El viaje atragantado de los libros en Am¨¦rica Latina
La distribuci¨®n de las obras en la regi¨®n sufre muchas trabas pese al idioma com¨²n
Seis ediciones en seis sellos distintos, todas ellas en un mismo idioma. Este es el resumen del atribulado viaje por la lengua espa?ola de la colecci¨®n de cuentos del escritor y librero puertorrique?o Luis Negr¨®n. Tras su aparici¨®n en Puerto Rico, Rep¨²blica Dominicana, Costa Rica, Argentina y Cuba, Mundo cruel llegar¨¢ pr¨®ximamente a Espa?a y a M¨¦xico de la mano de la editorial Malpaso. El salto de sello en sello para cruzar fronteras f¨ªsicas ¡ªque no idiom¨¢ticas¡ª es una constante en Am¨¦rica Latina, un traj¨ªn en el que est¨¢n implicados sellos del continente peque?os, medianos, y tambi¨¦n grandes grupos editoriales ¡ªcomo Penguin Random House y Planeta¡ª organizados en divisiones por distintas zonas geogr¨¢ficas con cat¨¢logos propios.?
Puerto Rico es caso aparte. Su distribuci¨®n cae en el mercado de Estados Unidos, y los libros en espa?ol llegan v¨ªa ese pa¨ªs, lo que encarece los costes. Pero hay otras rutas largas y sorprendentes como, por ejemplo, las que recorren los libros que cruzan el Oc¨¦ano Atl¨¢ntico dos veces, porque para llegar de M¨¦xico a Argentina viajan primero a Espa?a. ¡°No hay una red fiable de distribuci¨®n en Am¨¦rica Latina¡±, explicaba en el marco del VI Congreso de la Lengua en San Juan de Puerto Rico el editor y fundador de la editorial Sexto Piso, Eduardo Rabasa. Su sello mexicano termin¨® abriendo una sede en Espa?a, donde ahora imprimen la mayor¨ªa de sus t¨ªtulos.?
Seg¨²n el veterano editor espa?ol Manolo Borr¨¢s, las cosas se han complicado desde mediados de los setenta, cuando apareci¨® su sello Pre-textos. Trabaja, a pesar de todo, con distribuidores itinerantes y atiende peticiones locales con puntos de venta directos, siempre y cu¨¢ndo no interfieran con otros acuerdos. ¡°Antes los libros circulaban mejor, las leyes proteccionistas que ha habido en pa¨ªses como Venezuela o Argentina en los ¨²ltimos a?os han dificultado todo¡±. El camino inverso tambi¨¦n parece ser ahora m¨¢s largo y complejo, dice Borr¨¢s: ¡°?Qui¨¦n de mi generaci¨®n no debe sus lecturas a editoriales latinoamericanas como SXXI, Losada o el Fondo de Cultura Econ¨®mica? Parad¨®jicamente, hoy cuesta m¨¢s encontrar un libro de M¨¦xico¡±.
En su Historia personal del boom, el escritor Jos¨¦ Donoso se refer¨ªa al ¡°contrabando de libros¡±, para explicar c¨®mo las novelas que marcaron la eclosi¨®n de la literatura latinoamericana viajaban de un pa¨ªs a otro: iban en las maletas de los los propios escritores. M¨¢s all¨¢ de las valijas que algunos distribuidores argentinos a¨²n pasean por el continente ¡ªseg¨²n cuenta Luis Negr¨®n en su faceta de librero en Puerto Rico¡ª, el "m¨¦todo maleta" sigue, en buena medida, teniendo sentido. Al fin y al cabo, como apunt¨® Ricardo Piglia, en Am¨¦rica Latina los escritores viajan m¨¢s que sus libros. ¡°Para colocar t¨ªtulos hay que hacer un trabajo intenso de comunicaci¨®n y m¨¢rketing. Los foros, encuentros y festivales son fundamentales¡±, se?alaba en el Congreso Internacional de la Lengua de Puerto Rico Nubia Mac¨ªas, que dirigi¨® la FIL de Guadalajara hasta 2013 y que ahora es directora general de Planeta para M¨¦xico, Centroam¨¦rica y Estados Unidos.
El c¨¢lculo de los editores de los grupos es que la demanda debe anteceder a la oferta para que un libro publicado por un sello hermano sea recogido en el cat¨¢logo de otra de las divisiones. Muchos t¨ªtulos aparecen en un pa¨ªs y quedan congelados en el resto; el autor no es suficientemente conocido en los pa¨ªses vecinos y el libro no despierta el inter¨¦s de otras divisiones que prefieren apostar por t¨ªtulos locales. Todo esto lleva a Manuel Borr¨¢s a defender el trabajo de los editores peque?os, de sellos como Perif¨¦rica o P¨¢ginas de Espuma en Espa?a, o de Eterna Cadencia en Argentina.
Mercado electr¨®nico
El precio del transporte, las librer¨ªas y los distribuidores, tambi¨¦n los agentes, todos comparten responsabilidades en esta enrevesada y parad¨®jica ruta libresca, seg¨²n Mac¨ªas. ¡°Somos muchos, muy diversos y hay miles de kil¨®metros de por medio, las econom¨ªas tambi¨¦n son desiguales, las infraestructuras no son buenas. ?A qu¨¦ coste exportas los libros? Producimos mucho y no podemos apostar por todo¡±. En su caso los textos acad¨¦micos y la literatura juvenil, cuya promoci¨®n se mueve por redes sociales, son los que mejor viajan.
Las librer¨ªas actuaban como centros culturales independientes y ejerc¨ªan un papel fundamental en el tejido cultural del continente, cuando Pilar Reyes, directora editorial de Alfaguara, entr¨® en el sector en los noventa. ¡°El mercado era entonces m¨¢s restringido¡±, recordaba la semana pasada en San Juan. Las dificultades que plantea la distribuci¨®n ad hoc podr¨ªan parecer resueltas con la aparici¨®n del libro electr¨®nico que permite tener todo al mismo tiempo. Pero la penetraci¨®n del comercio electr¨®nico a¨²n es peque?a. Adem¨¢s, ¡°disponibilidad no significa visibilidad¡±, se?alaba Reyes, partidaria de que los autores refuercen su mercado en su pa¨ªs antes de salir fuera y atacar a los vecinos.
Defectuosa es la palabra m¨¢s recurrente que empleaban editores, libreros y escritores en San Juan para describir la circulaci¨®n de los libros en Am¨¦rica Latina. Esto puede convertir al mega librero Amazon en el gran ganador. Pero por si acaso, y mientras tanto, lectores, hagan hueco en sus maletas.
Nuevas rutas de las lenguas
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