Si Javier Mar¨ªas ten¨ªa un primer p¨¢rrafo, ten¨ªa una novela
Pilar Reyes, editora del autor desde 2009, recuerda su proceso creativo, sus obsesiones y su maestr¨ªa: ¡°Nunca me hablaba de sus libros mientras los escrib¨ªa¡±
Javier Mar¨ªas fue una de las personas m¨¢s originales que he conocido. Su manera de ser y de pensar eran una misma cosa indivisible; eso lo hac¨ªa ¨²nico. Fue un escritor enorme y un comentarista singular y agudo de su tiempo, del nuestro, por eso le echaremos profundamente de menos.
Fui editora de sus libros desde el a?o 2009, cuando preparamos una hermosa edici¨®n en un volumen de Tu rostro ma?ana, esa catedral de la literatura en espa?ol, de la literatura. En ese primer proyecto compartido descubr¨ª muchas de sus obsesiones, que tambi¨¦n eran m¨ªas y creo que por eso nos hicimos amigos: buscaba elegir la mejor imagen de cubierta para sus libros, participaba activamente en ese proceso. Ten¨ªa una carpeta en la que coleccionaba fotograf¨ªas, postales y reproducciones de cuadros que llamaban su atenci¨®n y que, por tanto, podr¨ªan convertirse en tapas de sus libros en el futuro. Tambi¨¦n era detallista en la tipograf¨ªa, la correcci¨®n impecable de cada texto, incluyendo contraportadas, notas biogr¨¢ficas y fajas.
Nunca me hablaba de sus libros mientras los escrib¨ªa, a lo sumo me dec¨ªa cosas como ¡°he empezado algo, que no s¨¦ si va a alg¨²n sitio¡±. Pero yo sab¨ªa lo que significaba eso: si Javier ten¨ªa ya un primer p¨¢rrafo, ten¨ªa una novela. El p¨¢rrafo inicial de todas sus novelas contiene la novela entera, aunque ¨¦l se reconociera como un escritor con br¨²jula y no con mapa, es decir, que iba descubriendo el libro a medida que lo iba escribiendo. Luego me iba actualizando sobre el n¨²mero de p¨¢ginas que iba escribiendo. Atesoro varias copias de la contabilidad del proceso de escritura de libros como Los enamoramientos, As¨ª empieza lo malo, Berta isla o Tom¨¢s Nevinson. Llevaba tambi¨¦n el conteo de todas las piezas, entre art¨ªculos y entrevistas, que hac¨ªa al a?o. Para m¨ª, ese era su particular¨ªsimo modo de contar los d¨ªas.
Por citar un ejemplo, en 2015 esto fue lo primero que me dijo sobre el nuevo libro que hab¨ªa empezado a escribir: ¡°Creo que ser¨¢ una novela corta, unas 200 p¨¢ginas m¨¢s o menos, con un narrador en tercera persona, que no usaba desde El siglo¡±. En mayo de 2016 me dijo que llevaba 173 p¨¢ginas de la nueva novela, con dos partes narradas en tercera persona y una tercera parte narrada en primera. Aparecer¨ªan varios personajes de Tu rostro ma?ana. Que seguro tendr¨ªa muchas m¨¢s p¨¢ginas que esas 200 que preve¨ªa inicialmente. Hablaba de Berta Isla.
La novela fue para Mar¨ªas un gran mecanismo para pensar el mundo, sin denostar la trama. Abog¨® siempre por diferenciar entre la ficci¨®n y la realidad. Le parec¨ªa que no hacerlo era renunciar a una de las grandes invenciones humanas: la imaginaci¨®n.
Una vez le pregunt¨¦ por una palabra de la lengua espa?ola por la que sintiera especial afecto y me dijo la palabra emulaci¨®n. Por eso empez¨® a escribir, para imitar a los escritores que admiraba. En ese sentido, creo que fue un escritor con enorme ambici¨®n, que logr¨® escribir los libros que se propuso. Parece una frase de Perogrullo pero no lo es: no siempre la ambici¨®n de un escritor est¨¢ secundada por su talento. S¨ª en el caso de Mar¨ªas, que dio para la literatura varios libros fundamentales.
Aun as¨ª, ¨¦l pensaba que la idea de posteridad ya no ten¨ªa lugar en el mundo de hoy, que era un t¨¦rmino o una aspiraci¨®n de otro tiempo. Yo creo que la posteridad ser¨¢ suya y de sus libros. Y su rostro ma?ana, el que ¨¦l quiso darnos de s¨ª a trav¨¦s de su obra, de sus comparecencias p¨²blicas, de sus art¨ªculos, el rostro de un hombre absolutamente libre para expresar lo que pensaba, imaginaba y sent¨ªa. Fue muy celoso de esa libertad y nunca quiso reivindicar ni ser reivindicado para ninguna causa, ni para un pa¨ªs, ni para una lengua. Pero la literatura, Madrid, Espa?a, la lengua espa?ola, quienes le le¨ªmos y le quisimos, estamos quebrantados por su p¨¦rdida.
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