¡®Incre¨ªble pero cierto¡¯: ins¨®lito y estupendo disparate sobre la decadencia del cuerpo

Las cr¨ªticas de las pel¨ªculas absurdas tienen un problema: si citas y hasta explicas el disparate, acabas con la sorpresa. He aqu¨ª un verdadero problema con el destripamiento y las sorpresas, y no el contar si a tal o cual personaje le pasa esto o aquello. Aun as¨ª, intentemos una cr¨ªtica de Incre¨ªble pero cierto sin desvelar demasiado, loando sus virtudes, que las tiene y muchas, y relativizando sus defectos, que tambi¨¦n los tiene, porque su autenticidad, su libertad y su originalidad lo merecen.

La nueva pel¨ªcula del ins¨®lito director franc¨¦s Quentin Dupieux es, como casi todas las suyas, una comedia loca sobre un tema muy cuerdo. Aqu¨ª, la decadencia del cuerpo y, por ende, del esp¨ªritu. Una comedia sobrenatural de corto metraje, apenas una hora y 10 minutos, aunque de largo alcance, sobre la llegada de un maduro matrimonio (en torno a los 50 a?os) a una nueva casa con sorpresa dentro. Un hogar que desde una perspectiva superficial podr¨ªa emparentarse con la jocosa situaci¨®n de Esta casa es una ruina, pero al rev¨¦s, y que en un plano m¨¢s profundo nos podr¨ªa llevar al m¨ªtico piso 7 y medio de C¨®mo ser John Malkovich. Es decir, al absurdo de Charlie Kaufman.

Pese a todo, hay otra obra que entroncar¨ªa a la perfecci¨®n con el relato y con el fondo de Incre¨ªble pero cierto, y a la que no nos atreveremos a citar como referente de Dupieux porque no es f¨¢cil que el director franc¨¦s la haya le¨ªdo o visto representada: la maravillosa Cuatro corazones con freno y marcha atr¨¢s, de Enrique Jardiel Poncela. Hay en Dupieux, de un modo menos expansivo y m¨¢s mustio, o incluso soso, si se quiere, sin que esto conlleve una connotaci¨®n del todo negativa, matices relevantes del humorismo de Jardiel y de sus compa?eros de la Otra Generaci¨®n del 27. De hecho, tambi¨¦n podr¨ªa haber aspectos de la desternillante Milagro en casa de los L¨®pez, de Miguel Mihura, en la pel¨ªcula que hoy se estrena en cines despu¨¦s de ganar el premio al mejor guion en el Festival de Sitges, certamen que suele mimar al director de Fumar provoca tos (tambi¨¦n creada en 2022 y con galardones all¨ª), Mand¨ªbulas y La chaqueta de piel de ciervo. Pel¨ªculas en las que sus personajes pod¨ªan obsesionarse hasta el amor desesperado con una prenda de vestir que adquir¨ªa voluntad propia, o encontrar una mosca gigante en su coche para luego entrenarla con el objetivo de ganar dinero.

Tambi¨¦n dj adem¨¢s de escritor y director de cine, faceta en la que se transforma con el seud¨®nimo de Mr. Oizo, Dupieux utiliza para ilustrar musicalmente su pel¨ªcula una serie de extra?as piezas creadas en 1976 por Jon Santo (alias de Andres Beurmann) que, m¨¢s que acompa?ar, contrastan con lo que est¨¢ ocurriendo: composiciones barrocas de Bach, tocadas con sintetizadores, pero de un modo un tanto lejano en el tono al de Wendy Carlos con Beethoven y Purcell en La naranja mec¨¢nica. Aunque quiz¨¢ lo m¨¢s sorprendente de Dupieux sea, adem¨¢s del tono surreal de la historia, la mec¨¢nica utilizada en una parte de las secuencias con la informaci¨®n que se va dando: los protagonistas saben algo que el espectador no sabe, y el director alarga hasta la extenuaci¨®n su desvelamiento, con el consiguiente suspense, nerviosismo y hasta comicidad de la situaci¨®n.

Apote¨®sicamente extra?a, y de una singular lentitud que por momentos puede resultar desesperante, Incre¨ªble pero cierto tiene adem¨¢s su cl¨ªmax en un anticl¨ªmax: cuando parece que llega el tercer acto de la historia y todo se va a desarrollar, el director arriesga con una secuencia musical de 10 minutos, articulada a base de continuas elipsis, en la que se escamotea al espectador la exposici¨®n convencional de lo que le ocurre al matrimonio protagonista, y llega el abrupto y magn¨ªfico final. Ahora bien, la conclusi¨®n es meridiana: el elixir de la juventud no existe, por dentro estamos podridos desde hace tiempo.