El historiador Josep M. Fradera gana el Premio Anagrama de Ensayo con una obra sobre los movimientos reformistas del imperialismo del siglo XVIII al XX
¡®Antes del antiimperialismo¡¯ recalca el sentido moral de esas cr¨ªticas pioneras que no pretend¨ªan destruir el sistema
El Premio Anagrama de Ensayo ha decidido en su edici¨®n del aniversario del medio siglo de existencia premiarse a s¨ª mismo con un galardonado excepcional, el historiador Josep Maria Fradera, considerado uno de los exponentes actuales m¨¢s rigurosos, innovadores, estimulantes y respetados de la disciplina. Fradera (Matar¨®, 70 a?os), catedr¨¢tico em¨¦rito de Historia Contempor¨¢nea en la Universidad Pompeu Fabra y que ha sido profesor invitado en las universidades de Princeton, Chicago, Harvard y en la...
El Premio Anagrama de Ensayo ha decidido en su edici¨®n del aniversario del medio siglo de existencia premiarse a s¨ª mismo con un galardonado excepcional, el historiador Josep Maria Fradera, considerado uno de los exponentes actuales m¨¢s rigurosos, innovadores, estimulantes y respetados de la disciplina. Fradera (Matar¨®, 70 a?os), catedr¨¢tico em¨¦rito de Historia Contempor¨¢nea en la Universidad Pompeu Fabra y que ha sido profesor invitado en las universidades de Princeton, Chicago, Harvard y en la L¡¯?cole des Hautes ?tudes en Sciences Sociales (EHESS) de Par¨ªs, ha sido galardonado por Antes del antiimperialismo (el libro ya est¨¢ en la calle), una obra de gran rigor cient¨ªfico sobre los movimientos reformistas del imperialismo desde finales del siglo XVIII a principios del XX (aproximadamente desde 1780 a 1918) y subtitulado ¡°genealog¨ªa y l¨ªmites de una tradici¨®n humanitaria¡±.
El jurado, compuesto por Jordi Gracia, Pau Luque, Daniel Rico, Remedios Zafra y la editora Silvia Ses¨¦, ha destacado en su fallo que el libro de Fradera, del que se subraya su ¡°sofisticaci¨®n intelectual¡±, lleva a cabo una genealog¨ªa del antiimperialismo que desacredita algunas ideas preconcebidas y explora sus ra¨ªces en las corrientes humanitarias surgidas en el seno de los sistemas coloniales europeos construidos en el siglo XIX. ¡°Un libro complejo y brillante¡±, se se?ala, ¡°que explica por qu¨¦ la primera gran ola de repulsa y condena de los imperios no acab¨® con su vocaci¨®n expansiva y sus mecanismos de opresi¨®n y explotaci¨®n, sino m¨¢s bien lo contrario¡±.
En el acto este martes de concesi¨®n del premio, dotado con 10.000 euros, Fradera, que se ha definido como ¡°un historiador cl¨¢sico al que no le gustan ciertos espect¨¢culos en nombre de la historia¡±, aunque tambi¨¦n ¡°vanguardista y sentimental¡± e ¡°historiador marxista laico¡±, ha explicado que ha tratado en su libro de estudiar algunas formas de resistencia y cr¨ªtica a los imperios europeos que no se propon¨ªan todav¨ªa acabar con los imperios en cuanto tales, sino modificar las relaciones sociales en su interior, aportando elementos para su reforma.
Fradera, que, aunque sin sombrero, no hubiera desentonado ¨¦l mismo en el pantal¨¢n del Pequod en Nantucket, ha destacado la esforzada aportaci¨®n de los cu¨¢queros en ese movimiento de reforma y moralizaci¨®n y ha expresado incluso su simpat¨ªa por los de Pensilvania del XVIII. Es verdad que las 490 p¨¢ginas (63 de ellas de notas y bibliograf¨ªa) de Antes del antiimperialismo har¨¢n temblar (quake, de ah¨ª cu¨¢quero) a m¨¢s de uno, aunque Gracia y Rico se han encargado de subrayar lo apasionante de embarcarse con Fradera en un viaje intelectual de gran alcance, ¡°adictivo¡± y ¡°rabiosamente actual¡±.
