El coro se convierte en protagonista de la ¨®pera
El conjunto vocal titular del Teatro Real triunf¨® con 15 bises, uno por cada funci¨®n de ¡®Nabucco¡¯, y en el arranque de la nueva temporada volver¨¢ a tener un papel principal con ¡®Aida¡¯
Lo parece, pero no es una pausa a las puertas de cualquier oficina. Aunque por aqu¨ª un grupo de cuatro personas se cuente, quiz¨¢s, sus planes de vacaciones. Por ac¨¢ otro de cinco hable, tal vez, de trabajo. Y m¨¢s all¨¢ un par de compa?eros den unos cuantos pasos err¨¢ticos para estirar las piernas. As¨ª hasta contar varias decenas de personas desperdigadas en escasos metros cuadrados charlando, entre murmullos, de esto y de lo otro. Son los miembros del coro Intermezzo y se apretujan entre bastidores en el Teatro Real de Madrid. Al otro lado de la cortina, el Nabucco de Verdi canta sus desgracias y a ellos pronto les tocar¨¢ volver a salir a escena. Se acerca su momento de gloria, el famoso Va, pensiero, y lo cantar¨¢n dos veces porque el p¨²blico no dejar¨¢ de aplaudir hasta que lo repitan. Terminar¨¢n con pleno: 15 funciones, 15 bises. Algo hist¨®rico: el Real no hab¨ªa vivido un bis al coro en los 25 a?os que lleva abierto desde su reinauguraci¨®n.
El Intermezzo, coro titular del Teatro Real, se prepara para el nuevo curso convertido en protagonista de la ¨®pera tras vivir uno de sus periodos m¨¢s dulces e intensos. En marzo cantaron el estreno en Espa?a de El ?ngel de Fuego, de Prok¨®fiev. En junio brillaron en las cr¨ªticas de Juana de Arco en la hoguera, protagonizada por la actriz Marion Cotillard. Pero el reconocimiento al esfuerzo lleg¨® en julio con Nabucco. Esta ¨®pera de Verdi llevaba sin representarse en el Teatro Real 151 a?os y tiene de especial que su fragmento m¨¢s famoso no lo canta el solista, sino quien suele desempe?ar un papel secundario, el coro. Lo cuenta Joan Matabosch, director art¨ªstico del Real: ¡°Es curioso porque el Va, pensiero tiene una estructura vocal y musical de aria. Es una reivindicaci¨®n muy expl¨ªcita porque Verdi entrega al coro una pieza que se suele dar a tenores, sopranos¡ Nunca a ellos. A trav¨¦s de ¨¦l escuchamos la voz colectiva de un pueblo, de una comunidad. El coro canta, salvo en un momento particular, una ¨²nica l¨ªnea mel¨®dica, exactamente como si fuera un solista interpretando una aria¡±. Al frente del conjunto vocal est¨¢ el director argentino Andr¨¦s M¨¢spero, en la que ha sido su pen¨²ltima temporada en el puesto, ya que este jueves el coliseo ha anunciado que su compatriota Jos¨¦ Luis Basso lo relevar¨¢ en oto?o de 2023.
Porque 151 a?os son muchos, el p¨²blico lleg¨® el pasado julio con ganas de escuchar el Va, pensiero. En el tercer acto, el pueblo hebreo, encadenado y oprimido, empez¨® a cantar: ¡°Ve, pensamiento, sobre las alas doradas¡±. Tambi¨¦n: ¡°?Oh, patria m¨ªa, tan bella y perdida!¡±. Cuando acabaron, el torrente de aplausos se prolong¨® cinco minutos que parec¨ªan no tener fin, hasta que el director de orquesta Nicola Luisotti decidi¨® alzar el pu?o y levantar el pulgar. El p¨²blico se hab¨ªa salido con la suya. ¡°Nunca se espera por el bis. Uno espera que el aplauso se acabe, pero esto no pasa. Contin¨²a y cada vez es m¨¢s grande. T¨² no sabes qu¨¦ hacer. En el estreno especialmente, que el coro estaba llorando. Y ?qu¨¦ hacemos? Hacemos un bis, por qu¨¦ no¡±, recuerda el director de orquesta.
Desde el foso, como cuenta, Luisotti vio llorar al coro. A unos les embargaba la emoci¨®n de la m¨²sica. A otros, ver al p¨²blico aplaudi¨¦ndoles a rabiar. Y a Anna Mishchenko, que este canto de un pueblo esclavo le hablaba de su propio pa¨ªs en guerra. La soprano huy¨® en marzo de Ucrania con sus dos hijos, pero sin su marido. All¨ª, ella ten¨ªa una carrera como solista y ahora en Espa?a es un miembro m¨¢s del coro titular del Teatro Real. Con ellos ha vivido la experiencia de Juana de Arco en la hoguera y de Nabucco, pero cantar esta ¨²ltima le desgarra tanto que le resulta imposible contener las l¨¢grimas sobre el escenario. ¡°Dejo que las emociones fluyan a trav¨¦s de mi cuerpo. He entendido que es como una terapia para m¨ª porque no puedo llorar cuando hablo con mi marido por tel¨¦fono o con mis hijos. Necesito mostrarles que somos fuertes y todo est¨¢ bien¡±, dice.
