Houellebecq fracasa en el intento de prohibir una pel¨ªcula en la que protagoniza secuencias sexuales
Un tribunal neerland¨¦s autoriza al colectivo art¨ªstico Kirac a difundir el pol¨¦mico filme experimental. El novelista franc¨¦s ha anunciado que recurrir¨¢
La historia parece sacada de una novela de Michel Houellebecq. No falta nada: sordidez en abundancia, angustia existencial, pornograf¨ªa y arte contempor¨¢neo. Aunque quiz¨¢s sea algo m¨¢s prosaico: la historia de un hombre que envejece y que, en medio de una mala racha vital, se mete en una situaci¨®n que no le conven¨ªa.
La pel¨ªcula experimental en la que Houellebecq (Saint Pierre, isla de la Reuni¨®n, 67 a?os) aparece manteniendo relaciones sexuales con una o varias mujeres ha superado un obst¨¢culo judicial decisivo, pese a los intentos del escritor franc¨¦s de frenar el proyecto. El colectivo holand¨¦s Kirac ha ganado en los tribunales a Houellebecq, cuya abogada ha anunciado que recurrir¨¢ la decisi¨®n, seg¨²n Le Figaro.
El autor de novelas como Plataforma o Aniquilaci¨®n, publicadas por Anagrama en espa?ol, hab¨ªa pedido a un tribunal de primera instancia de ?msterdam que prohibieran la distribuci¨®n de la pel¨ªcula. Alegaba que esta vulnera su intimidad. Esta es la segunda demanda que Houellebecq presenta, y pierde, contra el colectivo Kirac. Los jueces franceses ya dictaminaron hace unas semanas que lo avanzado en el tr¨¢iler no violaba su intimidad. El estreno estaba previsto para el 11 de marzo y se pospuso debido a las dos demandas.
Lo que comenz¨® como un flechazo art¨ªstico entre un renombrado polemista y un cineasta con parecido gusto por la provocaci¨®n ha terminado con un desencuentro entre ambos y entre acusaciones de enga?o y deslealtad. Es un drama, o una comedia en tres actos.
Primer acto. Par¨ªs, principios de noviembre de 2022. La esposa de Houellebecq, Qianyum Lysis Li, cen¨® con el artista visual Stefan Ruitenbeek, uno de los responsables de Kirac, y una amiga suya, Jini van Rooijen, conocida como Jini Jane. El escritor cuenta, en un art¨ªculo en el semanario Le Point, que ¨¦l se qued¨® en casa aquel d¨ªa, porque se sent¨ªa deprimido. En la cena surgi¨® la idea de rodar una secuencia sexual a tres con Houellebecq, Lysis Li y Van Rooijen. Se emitir¨ªa en el canal que tiene esta ¨²ltima en la plataforma de contenido adulto OnlyFans. ¡°Mi esposa acept¨®, dici¨¦ndose que me cambiar¨ªa agradablemente las ideas¡±, escribe Houellebecq, quien acept¨® con la condici¨®n de que se preservase su anonimato. El matrimonio se puso m¨¢scaras y Ruitenbeek rod¨® la secuencia.
Segundo acto. ?msterdam, finales de diciembre de 2022. Tras el encuentro en Par¨ªs, el escritor y su esposa siguieron en contacto con Ruitenbeek y acordaron filmar una pel¨ªcula. Houellebecq estaba dispuesto a participar como actor, pero, de nuevo, con la condici¨®n de que no se le reconociera, ¡°por razones de tranquilidad personal¡±. En el art¨ªculo de Le Point, relata que viaj¨® con su esposa a ?msterdam para hacer un casting con varias mujeres. Nada m¨¢s llegar a la estaci¨®n las cosas empezaron a torcerse. Le incomod¨® que Ruitenbeek les filmase desde el principio y sin pedir permiso. Por la noche, este apareci¨® con el c¨¢mara en la habitaci¨®n del hotel y le present¨® un contrato, que el escritor firm¨®. Al d¨ªa siguiente, el cineasta regres¨® junto a una mujer identificada como Isa, con la que Houellebecq intercambi¨® algunos besos. Ese momento pod¨ªa verse en el tr¨¢iler de la pel¨ªcula, suprimido hace unas semanas por el contencioso judicial. En aquel momento hubo una primera disputa entre el escritor y el cineasta. Dos d¨ªas despu¨¦s, se pelearon definitivamente.
