu¨¢ntos, sin embargo, recuerdan el nombre de sus creadores? Las propias plataformas, al fin y al cabo, ocultan a menudo el protagonismo de los directores en sus cat¨¢logos, para que se asocie a su marca con la obra: de ah¨ª la expresi¨®n ¡°una pel¨ªcula de Netflix¡±.
¡°No s¨¦ cu¨¢nto true crime m¨¢s podr¨¢ haber¡±, plantea Poitras. ¡°Las plataformas no ponen ni el nombre del director. La producci¨®n ha crecido tanto que la mirada del autor ya no interesa. Mis obras ni siquiera entran en el algoritmo, donde hay pel¨ªculas que siempre siguen una tesis¡±, ataca Rosi. ?l asegura que busca exactamente lo contrario. Y que por eso Sacro GRA gan¨® el Le¨®n de Oro. Recuerda que Bernardo Bertolucci, entonces presidente del jurado, le explic¨® las razones del triunfo: ¡°Es un filme franciscano, sin juicios¡±.
Poitras, Rosi o Frederick Wiseman llevan a?os demostrando que el documental puede ser de autor, ganar festivales o incluso un Oscar. Y Flee, de Jonas Poher Rasmussen, logr¨® este a?o algo in¨¦dito: opt¨® a las estatuillas de Hollywood para mejor documental, obra de animaci¨®n y tambi¨¦n pel¨ªcula internacional. Puede, eso s¨ª, que sean gotas en un oc¨¦ano cada vez mayor de producci¨®n desconocida y m¨¢s dirigida a intereses comerciales. En Venecia, el productor Francesco Virga declar¨®: ¡°Algunos documentales se est¨¢n convirtiendo en subg¨¦nero del entretenimiento. No es necesariamente malo, pero nos lleva a ponernos algunas preguntas¡±. Siguen faltando las respuestas. Pero hay cada vez m¨¢s cineastas que encienden su c¨¢mara para buscarlas.