Si Javier Gonz¨¢lez y Mari¨¢n P¨¦rez, integrantes del coro, ven a Mishchenko de refil¨®n, tambi¨¦n se les encoge la garganta. Aunque a P¨¦rez no le hace falta ver a su compa?era para acabar con los ojos vidriosos. Cantar y llorar no es buena combinaci¨®n, apunta divertida. ¡°Quiero agradecer al p¨²blico los cinco minutos de aplauso porque nos da tiempo a recomponernos. Bisar es un premio muy exclusivo que se le da siempre a los solistas. Un reconocimiento: ¡®Lo has hecho tan bien que necesitamos volver a escucharte¡¯. No suele pasar con el coro¡±, dice P¨¦rez antes de subir al camerino. Deben colocarle la peluca. El resto de los cambios de vestuario los har¨¢ a pie de escenario.
Y aqu¨ª empieza el baile. Nabucco es especialmente exigente en cambios para el coro porque son tan r¨¢pidos que no les da tiempo a subir a camerinos. Se las apa?an en dos habit¨¢culos improvisados. Sus paredes son cortinas negras y en el suelo de uno de ellos, el de las chicas, dos filas de vestidos verdes se desparraman en el centro como si las mujeres que los llevaban se hubieran evaporado de pronto. Aqu¨ª 90 personas se visten primero de nobles austriacos, despu¨¦s de italianos harapientos. El regidor, Hugo Fern¨¢ndez, es uno de los encargados de coordinar este caos. ¡°Sacamos el l¨¢tigo. En el camerino de hombres se cambian unos 30 y solo con que yo aparezca ya se callan. Piensa que igual hay un violonchelo tocando solo y aqu¨ª detr¨¢s unas 170 personas movi¨¦ndose que tienen que estar calladas¡±, cuenta. ?l tambi¨¦n vivi¨® con emoci¨®n el bis del coro: ¡°Siempre hacen una labor que pasa m¨¢s desapercibida porque los protagonistas son los que se suelen llevar la gloria. Pero ellos son una parte fundamental¡±.
Dotes actorales
Andr¨¦s M¨¢spero enumera de memoria los bises que ha vivido en los 12 a?os que lleva dirigiendo el coro titular del Real. Todos de solistas. Javier Camarena con la Hija del regimiento, Lisette Oropesa en La traviata, el doblete en Tosca de Sondra Radvanovsky y Jonas Kaufmann... ¡°Con el coro nunca se hab¨ªa hecho en el tiempo que llevo aqu¨ª y fue una sorpresa muy grande¡±, termina la lista M¨¢spero. Los miembros del coro cuentan que es un director exigente. Que trabaja el m¨ªnimo detalle y no deja pasar un solo fallo. ¡°Requiere de un trabajo minucioso¡±, dice ¨¦l. La preparaci¨®n musical es important¨ªsima, contin¨²a, pero son un coro de ¨®pera y no deben descuidar la interpretaci¨®n: ¡°No se puede estar con una partitura como si fuera un concierto, la gente tiene que actuar. Y para actuar tienen que memorizar. Este es un proceso realmente serio¡±.
Y no se le da mal a este coro. Las decenas de personas desperdigadas en peque?os grupitos que al principio conversaban despreocupadas ahora representan sobre el escenario al pueblo hebreo. No cantan porque lo hace Nabucco, pero se encogen cuando el rey de Babilonia les enfrenta. En tercera fila, uno de ellos rodea con sus brazos a una mujer. ¡°Tranquila, cari?o, que saldremos de esta¡±, parece decirle con gestos. Tienen a unas 20 personas delante y la mirada del p¨²blico no se fijar¨¢ en esta pareja, pero aun as¨ª se esfuerzan en aportar dramatismo. Ella, compungida; ¨¦l, protector. El maestro Luisotti cuenta que Gabriele Lavia, actor y director de escena italiano, acudi¨® a una de las funciones y qued¨® sorprendido con las dotes actorales del coro. ¡°Nunca lo he visto en mi vida¡¯, me dijo. Estaba encantado con ellos, con lo extraordinarios que estaban sobre el escenario, siempre participando y con convicci¨®n¡±.
Tras las vacaciones, el conjunto retoma el trabajo casi donde lo dej¨®: con Verdi. En el arranque de la nueva temporada volver¨¢ a tener un papel principal en Aida, que se estrenar¨¢ el 21 de octubre, aunque hay diferencias con respecto al papel del coro entre las dos ¨®peras del compositor italiano. Las explica M¨¢spero: ¡°Nabucco es la tercera ¨®pera que escribi¨® Verdi y es una bisagra entre el bel canto y el romanticismo. Aida es m¨¢s avanzada. En Nabucco canta todo el mundo en un¨ªsono, pero en Aida tenemos arm¨®nicamente mucha m¨¢s complejidad¡±. Y completa Luisotti: ¡°En Aida el coro sirve para hacer colores, no es una entidad. Es tambi¨¦n muy importante. Hay prisioneros, sacerdotes, egipcios¡ es un coro heterog¨¦neo porque sirve a la acci¨®n esc¨¦nica. Es protagonista, pero no puedes escuchar el coro de Aida porque hay muchos. Tiene mucho que cantar, hace cosas extraordinarias, pero no es un personaje como s¨ª lo es en Nabucco¡±.
La temporada anterior fue dura. ¡°Quiz¨¢s demasiado¡±, matiza Luisotti, que no termina la entrevista sin afirmar que el coro titular del Teatro Real es uno de los mejores del mundo. ¡°La gente que viene se sorprende con su nivel. No es f¨¢cil encontrar buenos coros en los teatros de ¨®pera¡±. Uno de los ¨²ltimos sorprendidos fue el director de escena Andreas Homoki, que es tambi¨¦n director de la ?pera de Z¨²rich. Lo recuerda Matabosch: ¡°Les dijo en un ensayo: ¡®Sois el mejor coro del mundo, y os lo quiero decir delante de Joan para que ¨¦l mismo lo escuche¡±.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.