¡®Aida¡¯ en el Teatro Real desde 17 hasta 632 euros
El precio m¨¢ximo de la entrada para la inauguraci¨®n de la temporada convierte al coliseo madrile?o en uno de los m¨¢s caros del mundo, lo que triplica el precio de otros centros europeos como la ?pera de Par¨ªs
Si el pr¨®ximo 24 de octubre quiere usted ir a la apertura de temporada del Teatro Real para ver Aida, de Verdi, en el patio de butacas deber¨¢ pagar desde 69 euros, en una localidad con visibilidad reducida, hasta 632 euros, las m¨¢s caras. Para el resto de las funciones oscilan entre los 17 euros y los 359. En cambio, si desea ver Tosca en la ?pera de la Bastilla en Par¨ªs le costar¨¢ entre 15 y 210, incluso en lo que es la primera funci¨®n del curso. La pol¨ªtica de...
Si el pr¨®ximo 24 de octubre quiere usted ir a la apertura de temporada del Teatro Real para ver Aida, de Verdi, en el patio de butacas deber¨¢ pagar desde 69 euros, en una localidad con visibilidad reducida, hasta 632 euros, las m¨¢s caras. Para el resto de las funciones oscilan entre los 17 euros y los 359. En cambio, si desea ver Tosca en la ?pera de la Bastilla en Par¨ªs le costar¨¢ entre 15 y 210, incluso en lo que es la primera funci¨®n del curso. La pol¨ªtica de precios del teatro madrile?o ha multiplicado algunas tarifas hasta el doble desde antes de la pandemia, en una escalada que no se corresponde con la de otros centros oper¨ªsticos europeos ni espa?oles. Dicho aumento no es una excepci¨®n, sino una tendencia que coloca al teatro entre los m¨¢s caros de Europa. ?Por qu¨¦?
Ignacio Garc¨ªa-Belenguer, director general del teatro, lo justifica as¨ª: ¡°La ca¨ªda de las subvenciones¡±. En los 62 millones que suma el presupuesto anual de la instituci¨®n, esta partida supone un 29% del total, mientras que otros teatros europeos llegan al 80% y otros espa?oles, como el Liceu, a cerca de la mitad. En el Real, las aportaciones se reparten entre el Ministerio de Cultura (un 19,43% este a?o), la Comunidad de Madrid (7,02%) y el Ayuntamiento de la capital (2,55%). Todas cayeron desde 2010 y no han recuperado las cifras de entonces, hasta empujar a la instituci¨®n a buscar su propia supervivencia por medio de patrocinios ¡ª15 millones, un 24,5% del presupuesto¡ª y la venta de entradas, que alcanza la mitad de los ingresos totales.
Con una participaci¨®n p¨²blica a la baja, la cuesti¨®n es otra: ?debe considerarse hoy en d¨ªa el Real un teatro p¨²blico? Garc¨ªa-Belenguer se muestra tajante: ¡°S¨ª, aunque nos hemos convertido en un modelo de teatro que rompe con determinados esquemas¡±. En su convencimiento argumenta que, pese al coste elevado de algunas funciones y abonos, las subvenciones o los precios sirven para permitir que se pongan a la venta entradas m¨¢s baratas y un acceso a todo el mundo. ¡°Precios e incluso funciones exclusivamente para j¨®venes entre 14 y 20 euros¡±, asegura, como el preestreno de Aida para j¨®venes que se ofrecer¨¢ el d¨ªa 21.
Tanto las entradas de abono como de estreno son m¨¢s caras, seg¨²n Garc¨ªa-Belenguer, ¡°porque hay gente que est¨¢ dispuesta a pagar un componente social¡±. Sigue siendo bastante elevado en comparaci¨®n con teatros como La Scala de Mil¨¢n, la Royal Opera del Covent Garden, en Londres; la Staatsoper de Berl¨ªn y de Viena o el Liceu barcelon¨¦s. El teatro italiano no sube de los 250 ni baja de los 21, aunque en la inauguraci¨®n de la temporada, que siempre se celebra el 7 de diciembre, puede alcanzar los 3.000 euros. En Londres andan entre 12 y 280, mientras que para ver en el Liceu Don Pasquale, de Donizetti, ahora en cartel, los precios var¨ªan entre 15 y 263. En Berl¨ªn, para el Eugeni Onegin actualmente en cartel oscilan entre 14 y 97 euros, aunque para otras ¨®peras pueden ascender a 260, mientras que en Viena van de 2,5 a 287. Mucho m¨¢s competitiva en Espa?a es la oferta del Palau de les Arts de Valencia, con tarifas m¨¢ximas de 145 y m¨ªnimas de 10 todo el a?o desde que el pasado 1 de octubre comenzara su temporada con Anna Bolena, de Donizetti.
La ¨®pera es cara. Pero desde hace dos d¨¦cadas todos los teatros del mundo han tratado de afrontar el reto de atraer nuevos p¨²blicos con multitud de variantes en la oferta. Una subida en algunos precios de m¨¢s del doble desde 2019 no la ha contemplado ninguna instituci¨®n m¨¢s all¨¢ del Real. M¨¢s bien al contrario, las pol¨ªticas de precios han tendido a la contenci¨®n sin subidas dr¨¢sticas, sea cual sea el contexto.
