La agon¨ªa de la mayor librer¨ªa de Brasil, una ¡°obra de arte¡± con 55 millones de deuda
Creada por una refugiada jud¨ªa con libros de alquiler, ¡®Livraria Cultura¡¯ lleg¨® a tener 17 tiendas. Entr¨® en quiebra la semana pasada tras a?os de deudas y problemas internos
El ambiente era una extra?a mezcla de velatorio y atracci¨®n tur¨ªstica. Decenas de curiosos se acercaban este domingo a ver la agon¨ªa de la Livraria Cultura, en S?o Paulo, la mayor librer¨ªa de Brasil, descrita por el Nobel Jos¨¦ Saramago como ¡°una catedral de los libros, moderna, eficaz, bella¡±. Tras entrar en quiebra el jueves, el buque insignia de lo que lleg¨® a ser una de las mayores redes latinoamericanas de librer¨ªas sigue abierto...
El ambiente era una extra?a mezcla de velatorio y atracci¨®n tur¨ªstica. Decenas de curiosos se acercaban este domingo a ver la agon¨ªa de la Livraria Cultura, en S?o Paulo, la mayor librer¨ªa de Brasil, descrita por el Nobel Jos¨¦ Saramago como ¡°una catedral de los libros, moderna, eficaz, bella¡±. Tras entrar en quiebra el jueves, el buque insignia de lo que lleg¨® a ser una de las mayores redes latinoamericanas de librer¨ªas sigue abierto al p¨²blico aunque con los estantes semivac¨ªos. Triste ep¨ªlogo para una compa?¨ªa cuya semilla plant¨® Eva Herz, una jud¨ªa alemana que lleg¨® con su marido a Brasil en 1939 huyendo de los nazis. Las penurias eran tantas que aquella ama de casa hija de banquero ide¨® un negoci¨®. Compr¨® en el extranjero diez libros en alem¨¢n y los puso en alquiler por unas monedas entre sus compatriotas refugiados. Nac¨ªa una empresa familiar que lleg¨® a tener 17 tiendas y cinco millones de clientes. ¡°No vamos a dejar que la Livraria Cultura muera¡±, ha declarado Sergio Herz, nieto de la fundadora.
Livraria Cultura fue un negocio y es una aut¨¦ntica instituci¨®n en S?o Paulo aunque lastrada hace a?os por las deudas y denuncias internas. Ya solo queda una filial, la de Porto Alegre. Iron¨ªa macabra, el librito O Livreiro, en el que Pedro Herz, hijo de Eva y padre del actual responsable, relata la fascinante historia del negocio familiar, se ha agotado estos d¨ªas, seg¨²n explic¨® un taciturno dependiente este domingo mientras atend¨ªa a los que ven¨ªan a despedirse de un templo o a buscar saldos. La librera Herz abri¨® el servicio de alquiler en 1947 en su casa de S?o Paulo con diez t¨ªtulos, incluidos El diario de Anna Frank y Doctor Zhivago, seg¨²n un antiguo reportaje de la revista cultural Bula.
Ya en los buenos tiempos, esta librer¨ªa de tres alturas tan elegante como grandiosa y con una maqueta volante de un dinosaurio se convirti¨® en atracci¨®n tur¨ªstica y escenario propicio para los selfies. Todav¨ªa ocupa el local m¨¢s amplio de Conjunto Nacional, el primer centro comercial inaugurado en la ciudad, en la avenida Paulista, donde anta?o se alzaron majestuosas las mansiones de los barones del caf¨¦. Hace unos a?os compr¨® las tiendas de FNAC en Brasil.
La noticia de la quiebra le pill¨® al periodista Jo?o Borges, especializado econom¨ªa, en la Livraria Cultura, firmando ejemplares del libro que acaba de publicar. ¡°Quiso el destino que el lanzamiento de mi libro fuera el ¨²ltimo evento con la librer¨ªa viva. Eran como las nueve y media de la noche cuando un colega me dio la noticia¡±, cuenta el autor de Eles n?o s?o loucos (Ellos no est¨¢n locos, editada por Companhia das Letras, una cr¨®nica sobre los entresijos del traspaso de poderes entre Fernando Henrique Cardoso y Lula, que acababa de ganar sus primeras elecciones). ¡°Fue una nota dolorosa en una noche que para m¨ª fue alegre. Vinieron amigos, colegas, tres exministros de Hacienda, cinco exsecretarios del Tesoro¡¡±.
Incluso el juez que decret¨® la quiebra quiso que su sentencia reflejara que la Livreria Cultura es mucho m¨¢s que una empresa. Record¨® en su fallo que el Nobel de Literatura portugu¨¦s dej¨® escrito que esta librer¨ªa ¡°es una obra de arte¡±, recalc¨® su importancia para la sociedad, lectores y consumidores antes de dejar constancia de su sentimiento personal: ¡°Aunque este juez tiene una noci¨®n exacta de esa importancia, es con cierta tristeza que reconoce que, en el ¨¢mbito jur¨ªdico, el grupo no ha logrado superar con ¨¦xito su crisis¡±, escribi¨® Ralpho Monteiro. El juez argumenta que la compa?¨ªa incumpl¨ªa el plan de recuperaci¨®n judicial solicitado a?os atr¨¢s, cuando declar¨® unas deudas de 55 millones de d¨®lares.
Horas despu¨¦s de la quiebra, varias editoriales se llevaron en furgonetas miles de ejemplares de la tienda paulista, que alberga un teatro que lleva el nombre de la matriarca y un caf¨¦. Los libros restantes fueron reorganizados a toda prisa para intentar ofrecer apariencia de normalidad en un local que hace tiempo alojaba editoriales que hac¨ªan sus propias ventas.
Dif¨ªcilmente imagin¨® la se?ora Herz, fallecida en 2001, que aquel modesto intento de conseguir dinero para la precaria econom¨ªa familiar alcanzar¨ªa a convertirse en una de las mayores redes de librer¨ªas de Brasil ¡ªun negocio de envergadura pareja a la de su nuevo pa¨ªs¡ª antes de languidecer en la crisis que amenaza a la industria editorial de todo el mundo.
Para diversificar el p¨²blico, la librera empez¨® a alquilar obras de autores brasile?os como Machado de Assis, Jorge Amado o Raquel de Queiroz. El peque?o negocio prosper¨® de tal manera que la Biblioteca Circulante de Herz lleg¨® a sumar tantos libros que la familia tuvo que mudarse. Tras dedicarse durante 24 a?os al alquiler, se pasaron a la venta. Pedro Herz, uno de los dos hijos de la pareja, nacidos ambos en Brasil, march¨® a Europa a formarse como librero.
En 2018, cuando Livraria Cultura acababa de comprar FNAC Brasil y se com¨ªa el mundo, el hijo de la fundadora contaba en la citada entrevista que lo que hab¨ªa era ¡°una crisis de lectores, no una crisis de libros. En Brasil no se venden libros porque cada d¨ªa que pasa este es un pa¨ªs con menos lectores. Los libros son hasta baratos aqu¨ª. Decir que est¨¢n caros es la justificaci¨®n de muchos para no comprar¡±.
Este fin de semana alg¨²n veterano de las letras brasile?as acusaba del fracaso a ¡°la megaloman¨ªa, la soberbia y la ineficacia¡± de los nietos de la se?ora Herz.