En un acto en el que ha estado presente Jorge Herralde, que ha apostillado con humor algunos comentarios del jurado y del premiado, Gracia (¨¦l mismo premiado en 2004) se ha encargado de repasar la trayectoria del galard¨®n, al que en esta 50? edici¨®n se han presentado 124 originales de 13 pa¨ªses. Ha recordado c¨®mo se invent¨® Herralde el premio en 1972 y de qu¨¦ manera el galard¨®n cambi¨® la propia vida intelectual de la sociedad espa?ola. Ha destacado la capacidad del premio de captar el momento intelectual de cada ¨¦poca y de incitar a la conversaci¨®n p¨²blica y al debate de los temas cruciales. Gracia ha matizado que si la biograf¨ªa de un editor es su cat¨¢logo, la del premio no es exclusivamente la del editor, sino tambi¨¦n la del jurado que ¨¦l ha convocado para otorgarlo. En ese sentido ha aplaudido ¡°el gesto de generosidad e inteligencia¡± que supuso la creaci¨®n del galard¨®n por Herralde, al que desde luego, ha recalcado, no le faltaban antenas para haber escogido ¨¦l mismo a los premiados.
El propio Fradera se ha referido al cat¨¢logo de Anagrama al declararse lector desde los 20 a?os de la editorial y evocar su relaci¨®n intelectual de joven con Josep Ramon Llobera, autor de cl¨¢sicos de ensayo de la editorial como Caminos discordantes o El dios de la modernidad y colaborador de Herralde en la inclusi¨®n de la antropolog¨ªa social en el cat¨¢logo de Anagrama. Fradera ha recordado c¨®mo Llobera le remarcaba la necesidad de que prestara atenci¨®n a Claude L¨¦vi-Strauss y a la antropolog¨ªa cl¨¢sica. Y ha dicho que siempre le ha gustado la vanguardia cultural, lament¨¢ndose con humor de la ¡°nefasta combinaci¨®n¡± de ser vanguardista, sentimental e historiador cl¨¢sico. Ha dicho que Antes del antiimperialismo es un libro de historia, pero con preocupaciones actuales, aunque ha matizado que ¨¦l cree esas preocupaciones no han de aparecer demasiado en un libro de historia. No obstante, en su parlamento ha expresado varias consideraciones sobre el mundo actual. Ha calificado a la Uni¨®n Europea como un imperio ¡°bastante lastimoso¡±, y ha definido la guerra de Ucrania como ¡°resultado de una quiebra imperial mal digerida¡±.
De su libro, cierre de un largo ciclo de estudio sobre los imperios contempor¨¢neos (desde Gobernar colonias, 1999), ha apuntado que los movimientos de cr¨ªtica imperial comenzaron por la consideraci¨®n de la esclavitud como una lacra. Ha recordado la involuci¨®n cuando Napole¨®n trat¨® de recuperar la esclavitud abolida por la revoluci¨®n francesa ¨Dpor la necesidad de mano de obra en las plantaciones antillanas¨D; el papel de los cu¨¢queros de Pensilvania en el movimiento antiesclavista que fructifica en el mundo brit¨¢nico, o el cl¨ªmax de la Guerra Civil estadounidense y sus 600.000 muertos. Tambi¨¦n, la contradicci¨®n de que a las voces contra la inhumanidad de la trata y el esclavismo no parec¨ªa afectarles la tambi¨¦n terrible situaci¨®n del campesinado. En todo caso, ha subrayado que durante d¨¦cadas muchos humanitaristas cre¨ªan que los imperios pod¨ªan ser un factor de moralizaci¨®n siempre y cuando se reformaran a s¨ª mismos. ¡°El futuro no pasaba por destruir los imperios, sino por moralizarlos¡±.
La soluci¨®n del capitalismo a la esclavitud fue los trabajadores con contrato, aunque fuera en condiciones tan deleznables como las de los cul¨ªs chinos y los emigrantes irlandeses en EE UU o los indios que el Imperio Brit¨¢nico envi¨® a distintos puntos. Las cr¨ªticas siguieron por las condiciones infringidas a los trabajadores en las colonias africanas, como el proyecto colonial de Leopoldo II en el Congo. Pero, ha subrayado Fradera, nada de esto conduc¨ªa a la idea de acabar con el imperialismo sino a proyectos de moralizaci¨®n y modernizaci¨®n que fracasaron. ¡°El antiimperialismo de verdad es otra cosa, la continuidad de la cruzada moral sumada a la emergencia del nacionalismo en mundos no europeos¡±, ha considerado el historiador en la verdadera lecci¨®n magistral que ha brindado en el acto de concesi¨®n del premio. ¡°Hac¨ªa falta un salto cualitativo, pero eso no est¨¢ antes de 1930 y sobre todo a partir de 1947¡å.