Tercer acto. Par¨ªs-?msterdam, marzo 2023. Cuando Ruitenbeek colg¨® el tr¨¢iler en internet, Houellebecq se sorprendi¨® al figurar en una pel¨ªcula cuya difusi¨®n, dice, no hab¨ªa autorizado. Llev¨® al caso a la justicia francesa y neerlandesa para detener el proyecto. El 3 de marzo el tribunal de Par¨ªs rechaz¨® su demanda. El pasado martes, el de ?msterdam hizo lo mismo. Los jueces constataron la existencia de un contrato y concluyeron que Houellebecq tuvo tiempo suficiente ¡°para revisar el contenido del acuerdo y rechazar su cooperaci¨®n¡±. Consideraron tambi¨¦n ¡°incomprensible¡± que participase en las grabaciones ¡°si el pacto le parec¨ªa problem¨¢tico¡± y dieron luz verde a los cineastas.
Pol¨¦mica tras pol¨¦mica
¡°Hoy pago por la deflagraci¨®n de violencia ocasionada por su tr¨¢iler, que atenta de forma irremediable contra mi vida privada¡±, dice Houellebecq en una carta abierta a Ruitenbeek. ¡°Me opongo formalmente a que los planos que usted ha obtenido mediante el enga?o (porque, lo repito, fueron obtenidos antes de la firma del contrato y porque, hasta entonces, solo se trataba de una cuenta en OnlyFans) sean utilizados en sus filmes, este u otros¡±. En el mismo n¨²mero de Le Point, sin embargo, Houellebecq asegura que lo mostrado en el tr¨¢iler se rod¨® en ?msterdam despu¨¦s de firmar el contrato. No as¨ª lo de OnlyFans, en Par¨ªs.
En la defensa de su caso en Pa¨ªses Bajos, Houellebecq aleg¨® que ¡°estaba deprimido y borracho¡± cuando firm¨® el contrato y ¡°no sab¨ªa lo que estaba aceptando¡±. Por el contrario, Ruitenbeek asegur¨® que el escritor dio su permiso para filmar ¡°con pleno conocimiento de causa¡±. Ruitenbeek no ha contestado al cuestionario remitido por EL PA?S, a petici¨®n suya.
El choque entre Houellebecq y Ruitenbeek va m¨¢s all¨¢ de la inclusi¨®n de pasajes er¨®ticos en una ciudad o en la otra. La joven con la que estuvo en ?msterdam se sinti¨® utilizada al saber que pretend¨ªa prohibir el filme, ya que esperaba publicar en OnlyFans el v¨ªdeo de la parte correspondiente al momento parisiense.
Houellebecq no ha dejado de encadenar pol¨¦micas. A finales de 2022, la Gran Mezquita de Par¨ªs le denunci¨® por incitaci¨®n al odio contra los musulmanes. El escritor dijo en la revista Front Populaire que ¡°la poblaci¨®n francesa de pura cepa¡± quiere que ¡°los musulmanes (...) dejen de robar y agredir (...), o bien, otra buena soluci¨®n, que se vayan¡±. Unos d¨ªas despu¨¦s, acept¨® matizar sus palabras y el rector de la Gran Mezquita, Chems-Eddine Hafiz, retir¨® la denuncia. Todo termin¨® m¨¢s o menos bien en aquella ocasi¨®n. No es seguro que esta vez el escritor y su adversario neerland¨¦s acaben firmando la paz.
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