Rafael R. Villalobos: el ¡®enfant terrible¡¯ de la ¨®pera contempor¨¢nea convierte a Orfeo en ¡°un lobo de Wall Street¡±
El director sevillano abre la temporada del Teatro Real con el ¡®Orph¨¦e¡¯ de Philip Glass despu¨¦s de que dos cantantes renunciaran a protagonizar su transgresora ¡®Tosca¡¯ en el Liceo el pr¨®ximo enero
El signo de Orfeo ¡°persigue¡± a Rafael R. Villalobos (Sevilla, 35 a?os). Este joven director de escena, que tiene revolucionado el panorama l¨ªrico internacional con sus relecturas de los grandes t¨ªtulos de repertorio, lo que le ha puesto en el centro de pol¨¦micas como la que se desat¨® el pasado mayo por la renuncia de los cantantes Roberto Alagna y Aleksandra Kurzak a participar en el estreno de su transgresor montaje de Tosca en el Liceo de Barcelona, inaugura la temporada de ¨®pera del Teatro Real este mi¨¦rcoles con el estreno en Espa?a del Orph¨¦e de Philip Glass, que el estadounidense compuso en 1991 inspirado en la pel¨ªcula hom¨®nima de Jean Cocteau (1950).
A la mirada contempor¨¢nea de Glass llega Villalobos despu¨¦s de haberse medido con el Orfeo y Eur¨ªdice de Gluck en 2019 y con el horizonte puesto en 2025, meta donde le esperan las adaptaciones barrocas del mito realizadas por Claudio Monteverdi y Georg Philipp Telemann. ¡°Es una suerte tener repetidamente la oportunidad de analizar a este personaje universal que yo entiendo como la gran alegor¨ªa del poeta, del creador. Me obliga a pensar y a cuestionarme permanentemente qui¨¦n soy yo como artista¡±, explica.
Qui¨¦n es Villalobos lo explica muy gr¨¢ficamente su siempre ascendente y mete¨®rico curr¨ªculum, donde figuran distinciones tan precoces como el Premio Europeo de Direcci¨®n de Escena de ?pera en Viena, que gan¨® en 2013 y lo convirti¨®, con 25 a?os, en el galardonado m¨¢s joven en la historia de este reconocimiento. Desde entonces, ha ido encadenando premios y conquistando templos de la l¨ªrica como el Massimo de Palermo, la ?pera de Montpellier o la Monnaie de Bruselas, con una l¨ªnea de trabajo balanceada en ese dif¨ªcil equilibrio entre el respeto y estudio del g¨¦nero y el atrevimiento propio de un ¨¦nfant terrible que busca su identidad en m¨²ltiples e incluso antag¨®nicos referentes culturales.
El director atiende a EL PA?S durante un descanso de los ensayos de Orph¨¦e, una coproducci¨®n del Real y los Teatros del Canal donde todos los int¨¦rpretes debutan en su papel, lo que hace que funcionen ¡°como una compa?¨ªa de teatro¡±. ¡°Trabajamos con conexi¨®n y cohesi¨®n, en equipo. Aqu¨ª no hay divos, hay una compa?¨ªa de artistas sin jerarqu¨ªas buscando llegar a la esencia de una obra, muy compleja, a la que hemos podido ir sacando aspectos que en un principio nos parec¨ªan invisibles¡±, agrega. El sevillano es el encargado tambi¨¦n del figurinismo, uno de los aspectos que m¨¢s le emocionan, confiesa: ¡°Me imagino siempre primero a los habitantes de mis universos y, luego, el espacio en el que habitan¡±. Ese espacio es la pel¨ªcula de Cocteau en la que se inspir¨® Glass, un t¨ªtulo referencial para el cine de las primeras vanguardias que conoc¨ªa bien Villalobos antes de adentrarse en este proyecto: ¡°Me parec¨ªa la parte m¨¢s complicada: acercarme a una pel¨ªcula tan ic¨®nica. Soy demasiado fan de Cocteau para intentar hacer algo parecido. Incluso tengo en casa un dibujo que perteneci¨® a Mar¨ªa Casares (actriz principal de la pel¨ªcula). Por eso para este proyecto finalmente he decidido desvincularme¡±, a?ade.
