La sequ¨ªa hace aflorar una pieza de cer¨¢mica ¨²nica que dejaron atr¨¢s los ¨ªberos tras su huida de C¨®rdoba
Descubierta una obra excepcional con dos guerreros en relieve del periodo prerromano
Antes de salir huyendo de los invasores, los ¨ªberos dejaron en su poblado de Sierra Boyera (Belmez, C¨®rdoba), entre el siglo VI y II antes de Cristo, una sorpresa que acaba de ser desenterrada para asombro de los arque¨®logos: una cer¨¢mica de secci¨®n triangular con dos guerreros en relieve en perfecto estado. Con sus cascos, sus escudos ovalados y sus espadas ¨ªberas (falcatas) bien definidas, mientras practican una lucha ritual incruenta, sin ¨¢nimo de matarse.
El puzle hist¨®rico de esta ladera desvela que el poblado fue abandonado de s¨²bito por una invasi¨®n: la ausencia de cer¨¢mica romana, los niveles de cenizas, los derrumbes documentados y la cronolog¨ªa de las cer¨¢micas indican que todo sucedi¨® muy r¨¢pido, sin apenas tiempo para recoger lo imprescindible. Unos 2.500 a?os despu¨¦s, ahora han brotado adem¨¢s de los guerreros ¨Dde forma triangular y dos caras¨D otra cer¨¢mica de la misma factura con un tercer guerrero tirando una lanza, de una sola cara.
¡°No me lo cre¨ªa, me qued¨¦ en blanco. Mi compa?era me estaba dando datos de la cer¨¢mica cuando vio dos piernecitas y yo empec¨¦ a no saber hablar. Fue un chute de adrenalina¡±, recuerda de ese momento m¨¢gico al desempolvar la cer¨¢mica Araceli Cristo, arque¨®loga de la Universidad de Granada (UGR). A partir de ahora, estos guerreros ser¨¢n un s¨ªmbolo para los 3.000 vecinos de este peque?o pueblo cordob¨¦s muy cerca de Extremadura, que estas semanas han visitado el yacimiento hasta doblar turnos, fascinados por estas ruinas sumergidas durante medio siglo, desde que se levant¨® el pantano de Sierra Boyera, y que ahora la pertinaz sequ¨ªa ha permitido visitar.
Pablo Gonz¨¢lez, arque¨®logo director del yacimiento, a?ade sentimiento al momento de descubrir el prisma triangular de cer¨¢mica: ¡°La emoci¨®n sube porque sabes que aportar¨¢s un elemento identitario a la zona. Es una figura antropom¨®rfica que genera arraigo y empat¨ªa en la gente, y no existe paralelos de relieve cer¨¢mico con esa anatom¨ªa de piernas y gemelos¡±.
Gracias a que el pantano se ha quedado bajo m¨ªnimos, con solo un 12% de sus reservas, el yacimiento ¨ªbero se ha vuelto a quedar al descubierto. Desde 2017, esta es la cuarta campa?a arqueol¨®gica intermitente para desempolvar piezas, concedida con car¨¢cter urgente para evitar la fuerte erosi¨®n que acarrea la crecida de las aguas y a los expoliadores. Los investigadores ya acumulan 8.000 fragmentos entre ¨¢nforas, piezas de plomo, metalurgia, espinas de peces y huesos en este asentamiento amurallado que se dedic¨® a la cer¨¢mica industrial de contenedores. En 2021 el temporal Filomena les sac¨® del yacimiento para mandarles a casa de forma brusca, y esta excavaci¨®n ha finalizado este martes. De momento, la estrella es la cer¨¢mica de los guerreros, que no parece tener pares en la Pen¨ªnsula durante ese periodo prerromano.
¡°Son piezas muy sugestivas y singulares, no conocemos representaciones as¨ª en molde porque representan monomaquias de sociedades prerromanas de componente ritual, sin car¨¢cter violento, a primera sangre. Es realmente interesante¡±, explica Jos¨¦ Carlos Coria, arque¨®logo especializado en cer¨¢mica prerromana de las universidades de Valladolid y Granada. ¡°El objeto se dise?¨® para transmitir esa simbolog¨ªa de la monomaquia, no es solo el dibujo y la t¨¦cnica¡±, ensalza Coria.
Pascual Perdiguero, arque¨®logo especializado en protohistoria y cultura material de la Universidad de Alicante, augura: ¡°No he visto nada parecido en la Pen¨ªnsula y ser¨¢n [los guerreros] un referente en arqueolog¨ªa protohist¨®rica, por el contexto en el que son hallados y conservados con esa calidad art¨ªstica. Lo interesante es que esas piezas no son de furtivos y por primera vez las tenemos ubicadas, lo que nos puede ayudar a entender esas representaciones. Pueden repercutir en la divulgaci¨®n de los trabajos porque son muy vistosas de la cosmogon¨ªa y en c¨®mo comprenden el mundo esas civilizaciones¡±.
Hoy sopla el viento, hace un calor tolerable y los arque¨®logos se mueven cansados porque ya son las 13.15 y llevan aqu¨ª desde las 7.30 para soportar las temperaturas. Entre las botellas de agua y la peque?a tienda para cobijarse a la sombra se desparraman brochas, destornilladores, cepillos, carros, pinceles, picos, paletones y picolas.
Sobre el terreno, en torno a un horno cer¨¢mico en buen estado y los restos de un molino de sangre, se disponen las estancias que durante agosto y principios de septiembre han excavado unos 20 arque¨®logos voluntarios. Siglos m¨¢s tarde, el horno cer¨¢mico prerromano se transform¨® en un taller de metalurgia para plomo-plata, hierro y bronce, con yunque, fragua y tuberas, explican los investigadores.
El yacimiento excavado es un v¨ªnculo estrat¨¦gico que une la Serena extreme?a con el valle del Guadalquivir, un nexo entre las dos aguas del r¨ªo Guadiato y los del r¨ªo Z¨²jar (afluente del Guadiana). Antes de que lo inundara el pantano en 1970, las tres hect¨¢reas del yacimiento estaban ocupadas por huertas de los abuelos de los que hoy son los mayores de Belmez, cuyo Ayuntamiento sufraga los trabajos junto a la UGR. ¡°Estas jornadas de visitas dobles que estamos teniendo con tanta gente es la democratizaci¨®n de la arqueolog¨ªa. En una encuesta que hicimos, el 40% de la gente del pueblo consideraba que este era su origen¡±, subraya con orgullo Gonz¨¢lez, profesor del Departamento de Prehistoria y Arqueolog¨ªa de la Universidad de Granada.
El asesor ge¨®logo Gabriel Aroca, que estudia la direcci¨®n de los estratos y las facias geol¨®gicas, a?ade: ¡°Lo del arraigo lo he comprobado en las visitas, a pesar de la erosi¨®n tan agresiva del pantano sobre el yacimiento¡±. Como sorpresa a?adida, hace d¨ªas han encontrado una peque?a pieza de cer¨¢mica ¨¢tica-griega, que perteneci¨® a un kylix con dos mujeres pintadas y muy buen dise?o.
-?D¨®nde est¨¢ el resto de la cer¨¢mica, no ha aparecido nada m¨¢s?
-Preg¨²ntale al pantano, responde c¨¢ustico Gonz¨¢lez.
Babelia
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