Pedro Mart¨ªnez Mont¨¢vez, maestro en arabismo
Pensador sobre la Historia, destac¨® por su obra ¡®Significado y s¨ªmbolo de Al-Andalus¡¯, como entidad singular de espacio ¨¢rabe e isl¨¢mico
Templanza en el dolor ba?a mi alma. En la ma?ana del 14 de febrero de 2023, se apaga la mirada clara, enmudece la voz poderosa ¡ªen garganta de hierro albergada¡ª, palidecen las manos ¡ªesculpidas por artista virtuoso¡ª del insigne arabista Pedro Mart¨ªnez Mont¨¢vez. Nace el 30 de junio de 1933 en J¨®dar, provincia andaluza de Ja¨¦n, que lo nombra hijo predilecto y le dedica una calle. ?Cu¨¢ntos honores recibidos en el campo del arabismo espa?ol por revitalizar la espl¨¦ndida tradici¨®n del mejor humanismo! ?Cu¨¢nta sabidur¨ªa transmiti¨® el preclaro arabista entre s¨ªstoles y di¨¢stoles hispano-¨¢rabes!
Estableci¨® una dial¨¦ctica entre la ¨¦tica de la convicci¨®n y la ¨¦tica de la responsabilidad. Descubri¨® otros horizontes: alejados de nuestros caminos, ya tan trillados. Fue destejiendo estereotipos ¡ªcreencias y no son idea ni reflexi¨®n¡ª sobre el mundo ¨¢rabe y musulm¨¢n. Despej¨® la bruma de nuestras propias sombras culturales.
Ense?¨® a remontar nuestras propias orillas para ir al encuentro del Otro. La mejor manera de ir creciendo hacia la empat¨ªa. Brind¨® palabras de respiraci¨®n y olor ¨¢rabe: f¨¦rtil acequia en la era de las lenguas. Argumentaciones vertidas en un compromiso social, por el que sufri¨®, mostrando su perplejidad con talante, franqueza ¡ªa veces con humor¡ª, ante tanta sinraz¨®n e incomprensi¨®n, que requieren la destreza del acr¨®bata, la maestr¨ªa del artesano para arropar la decepci¨®n.
Pensador de cu?o pionero y po¨¦tico, de impronta independiente, sustentada sobre la diacron¨ªa y la sincron¨ªa, mutuamente complementarias. Pensador sobre la Historia, su an¨¢lisis y explicaci¨®n, en su obra: Significado y s¨ªmbolo de Al-Andalus, como entidad hist¨®rica singular de espacio ¨¢rabe e isl¨¢mico, como fen¨®meno de relaci¨®n.
Fue Pedro como quer¨ªa que lo nombr¨¢ramos: fanal ¡ªzahor¨ª¡ª en la noche oscura del mundo ¨¢rabe, en nuestras propias pretensiones sin carencias (recogiendo as¨ª su texto: Pretensiones Occidentales, carencias ¨¢rabes).
Por eso mantiene seguidores que, como rehalas de palomas, c¨¢filas de golondrinas ¡ªbandadas y orquesta en sincron¨ªa¡ª, acuden a sus textos para encontrar en ellos abrigo y reflexi¨®n. ?Cu¨¢nto agradecimiento al acoger nuestros trabajos y tesis doctorales! (En las Fronteras del Pr¨®logo. Ver lo ¨¢rabe a trav¨¦s de otros ojos).
Empero, lector, de nada sirven mis palabras si no vamos al encuentro de tan ingente obra. Porque:
Si el horizonte
otea el tiempo que resta,
comparte horas
con quien hace crecer por dentro.
Babelia
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