Villalobos alterna estos d¨ªas de una manera fren¨¦tica su actividad como director de escena del Orph¨¦e de Glass con los ensayos en su ciudad natal de O../o../.o/o./o. (sole¨¢), t¨ªtulo imposible del nuevo espect¨¢culo de la bailaora Mar¨ªa Moreno en la Bienal de Flamenco, que lo lleva a escudri?ar casi todos los rincones de las artes esc¨¦nicas y musicales, de la ¨®pera a la cultura popular, con una sorprendente naturalidad. ¡°Hay d¨ªas que ensayo por las ma?anas en Sevilla y por las tardes en Madrid¡±, suspira el regista andaluz, que ha trasladado a la producci¨®n oper¨ªstica este ritmo vertiginoso vital que lo mantiene en vilo estas semanas. Por eso ¡°este Orph¨¦e va a ser mucho m¨¢s fren¨¦tico que la pel¨ªcula de Cocteau. Al estudiar bien la partitura, vi que no me llevaba a ese universo de los a?os veinte en los que se inspira¡±, explica Villalobos, que ha buceado por el contrario en ¡°esos a?os locos y modern¨ªsimos¡± en los que Philip Glass est¨¢ escribiendo este libreto. ¡°Los a?os noventa en Estados Unidos fueron un tremendo boom art¨ªstico. Es la d¨¦cada de los grandes best-sellers literarios, de la burbuja del mercado del arte, se abren las grandes galer¨ªas, todo se compra¡ Es cuando el arte abraza al capitalismo y al liberalismo y se pierde todo el sentido¡±, reflexiona el director, que reconoce que el filme de Cocteau es ¡°m¨¢s pausado¡±, dominado por ¡°la prosodia de la palabra¡±. Sin embargo, en su versi¨®n habr¨¢ un Orfeo que es ¡°como un lobo de Wall Street de las artes, m¨¢s eg¨®latra y desenfrenado¡±: ¡°Coges perspectiva y te das cuenta de c¨®mo se ha resignificado esta pel¨ªcula con el tiempo, no es lo mismo analizar el concepto de artista en 1920 que en los a?os noventa del siglo XX¡±.
Con Jordi Franc¨¦s en la direcci¨®n musical, la producci¨®n cuenta con un reparto doble en el que destacan las voces de Mar¨ªa Rey-Joly e Isabella Gaud¨ª en el papel de la princesa; Sylvia Schwartz y Natalia Labourdette, en el de Eur¨ªdice; Edward Nelson y Alejandro S¨¢nchez como Orfeo; y Pablo Garc¨ªa-L¨®pez y Emmanuel Falardo como C¨¦geste. Villalobos reconoce que la m¨²sica de Glass es ¡°muy dif¨ªcil de escenificar¡±. ¡°Creo que entend¨ªa mal su m¨²sica, es muy minimalista, con esas repeticiones que me parec¨ªan muy vac¨ªas. Hasta que me di cuenta de que Glass con esa m¨²sica me estaba dando toda la libertad del mundo¡±, a?ade.
Una ¡®Tosca¡¯ con pol¨¦mica
Tras el estreno de Orph¨¦e, Villalobos tiene por delante esta temporada la llegada a los teatros espa?oles de su personal¨ªsima versi¨®n de Tosca, ¨®pera de Puccini, que estren¨® en La Monnaie de Bruselas el pasado mes de junio y que han programado el Liceo de Barcelona para enero y el Teatro de la Maestranza de Sevilla en junio. Tras su estreno en B¨¦lgica y su paso por Montpellier, esta Tosca se representar¨¢ en Espa?a precedida por la pol¨¦mica protagonizada por el tenor Roberto Alagna, contratado para las representaciones del coliseo barcelon¨¦s, que emiti¨® un comunicado este verano en el que hac¨ªa p¨²blica su renuncia al papel de Mario Caravadossi por el ¡°transgresor montaje de Villalobos¡±, una retirada a la que se adhiri¨® su pareja, la soprano Aleksandra Kurzak.
¡°Parto del respeto a los artistas, pero no lo he entendido, yo siempre estoy abierto al di¨¢logo con los cantantes, no he tenido jam¨¢s un problema con ellos, trabajo desde la premisa de que se tienen que sentir c¨®modos. Ha sido una decisi¨®n unilateral sobre la que he preferido mantenerme al margen¡±, explica. El director defiende: ¡°Esta Tosca es una producci¨®n de las m¨¢s cl¨¢sicas que he hecho, formalmente muy conservadora¡±. En ella, Villalobos indaga sobre el catolicismo como herramienta de dominaci¨®n pol¨ªtica y la entrelaza con los ¨²ltimos d¨ªas de Passolini y su pel¨ªcula Sal¨® o los 120 d¨ªas de Sodoma (como historia paralela, especula con las causas del asesinato del director italiano): ¡°En cualquier iglesia de Roma¡±, con iconograf¨ªas tan poderosas, ¡°pueden verse m¨¢s desnudos y m¨¢s violencia que en esta ¨®pera¡±.
Tosca ser¨¢ representada finalmente en Liceo con los cantantes Michael Fabiano y Mar¨ªa Agestra en sus papeles principales. ¡°No he tocado ni una coma, pero hemos introducido peque?os puntos discordantes que tienen que ver con la subtrama de Pasolini¡±, advierte.
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