Daniel Luque, sublime
El diestro sevillano cort¨® las dos orejas de peso a un toro de El Parralejo de clase exquisita al que se le concedi¨® la vuelta al ruedo
El 28 de abril del pasado a?o, Daniel Luque abri¨® la Puerta del Pr¨ªncipe de La Maestranza tras una doble actuaci¨®n desbordante de valor, entrega y dominio; hoy no ha podido paladear las mieles so?adas de ese arco sevillano a causa de la manifiesta invalidez de su primer toro, al que, no obstante, ha robado muletazos primorosos con la mano derecha y ha matado de una estocada de libro.
Pero la grandeza lleg¨® en el quinto, Pr¨ªncipe de nombre, n¨²mero 56 y 566 kilos de peso, c¨®modo de pitones como toda la corrida, con las fuerzas muy justas, que empuj¨® en el primer y corto puyazo, y se dej¨®, no sin cabecear en el segundo, momentos antes de darse una costalada de a¨²pa en el albero. Cumpli¨® sin m¨¢s en el tercio de banderillas y se descubri¨® en la muleta como un artista templado, con prontitud, movilidad, fijeza y alegr¨ªa en su embestida. Solo le falt¨® algo m¨¢s de fortaleza para que pudiera ser catalogado como un moderno toro de aut¨¦ntica revoluci¨®n en el tercio final.
Y a ese oponente supo torearlo a las mil maravillas el torero m¨¢s en forma del escalaf¨®n actual, el que mejor ve a sus toros, y el que sabe aplicar la lidia m¨¢s adecuada, en el terreno justo y la posici¨®n adecuada.
Tras unos enjundiosos capotazos de recibo a pies juntos, Luque brind¨® la faena a la concurrencia; comenz¨® por bajo con galanura y cerr¨® esa primera fase con una trincherilla que son¨® a chispazo deslumbrante.
A media altura, despu¨¦s, brotaron los derechazos templad¨ªsimos, desmayados, el toro metido en la franela, y cerr¨® la segunda tanda con un pase de pecho circular, un aut¨¦ntico monumento.
Con la muleta en la zurda, los naturales fueron pinceladas sublimes, pre?adas de emoci¨®n. A¨²n hubo otra tanda con la mano derecha, y otra m¨¢s tras dejar el estoque de verdad en el albero, con la que dibuj¨® carteles de toros hasta la llegada de un cambio de manos perfecto que enardeci¨® a los tendidos.
La espada cay¨® algo trasera, el toro tard¨® en morir, pero el tiempo en demas¨ªa no fue impedimento para que Luque, torero sublime, paseara las dos orejas de otro artista al que le dieron la vuelta al ruedo.
Eso suced¨ªa en el quinto de la tarde. Hasta entonces, debacle total, ruina de principio a fin, protagonizada por toros mansos e inv¨¢lidos que anunciaban desastre desde su aparici¨®n en el ruedo. Ninguno fue devuelto por un presidente err¨¢tico que incluso se permiti¨® cambiar el tercio de banderillas con solo dos pares en los toros primero y cuarto.
Ese fue el lote de Perera, desapercibido e intrascendente. Desapercibido, porque el suyo fue material de desecho (hasta dos veces hubo que tirar del rabo al quinto para levantarlo del suelo), e intrascendente porque hace tiempo que su toreo est¨¢ amortizado. En su haber, solo un primoroso quite por ce?idas chicuelinas al que abri¨® plaza.
Y se present¨® en Sevilla el madrile?o Francisco de Manuel, que ha dejado un buen sabor de boca. Correcto con el complicado sexto, y elegante, fino y hondo con el tercero ante el que mostr¨® un trasteo vistoso y traz¨® muletazos por ambas manos que evidenciaron que es torero de buen aroma. No hubo m¨¢s, ni siquiera m¨²sica, porque el toro era un proyecto de cad¨¢ver.
En el aire y en el recuerdo qued¨® para siempre la obra magistral de un torero en plenitud, como Daniel Luque, que deleit¨® con un toreo arrebatado y eterno a un toro de carril.
El Parralejo/Perera, Luque, De Manuel
Toros de El Parralejo, muy justos de presentación, mansos, nobles e inválidos. Bravucón en el caballo el quinto, nobilísimo y de clase exquisita en la muleta, que fue premiado con la vuelta al ruedo.
Miguel Ángel Perera: media baja y atravesada y dos descabellos (silencio); media atravesada (silencio).
Daniel Luque: gran estocada (ovación); estocada trasera (dos orejas).
Francisco de Manuel: pinchazo y estocada (ovación); casi entera contraria (ovación).
Plaza de La Maestranza. 20 de abril. Cuarta corrida de abono. Media entrada.
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