Por eso, todav¨ªa se explica menos la estrategia del coliseo madrile?o, con una crisis econ¨®mica como la presente encima. Aun as¨ª, la tendencia mantendr¨¢ el aumento. Entre los t¨ªtulos que ya ha puesto a la venta, como La Sonnambula, de Bellini, cuyo estreno est¨¢ previsto el 15 de diciembre, el precio marcado para la primera funci¨®n es de 470 la entrada m¨¢s cara y 21 la m¨ªnima. Es decir, aunque con Aida se bate un r¨¦cord, en los pr¨®ximos meses no decaer¨¢ excesivamente.
La iniciativa es arriesgada. No solo por cuestiones de imagen, sino tambi¨¦n de cara al mercado. Respecto a lo primero, ahonda en un rasgo elitista. En lo referente al segundo aspecto, no parece que el p¨²blico est¨¦ dispuesto a desembolsar mucho m¨¢s dinero por una entrada. De hecho, el coliseo ha reforzado su campa?a de promoci¨®n en medios para animar la venta, que a finales de la pasada semana estaba al 70% para las 20 funciones programadas del montaje, que adem¨¢s no es nuevo. Fue producido por el Real en 1998, lo firm¨® en el director de escena argentino Hugo de Ana y ya se repuso en 2018.
En el Liceu ya han tenido experiencias poco recomendables en este sentido. Quisieron pasar la barrera de los 300 euros y fracasaron. Fue la temporada pasada, con La flauta m¨¢gica mozartiana que junt¨® un cartel de lujo con el t¨¢ndem Gustavo Dudamel en la direcci¨®n musical y Javier Camarena como tenor principal. Pero ni aun as¨ª¡ ¡°Comenzamos con un precio de partida m¨¢ximo de 350 euros y no ocup¨¢bamos. Lo tuvimos que bajar a 270 y se llen¨®¡±, asegura Valent¨ª Oviedo, director general del teatro catal¨¢n.
A ra¨ªz de la pandemia, el comportamiento del p¨²blico ha variado, seg¨²n Oviedo. ¡°A menudo compran 48 horas antes y en cuanto a la oferta, se polarizan. Lo que les gusta, no lo dudan y se llena, pero lo que les produce dudas o rechazo, ni lo contemplan¡±. Con eso, el riesgo a la hora de programar aumenta entre los gestores, asegura: ¡°Hay que andar con mucho cuidado. Te puedes estrellar¡±. Y si subes el precio, mucho m¨¢s.
Los incentivos deben aumentarse. El Liceu y el Palau de Valencia aplican un 20% en los abonos, pero el Real no ha entrado en esa pol¨ªtica. Con la variante esta temporada, adem¨¢s, de poder cambiar de t¨ªtulo de manera flexible y sin penalizaciones en el caso del Liceu. Jorge Culla, intendente del Palau de les Arts, a?ade tambi¨¦n la vertiente de integraci¨®n social: ¡°Tenemos descuentos para j¨®venes en varios segmentos, pensionistas y desempleados. Se trata de adecuar un espect¨¢culo con sus costes elevados a un precio asequible para quien no se lo pueda permitir¡±, asegura Culla.
Para eso sirven las subvenciones, que sostienen y reducen el precio de las entradas hasta en un 50%, caso del Liceu, y un 29% en el Real. Si el precio de una butaca lo dividimos en tantos por ciento, la mitad la paga el aficionado y el resto lo subvenciona el Ministerio de Cultura, el Gobierno auton¨®mico, la Diputaci¨®n y el Ayuntamiento, con sus correspondientes aportaciones. Todos los Gobiernos de las distintas Administraciones suman sus cantidades para que los precios se contengan, no para que se disparen.
El precio del arte
La nueva temporada empieza en el Teatro Real con retraso debido a que durante agosto y septiembre se ha cambiado el suelo del escenario. Con la reforma ya lista, Aida será la primera ópera que estrene el nuevo suelo y lo hará con la mítica producción que el director de escena Hugo de Ana ya presentó en este teatro en 1998. ¿Ha cambiado algo desde entonces? Contesta el propio De Ana: “La producción ha madurado, como ha madurado el Teatro Real. No es lo mismo lo que hicimos hace casi 25 años que lo que estamos haciendo hoy. Se ha renovado la tecnología. Las luces, el vídeo… han ayudado a reactualizarla”.
El director de escena ya adaptó esta producción en 2018 y el objetivo del Teatro Real es que se convierta en una producción de repertorio que pueda ofrecer cada pocas temporadas. En esta ocasión, encabezan el reparto la soprano Krassimira Stoyanova, el tenor Piotr Beczala y el barítono Carlos Álvarez. “Que esta producción se haga en el siglo XXI es mi sueño infantil”, ha confesado Beczala tras ver en el escenario ya desplegada la gran pirámide. “Cuando veía de niño este tipo de obras, soñaba con ser cantante”.
El dinero ha salido a relucir en la rueda de prensa, pero no por el gran aumento del precio de las entradas, sino por el presupuesto de la obra del suelo. De Ana ha querido intervenir: “No tenemos que preguntar cuanto nos cuesta. No preguntemos nunca cuanto cuesta el arte, porque si lo hacemos lo estamos comercializando y eso no es bueno”.